Y después del falso escándalo del Climategate, ¿realmente quien está manipulando datos y condicionando a los climatólogos?

Ya he tratado el tema del Climategate en mi blog en varios posts, no voy a continuar repitiendo viejos argumentos. Para ello delego en esta ocasión al “Climate Crock of the Week” dedicado al Climategate.

Una vez aclarado que los climatólogos son humanos y están sometidos a una presión creada por los lobbyes negacionistas, y que la labor de “quote mining” está intoxicando desde los medios como Fox News o Libertad Digital con la intención de despistar de lo importante: que realmente hay un calentamiento global causado principalmente por la emisión de gases invernadero por parte de las sociedades industrializadas.

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El objetivo obvio: generar todo el ruido necesario para que el COP15, o sea la Conferencia de la ONU contra el calentamiento global no salga con un buen acuerdo que perjudicaría a las principales empresas del mundo (de las 10 primeras empresas 6 son petroleras y 2 construyen coches) al proponer una reducción de emisiones de gases invernadero.

Una vez dejada atrás las nieblas y brumas que lanza la negacionisfera, tan sólo hay que fijarse en dos noticias aparecidas en las dos últimas semanas.

Sobornos a científicos para que nieguen el calentamiento global

La primera, la denuncia por parte de varios científicos del intento de soborno claro, meridiano y sin ambiguedades por parte del American Enterprise Institute, un think tank que está financiado por Exxon (1,5 M$), a diversos científicos que forman parte del Panel Interguvernamental para estudiar el cambio climático (IPCC) para que hagan declaraciones en contra de las conclusiones del AR4 del IPCC (el informe que el IPCC presentó en el 2007 sobre los avances en los modelos climatológicos, las causas del calentamiento global y los posibles escenarios de futuro). La intención, obvia, de que el COP15 tuviera menos en consideración el informe científico y reducir la credibilidad de los climatólogos.

Manipulación de datos para negar el calentamiento global en Nueva Zelanda

La segunda, cun lobbye negacionista, la muy pomposa New Zealand Climate Science Coalition (sin ningún científico climatólogo en activo entre sus filas) había manipulado los datos de sus informes de forma flagrante. La manipulación esta sí que era real: habían utilizado datos seleccionados para cada punto de su gráfica de la estación metereológica que mejor les venía. No era una media de todas ellas, o tan sólo una media de algunas que fueran coherentes en el tiempo, sinó que por ejemplo, para el mes de marzo del 2008 utilizo el dato de la estación metereológica X que mejor me viene para que la temperatura salga inferior a la del mes de marzo del 2007 en la estación Y que es la que utilizo para ese mes pero superior a la del mes de marzo del 2009 en la estación Z que es la que utilizo para ese mes. Ese que sí es un claro caso de manipulación de datos por parte de un centro de estudios  negacionista (sin científicos y que no publica ni un sólo artículo científico, curioso centro de estudios científico) que no sale publicado ni en los blogs negacionistas, ni en los medios de comunicación afines (léase libertad digital). Curioso también que en la web del este “centro de estudio” sólo informen del Climategate y no haya ninguna respuesta oficial al fraude que se HA DEMOSTRADO sobre sus propios estudios.

Quienes manipulan datos y tienen realmente malas prácticas son el lobbye negacionista

Es evidente, el hackeo de los mails sólo sirve para intentar sacar punta a frases sacadas de contexto o no entendidas, o simplemente a formas maliciosas de interpretar unos correos electrónicos que un grupo de investigación se enviaba entre sí. Ha provocado incluso que el CRU tenga que exponer todo su material, prácticas científicas, mails, etc.. en manos de un comité independiente que lo analizará. En cambio lo que son dos claros ejemplos de acciones concretas orientadas por dos think tanks negacionistas evidentemente no comportan ninguna acción.

Por dos motivos: ninguno de los dos centros son centros de excelencia investigadora y ninguno de sus colaboradores publica nada digno de relevancia científica.

Segundo, no hace falta investigar lo que ya está demostrado. Hacer estudios fraudulentos que se publican en una web con un nombre rimbombante y que lo reproduce una panda de acríticos blogueros y periodistas que apuestan por el negacionismo del calentamiento global y suman cualquier argumento a su favor sin saber diferenciar que es relevante en ciencia y que es pura propaganda, a día de hoy no es delito. Es evidente que la falta de honestidad intelectual o la estupidez humana no es punible si el fraude lo comete alguien sin ninguna responsabilidad científica (como los amigos negacionistas neozelandeses).

Tampoco es delito querer regalar 10.000 $ más algunas prevendas a climatólogos para que hagan declaraciones que denosten al IPCC, el trabajo del American Enterprise Institute sobornando a científicos, hasta hoy en día no es un acto ilegal. Es inmoral, indecente, falto de ética, pero legal. Como es legal financiar medios de comunicación (algunos digitales y españoles) para que repitan las consignas negacionistas de turno. Lo que haga Centunión con Libertad Digital para condicionar su línea editorial con respecto a la política energética y el medioambiente es cosa de Centunión, sus accionistas y los de Libertad Digital.

Otra cosa es que a los que siempre pillan con el carrito de los helados gastando el dinero de Exxon a expuertas (16M$ en diversos think tanks) para negar el calentamiento global, vengan a mirar la paja en el ojo ajeno (Climategate) sin mirar realmente las vigas en el propio. Y como no, que los claros casos de sobornos a climatólogos o manipulación demostrada de datos queden exentos de ningún comentario y se pueda seguir hacia delante.

Y a todo esto, el calentamiento global sigue siendo tan real y claro para la ciencia hoy como lo era hace un mes antes del hackeo de los mails, y el COP15, bueno ahí va tirando.

8 comentaris a “Y después del falso escándalo del Climategate, ¿realmente quien está manipulando datos y condicionando a los climatólogos?

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  2. ¿Pero como va comparar usted dos instituciones que nadie conoce con el IPCC?. No es lo mismo que sea racista el presidente de los Estados Unidos a que lo sea el alcalde de un pueblo de 200 habitantes. ¿O es que le parece lo mismo?. Lo peor es que les han cogido como manipulaban los datos ¡de la tierra entera!

    Nota del autor del blob: Sigue los enlaces, verás que no hay tal manipulación de datos por parte del CRU (no sé de donde sacas lo del IPCC porqué los correos hackeados son los del IPCC, una decena de científicos de más de los 300 reviewers que tiene el IPCC). Te rogaría que antes de soltar alguna falacia que ya está respondida en mi blog revisaras su contenido.

    Sobre las comparaciones, son odiosas. Sí, es verdad, tanto el Instituto sobornador como el centro neozelandés tienen la relevancia científica de una ardilla, pero:

    a) Los negacionistas estáis todo el día citando “estudios” y trabajos de estos centros tan irrelevantes. Deberíais ser bastante exigentes (como mínimo como lo sóis con el CRU al cuál nunca le dáis credibilidad a pesar que sus conclusiones son científicamente muy relevantes) con estos centros de colegas.
    b) Hay una diferencia entre mensajes descontextualizados a puros sobornos (DEMOSTRADOS) o manipulación de datos DEMOSTRADA. No insinuaciones, ni comentarios fuera de lugar, ni quejas, ni ganas de marginar una revista pero que luego no tuvo ninguna consecuencia real. Así que sí, es más grave que un centro insignificante intente sobornar a científicos serios para que nieguen el calentamiento global que en los mails del CRU se muestre que Jansen le cae muy mal McIntyre.

    Lo que también sería fantástico es que los negacionistas que tanto han reproducido los estudios de los neozelandeses o tanto les parece mal que haya algún climatólogo que simpatice con grupos ecologistas nos digan que opinan de los sobornos o corrijan sus artículos donde anuncian que Nueva Zelanda no se calienta.

  3. ¿Poner orden?¿yo? una revista generalista que no es científica ha de saber que publica, igual que 56 cabeceras de diario han firmado un manifiesto a favor de que en Copenhague se llegue a un acuerdo serio, otros pueden opinar lo que crean. Aunque estén soberanamente equivocados.

  4. Pues el IPCC ha reconocido que los e-mails intercambiados entre los científicos del CRU son verdaderos… hasta ha llegado a dimitir Phil Jones.

    Respuesta del autor: Nunca los ha negado y la dimisión de Phil Jones es HASTA QUE ACABE LA INVESTIGACIÓN, no permanente, y es porqué el trabajo de dirección de investigación estaba siendo frenado por la absurda polémica y así poder dedicarse sólo a esta investigación.

    Una pregunta… ¿Por qué los del CRU no ponen a disposición de los demás científicos los datos desde los que han obtenido, utilizando modelos matemáticos, sus gráficas?

    Un cordial saludo.

    Respueta del autor: Los análisis del CRU son públicos, como también lo son sólo para la comunidad científica debido a que los datos en crudo con los que trabajan no les pertenecen y están cedidos por agencias metereológicas que hacen un uso comercial de ellos. Cualquier científico que desee realizar una labor investigadora justificada puede acceder, como ha hecho McKritick cuando los ha solicitado. A diferencia de los defensores de la influencia solar en el actual cambio climático que se han negado sistemáticamente a compartir su código y los datos con los que han trabajado cuando investigadores legítimos para la realización de artículos científicos se lo han solicitado, cosa que el CRU no ha realizado nunca ante una solicitud legítima.

  5. Pues Phil jones dice que ha tirado los originales a la basura. Si no son suyos ¿como diablos los ha tirado y ahora no hay manera de recuperarlos según parece?

    Nota del autor: Phil Jones no ha tirado ningunos datos que no son suyos a la basura, no ha guardado las tablas y correcciones que los datos en crudo se tienen que realizar, para poder sacar una serie homogénea. Los datos en crudo los pueden solicitar a los propios organismos metereológicos o al propio CRU, y cualquiera, como ha hecho McKritick reproducir una serie nueva.

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