Ante las situaciones de crisis y de lucha ideológica, no queda más que elaborar un relato emocional desde el mundo sindical

El pasado Viernes asistí como ponente en la Escola de Formació del Avalot-Joves de la UGT de Catalunya, la intención era dar un repaso a diversos aspectos que afectan a la acción de los jóvenes sindicalistas, desde una fotografía del escenario que nos espera, los cambios sociales que hay detrás de una nueva forma de entender el activismo, pasando por las estrategias orquestadas de la extrema derecha para debilitar a los sindicatos. Terminando por el hecho de que para comunicar y conectar con nuestros compañeros en el centro de trabajo nos hemos de dirigir a ellos mediante emociones.

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Un futuro inmediato negativo

La situación de la crisis que estamos viviendo va a perdurar en el tiempo más allá incluso de lo que a priori estamos convencidos. Si la generación de nuestros abuelos y padres quedó marcada por la crisis del petróleo de los 70 que fué el detonante de la revolución neoconservadora, nuestra generación quedará marcada por una larga crisis de la cuál no saldremos igual que hemos entrado. La acción sindical ha de contemplar que el escenario de fondo es que viviremos como mínimo 5 años duros donde la recuperación del empleo no será aún real (tendremos más paro que en el 2007), y que habrá que sufrir ajustes. El estado del bienestar y las instituciones sufrirán tensiones que no son comparables a las que se hayan vivido los 15 o 20 años anteriores, los sindicalistas afrontaran una realidad complicada de gestionar, y la acción sindical va a ser realmente difícil. Aunque no nos hemos de dejar dominar la agenda sólo por la crisis el estado mental en el que nos ha dejado y que se prolongará es algo que hemos de contemplar.

Todos los expertos están apuntando a que la crisis será larga, de ahí las siguientes citas que nos pintan un futuro a medio plazo complejo.

Paul Krugman

“But then the bubble burst, leaving Spain with much reduced domestic demand — and highly uncompetitive within the euro area thanks to the rise in its prices and labor costs. If Spain had had its own currency, that currency might have appreciated during the real estate boom, then depreciated when the boom was over. Since it didn’t and doesn’t, however, Spain now seems doomed to suffer years of grinding deflation and high unemployment.”

Cándido Méndez

“Aquí tengo que precisar cuál es mi concepto de recuperación económica. Para mí, es sinónimo de recuperación del empleo. Y en Europa todos los informes dicen que este año va a seguir subiendo el paro y las expectativas de que podamos volver a un nivel de empleo parecido al de 2007 se remiten a 2015 o 2016. Para Europa también. Por tanto, podemos encontrarnos en una situación en la que sin resolver los déficit, aumente aún más el desempleo.

En Europa, el paro está golpeando a los jóvenes con muchísima dureza, al igual que en España. Y es verdad que hay diferencia entre unos países y otros. Pero ahora se ha vuelto al infamante calificativo de los PIGS [Portugal, Italia, Grecia y España]. Bueno, hace cinco años, también Irlanda era el país del mundo donde mejor se podían hacer negocios. Y ahora sufre una severa crisis. ¿Qué estarán diciendo de España en Davos? ¿Y qué decían hace cinco años?”

Cambios en las formas de movilizarse de los ciudadanos.

Los ciudadanos en esta sociedad líquida mantenemos una relación algo diferente a los ciudadanos de la sociedad productiva con nuestras causas, valores e ideologías.

– Individualismo sociológico. El gregarismo de la época de las grandes industrias, donde el movimiento sindical era un gran bloque (eso sí, sólo de hombres y basicamente de sectores industriales o sectores públicos), y la militancia era prácticamente partido (laborista) y sindicato de una forma natural por una identidad de clase que nacía de la cultura del trabajo ha cambiado. Las personas buscamos nuestros intereses de forma más individualizada, nos adscrivimos a una causa no porqué nos identifiquemos como clase sinó porqué nos motiva. Ya no compramos el paquete completo “del sindicato” o “del partido” sinó que compramos varios valores por separado en base a nuestras emociones y sentimientos. Nuestro sentido de identidad se construye por la clase social en una parte pero en muchas otras cosas.

– Individuos más críticos, con más capacidad de conseguir información pero con un compromiso más temporal y laxo. Los trabajadores con los que se confrontan los sindicalistas son personas con mayor autonomía. Nadie espera que el sindicato les alfabetice como en los años 30, ni tampoco esperan que les hagan llegar el convenio colectivo en formato impreso cuando pueden descargarlo por internet mucho antes. No dependen del sindicato para conocer sus derechos, pero sí en cambio lo necesitan para interpretar las leyes, para mejorar los convenios, para mejorar el estado del bienestar, para que les den apoyo en los procesos de conflicto para organizarse. También el compromiso de estas personas con mayor autonomía y capacidad de valerse por sí mismo es más corto. Pueden sumarse con intensidad a una manifestación pero una vez acabado el conflicto van a volver a sus intereses habituales, pueden firmar una petición contra las jornadas semanales de 65 horas pero no irán a la manifestación por el trabajo digno. Esta realidad hace más compleja la acción sindical y la movilización, pero también la puede hacer de más calidad ya que los trabajadores van a tener más capacidad de interlocución y van a poder enriquecer el trabajo sindical.

– Nos necesitan para cosas distintas a lo que nos necesitaban antes: ya no nos quieren para que les demos el convenio, o incluso para que lo interpretemos, nos quieren para una acción defensiva. La labor del sindicato como proveedor de información que antes se consideraba exclusiva (legislación, convenios, calendario laboral) ya no es así. Internet dota de mayor autonomía a los individuos, las empresas son actores comunicativos al igual que las administraciones. Ya el trabajador no necesita ir al local del sindicato para conseguir el convenio o el calendario, tiene mil formas de conseguirlo, incluídas nuestras propias páginas web. Lo que en cambio no puede conseguir es mejorar sus condiciones laborales, mejorar el convenio, luchar por un estado del bienestar fuerte. También nos sigue necesitando como proveedores de servicios cualitativos (jurídicos, de interpretación del convenio, de defensa de sus causas delante de las autoridades laborales, etc…). Hemos de ser conscientes de eso y potenciar más el perfil de proyecto de mejora de la sociedad y de entorno de trabajo por un lado y de proveedor de servicios laborales por otra.

– Si somos proveedores de esa autonomía del trabajador estaremos mejor posicionados (www.guialaboral.cat). No nos ha de dar miedo potenciar esa autonomía, si somos nosotros quienes la facilitan y la potencia perderemos las visitas de menor valor añadido, tendremos menor exclusividad pero ganaremos energías y tiempo para las luchas de calidad que nuestros compañeros nos requieren, además seremos proveedores nosotros de información que ellos deciden coger de forma autónoma y ganaremos en marca. Proyectos como la www.guialaboral.cat es un ejemplo de cómo ponemos en manos de los trabajadores la capacidad de analizar sus propios derechos y valerse por sí mismos, pero manteniendo un contacto con el sindicato.

– Emergencia del fenómeno NIMBY como síntoma. Un ejemplo de esta sociedad líquida, de estos ciudadanos activistas por una causa pero temporal y autónomos en su acción, es la emergencia del fenómeno NIMBY que no ha de contemplarse sólo de forma negativa sinó entenderlos y saber asumirlos como una realidad de nuestra sociedad y poder aprovechar su energía para introducir mejoras en los proyectos, y conseguir interlocuciones puntuales por aquellos motivados por un tema.

Nuevos obstáculos ideológicos del sindicalismo

Además de la situación de crisis profunda que marcará las relaciones laborales en los próximos años y al reto de un nuevo tipo de trabajador, el sindicalismo tiene unos cuantos obstáculos a los cuales ha de hacer frente.

Ofensiva neoliberal antisindical.

La estrategia de la lluvia fina, y de los argumentos repetidos hasta la saciedad: el problema de la UGT en Canarias con su fundación de formación, las cenas de dirigentes sindicales en restaurantes de alto postín. Todo es utilizado para laminar la posición de los sindicatos, para desautorizarlos delante de la opinión y las bases.

Los argumentos que utilizan para debilitarnos ideológicamente (ofensiva orquestada y organizada y no precisamente por los Gnomos de Zúrich).

– Abandono de nuestra base reivindicativa (degradándo nuestra legitimidad a través de malas imágenes).

– No representamos a los trabajadores (baja densidad sindical). La réplica es sencilla. Hemos aumentado nuestra densidad sindical y nuestra representación nos la dan en las elecciones sindicales.

– No sabemos de economía. A pesar de que para nuestros posicionamientos utilicemos económicos y socioeconómicos que nos respaldan diversos académicos e intelectuales.

– Sólo defendemos los trabajadores indefinidos y los funcionarios (perfil mayores de 40 años, hombres, aposentados). Un argumento fácil, sencillo, pero que también es fácil de revatir. El sindicalismo ha crecido especialmente en sectores muy temporales (comercio), con fuerte presencia femenina (dependencia) o con un buen número de jóvenes e inmigrantes (sector del lleure o de la seguridad privada).

– Estamos subvencionados y por eso no reaccionamos. Sí, los sindicatos dependen el 50% de sus ingresos de subvenciones del estado, que se dan en proporción a la representación que se consiguen en las elecciones sindicales, no gratuitamente, igual que los partidos políticos. Por otro lado el nivel de ingresos propios de los sindicatos en España ha aumentado y por tanto su nivel de dependencia ahora es menos que antes.

El objetivo de la ofensiva es desarmarnos ideológicamente, desmoralizarnos a nosotros y hacernos perder credibilidad para poder imponer reformas con un menor apoyo a los sindicatos. Este es el objetivo a corto plazo. A largo plazo es dejarnos desarmados y desautorizados para que desaparezcamos de la escena pública. Son curiosos los mensajes contradictorios donde nos indican que somos parte del problema por oponernos a reformas “razonables” (como la de la jubilación) y a la vez nos piden la huelga general.

Un relato emocional que juega a nuestra contra

El relato emocional que juega a nuestra contra es que la gente tiene miedo, hay muchos trabajadores que los están pasando mal y nadie está pagando el pato. Nos culpabilizan de no hacer nada contra la crisis, igual que nos culpabilizaban el porqué no les conseguíamos mejorar su situación laboral. Se mezcla una visión paternalista de los poderes públicos y de las instituciones con un fuerte individualismo, que al carecer por un lado de respuestas y por el otro de una capacidad de reivindicarse uno mismo lleva a la desafección, alejamiento emocional, etc…

Comunicar para transformar

Una de las herramientas (no la única) que tienen los sindicalistas es la comunicación, y precisamente la comunicación interpersonal. Ante ideas preconcevidas, lugares comunes, valores que ya se han establecidos, todos contrarios al sindicalismo, sólo el ejemplo personal y la relación interpersonal, pueden abrirse paso. Hay que construir un relato que permita conectar emocionalmente con un trabajador y decirle que su causa es nuestra, que los sindicatos son la última línea de defensa de los trabajadores, aún cuando estemos en crisis. La comunicación es emoción, lo dicen gente más sabia en estos temas que el que escribe:

Gutiérrez-Rubí

“¿Cree que la izquierda por tanto rechaza hacer política desde las emociones como contraposición a la racionalidad?

Ni rechaza, ni menosprecia. Se ha dado cuenta un poco tarde del tema. Es necesario  tomar conciencia que es tema es muy importante sobre todo en un discurso transformador como es el de la socialdemocracia. Las izquierdas que ganan son aquellas que valoran cada vez más ese tipo de argumentos.”

“Como los marcos conceptuales previos son muy fuertes, el discurso racional no genera cambio, y el discurso más emocional, más de valores, de gestos o símbolos, es la llave que abre la puerta.”

” Sabemos también que las decisiones “libres” que tomamos en nuestra vida cotidiana tienen que ver en un 80% con la información subconsciente. Decidimos en función de una gran cantidad de información que tenemos en nuestro cerebro… y de la que desconocemos su existencia. La zona consciente de nuestro cerebro es muy pequeña y la experiencia vital (nuestra escala de valores acumulada) que determina nuestras decisiones (intelectuales, emotivas y racionales) es muy vulnerable a nuestros prejuicios. “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio” decía Albert Einstein.

Eduard Punset, en su libro “Por qué somos como somos” [2], afirma que en la vida (en nuestras decisiones) recurrimos a intuiciones que requieren mucha menos información de la que creemos. Que tomamos decisiones muy serias e importantes con un gran nivel de exposición a la equivocación. Y que incluso “cuando el cerebro percibe una explicación distinta a lo que él cree no sólo la cuestiona, es que corta los circuitos de comunicación para que no penetre. Por eso no cambiamos de voto”. Es a lo que se llama disonancias. Es decir, nuestro cerebro bloquea la información racional que podría hacernos cambiar de opinión ya que preferimos las convicciones emocionales o morales a las confirmaciones racionales o epistemológicas. Las personas preferimos escuchar lo que queremos escuchar, leer lo que queremos leer, opinar lo que queremos opinar.”

Mertxe Pasamontes

“La teoría de la disonancia cognitiva nos dice que tendemos a producir relaciones consonantes con nuestras creencias y a evitar la disonancia. Pondré un ejemplo que fue objeto de estudio y que clarificara este concepto enormemente. Está demostrada por múltiples estudios la relación entre la probabilidad de padecer un cáncer de pulmón y el hecho de fumar. La mayoría de los fumadores conocen este dato. La manera más sencilla de reducir esa disonancia (que nos produce malestar  psicológico) sería dejar de fumar. Las personas que no quieren dejar de fumar tienen pues un problema. ¿Qué sucede entonces? Que esas personas tienden a minimizar el riesgo entre fumar y tener un cáncer incluso llegan a afirmar que esa relación no está comprobada. Otro método es justificar su conducta con frases del tipo: de algo hay que morirse. ¿Os suena esa manera de autoconvenceros de algo?

Los estudios posteriores vieron que esta tendencia a evitar la disonancia se ve favorecida por los siguientes aspectos ( cuidado, porque algunos contradicen lo que el sentido común diría que es lo más lógico):

– Compromiso. Cuando te sientes comprometido con algo ( pensemos por ejemplo en las ideologías políticas), tiendes a eliminar cualquier elemento que produzca disonancia. Éste sería uno de los factores que explica que los votantes fieles a un partido político le sigan votando aunque éste no haya cumplido sus expectativas,  usando todo tipo de justificaciones.

– Volición. Para que se experimente disonancia has de tener la sensación de que la decisión que tomas depende totalmente de tu voluntad ( en el ejemplo citado, la libertad de elegir a quien votas). Cuando las cosas dependen de nuestra voluntad la disonancia se manifiesta de manera más fuerte ya que no podemos justificar haber tomado esa decisión por sentirnos obligados. Ejemplo: eso va en contra de mi manera de pensar pero si no lo hacía mi jefe me despedía .

-Recompensa. En contra de lo que pudiera parecer cuanto menor es la recompensa obtenida por una conducta mayor es la necesidad de eliminar la disonancia. En los ejemplos citados sería algo así como decir: hago esto que va en contra de lo que yo pienso y creo porque me pagan muy bien por hacerlo. La recompensa justifica la disonancia, es una especie de: No tengo más remedio.Si no existe recompensa, tendré que “tragarme la disonancia” o eliminarla de otra manera.

Todos estos mecanismos psicológicos nos llevan a ser personas altamente influenciables por el llamado pensamiento único. Si constantemente nos vemos bombardeados por ideas y creencias que parecen sólidas, podemos llegar a tomarlas como ciertas. Ese bombardeo empieza desde nuestra tierna infancia ( muchas veces realizado por personas en las que confiamos totalmente) . Una vez que esas creencias se instalan en nosotros nos es muy difícil salirnos de ellas. Una de las maneras más importante de lograrlo es con: Educación, estudio y reflexión.  Y no vale cualquier tipo de educación, sólo sirve aquella que fomente verdaderamente el pensamiento crítico.”

Albert Medran

“El punt G, aquest espai gairebé sacrosant de l’excitació sexual, pot ser que existeixi. O potser no. El que sí que existeix és el punt G de la política. I en aquest, el ginecòleg Ernst Gräfenberg té poc a dir.

El punt G de la política és el que ens excita per votar. És el que ens empeny a les urnes, el que desperta el nostre interès pel que diuen els candidats. És el que ens pot dur a acalorades discussions en una taula, a militar en un partit o assistir a un míting. El punt G de la política està localitzar a l’amígdala. Perquè el punt G de la política està vestit d’emocions.

Per trobar-lo, hem d’anar fins al sistema límbic, ja que en ell resideixen les emocions. Tant el sistema emocional com el valoratiu estan ubicats a la mateixa part del cervell i juguen un paper bàsic en la presa de decisions. Des de saltar o no a l’aigua en una piscina a evitar l’ofegament d’un nen a anar o no a votar. Per exemple, el sistema valoratiu és el resultat de la relació que existeix entre els lòbuls pre-frontals i les amígdales cerebrals en l’anomenat hipocamp.

L’element clau del sistema límbic és l’amígdala. Aquesta zona, que pren el nom per la seva semblança amb una ametlla, correspon al conjunt de nuclis de neurones localitzades en la profunditat dels lòbuls temporals. Entre les seves funcions està la de regular molts processos emocionals: identificar i respondre expressions emocionals d’altres, crear intensitat d’una experiència emocional, generar i enllaçar sentiments a experiències que ens espanten, etc. Clau en la intel·ligència social i emocional. Juga un paper essencial en enllaçar pensament i emoció, particularment a usar reaccions emocionals per guiar el procés de presa de decisions. No sorprèn que estigui situada en una zona neuronal densa, en els circuits emocionals frontals.

L’amígdala no sempre respon de forma conscient als estímuls que es reben. És el cas dels impactes subliminals, ja sigui perquè percebem la imatge d’una cosa que ens recorda a una serp sense adonar-nos i el nostre record evolutiu ens fa posar-nos en guàrdia a realitzar accions sota els efectes de la publicitat subliminal.

De fet, tal com assenyala Goleman, l’autor d’intel·ligència emocional, aquesta és una rèmora de la nostra evolució: el nostre cervell emocional processa de forma més ràpida la informació que ens arriba per l’hipocamp i predisposa el nostre cos a una resposta molt més ràpida que la qual donarà el nostre “cervell pensant”.

Moltes de les decisions que prenem en la nostra vida estan capitanejades per les nostres emocions. Pel que passa en aquesta ametlla, a l’amígdala. Per això, si volem guanyar -que això sí que comença per ge- hem d’entendre que cal excitar aquest punt G del nostre electorat a través de les emocions.”

Para conseguir que me acerque al sindicato me has de emocionar

No vamos a poder transformar la percepción y los sentimientos que tienen los trabajadores jóvenes de nosotros en base a argumentos racionales. Estos los hemos de tener, pero se han de transformar en mensajes emocionales. Por un lado el mensaje interno a los que se están partiendo la cara en las empresas por sus compañeros que se ven agredidos por todos los frentes, nuestra “infantería” en el mundo del trabajo:

“Planta Cara”

Este es el lema de campaña de la UGT de Catalunya para las elecciones sindicales, es un mensaje autoreivindicativo. Ante la que está cayendo, estimado delegado, planta cara, no te achiques, levanta la mirada y échale redaños al futuro inmediato, a los compañeros que te rechazan, a los jefes que os desprecian, a los medios que nos machacan. Planta cara a la crisis, planta cara a los despidos, planta cara a las malas condiciones laborales. No te quedes parado, el mundo es de los que combaten y más en el mundo sindical. Se acabó de esconderse, hay que plantar cara.

Por otro conseguir transmitir y rearmarnos ideológicamente mediante impactos visuales muy emocionales que dotan de carga emocional a nuestro discurso hiperracional:

“Les 10 mentides de la crisi”

Todo los argumentos de los sindicatos son farragosos, duros, de esos que sólo los frikys de la economía o del mundo laboral se mirarían, en cambio las imágenes de las 10 mentiras, ilustradas por dibujantes de El Jueves llegan. Una prueba es ver una afiliada joven que me es muy próxima y que siempre dejaba languidecer la revista del sindicato al ver la  de las “10 mentiras” la abrió y la deboró con los ojos en pocos instantes, ¿leyo los argumentos? en diagonal, pero las imágenes le han llegado y con ellas el mensaje.

Hemos de aprender a contactar con los momentos de mayor intensidad de movilización por “una causa”.

“65 horas ni de coña” “Hazte el sueco”

Una campaña puntual, típica del fenómeno NIMBY, que se utilizó para luchar contra la implantación de la jornada semanal europea de 65 horas. La lucha consiguió movilizar miles de internautas y trabajadores que apoyaron la campaña que inició la UGT de Catalunya, el Avalot y la blogosfera (alrededor de Las Ideas)

El “sindicalismo espectáculo” puede parecer una boutade pero es lo que consigue llegar, no por los medios, sinó a nuestros compañeros. “Comando Precario” no sólo llegó a los medios, llegó a los corazones de todos los que en algún momento habían sufrido una entrevista de trabajo pirata.

La estrategia de lluvia fina se combate con más lluvia fina en otro sentido. Ya no comunican las organizaciones sólo por sí mismas, comunican en base a sus miembros. Son los individuos los que somos prescriptores, los que conseguimos convencer porqué somos los que conseguimos comunicar de forma emocional a los que nos rodean. Las TIC nos dan el poder de ser pequeños medios de comunicación con un gran poder de prescripción.

Los delegados con su ejemplo son capaces de cambiar la imagen que se tiene del sindicalismo. Los argumentos introducidos en nuestro eje emocional y masticados por nuestra razón son los que logran convencer más que mil campañas corporativas. Por ello los delegados deben tener presentes que allí fuera son el sindicato, son comunicadores, son tan prescriptores ensu entorno como el secretario general de la UGT. Las organizaciones vuelven a depender más que nunca de sus activistas para la capacidad de llegar. Hay muchas estrategias que se deben trabajar: reputación digital, buzz-to-buzz, etc… pero lo importante de todo es entender que el sindicato son los miembros de este, que el sindicato se comunica a través de lo que hacen sus miembros ya que somos individualmente más capaces de emocionar a nuestros semejantes porqué somos nosotros los que podemos vibrar con sus sentimientos.

Aún incluso el que termina afiliándose por motivos defensivos o por nuestros servicios lo hará en un sentido u otro en base a la calidad de estos (es decir los sindicatos han de hacer su trabajo bien), pero también en base a la relación emocional que mantenga con la organización.

9 comentaris a “Ante las situaciones de crisis y de lucha ideológica, no queda más que elaborar un relato emocional desde el mundo sindical

  1. Mientras mi cerebro se desembota aprovecharé para hacer un comentario de carácter “editorial”, y de paso cumplo mi deber como opinólogo!

    A parte de que la frase “fuerte presencia femenina (dependencia)” queda horrorosa (la última palabra en concreto);

    La entrada es realmente densa, más que densa, hay una inmensa cantidad de información a digerir en un escrito bastante largo. Sospecho que parte de la falta de comentarios vienen: a) por no llegar al final del texto. b) por llegar al final con la cabeza a punto de explotar.

    Por suerte algunos somos capaces de decir cualquier tontería mientras despejamos la cabeza :P

    Me refiero a que quizás el post podrías haberlo partido en dos partes, una primera parte podría haber sido la introducción, la parte titulada “Un futuro inmediato negativo” y “Cambios en las formas de movilizarse de los ciudadanos”, este “trozo” si lo tomas a parte ni tan solo está estrechamente ligado a los sindicatos, es más: mientras lo leia me preguntaba para que carajo mencionabas a los sindicatos en el título! Ese mismo pedazo de texto puede aplicarse a cualquier tipo de asociación (ie: sindicatos, plataformas, partidos políticos, …).

    Con esto tienes un 33-40% del post separado en una unidad separada algo más manejable y bastante más fácil de comentar, pero sin perder valor informativo, hay un par de puntos que por si solos merecen un post entero!

    Y entonces tienes el resto de la entrada que ya es el contenido extrictamente sindical, que realmente puede ser independiente de la primera parte y que se puede comentar a parte.

    Ahí queda la sugerencia editorial, visto esto verás que ningún opinólogo de Intereconomia, Telecinco o cualquier otra cadena puede enfrentarse a mi! (almenos en forma escrita!).

    Ahora voy a releer y a ver si se me ocurre algo útil que aportar al debate :P

  2. Primero voy con la primera parte en modo semi-troll y off-topic:

    Mencionas por aquí que nos vienen tiempos dolorosos, 5 o 6 años de calvario. Y también dices (no ahora) que el momento para acometer reformas no es ahora que los trabajadores están en desventaja, sino cuando el equilibrio de poder sea más… equilibrado.

    Eso es, dentro de “5 o 6 años” o 4 quien sabe. En mi *muy* modesta opinión el momento para las reformas era antes de la crisis (ambas, pensiones y laboral). Ahora nos encontramos en un barrizal tremendo sin esas reformas hechas; y aunque el momento justo para acometerlas debería ser en 5 o 6 años (o hace 2,3) es ahora que necesitamos cambios estructurales.

    Y, si esperamos esos 5 o 6 años (y nos queda país para entonces), el Gobierno de turno tendrá los mismos incentivos que hace 2-3 años para acometer reformas: ninguno.

    Entonces, sinceramente crees que si no hacemos nada hasta que el equilibrio de fuerzas esté más balanceado, ¿alguien se pondrá entonces ha hacer reformas estructurales que sean como sean, no darán votos?

  3. Ahora ya vamos a los sindicatos, que al fin y al cabo es de lo que va la entrada.

    En la entrada se entrevé una qüestión (obstáculo u oportunidad) que, desde mi punto de vista,
    es mayor, o más visible que el resto pero no lo detallas.

    Me refiero a la visión que desde fuera (no sindicalistas) se tiene de los sindicatos. Por mucho que emociones al trabajador, al final, éste ha de ver una utilidad racional al sindicato o terminará desilusionándose (es lo que tienen las emociones).

    Y, desde mi punto de vista, desde fuera los sindicatos siguen evocando esa imagen de lo que eran antes: asociaciones para defenderse frente a los abusos de la industria, sobre todo en la gran empresa. Comentas que ahora los sindicatos ya no son eso, y es cierto, que se os necesita de otro modo. Pero, ¿realmente conseguís proyectar esta imagen de cambio? ¿De que los sindicatos de hoy en día ya no son lo que eran hace 15 o 20 años?

    Hablo de que esa imagen que se proyecta, digamos “la percepción racional de lo que es un sindicato” no veo que haya cambiado, y por mucho que se emocione a la gente, cuando pare se pare un minuto a pensar, si lo que ve es un sindicato de los años 80 se volverá a casa.

  4. “La réplica es senzilla”. No. La réplica no es tan sencilla. A menos que puedas llevar la réplica al mismo nivel que el ataque, estás fatidiado. Si te atacan con medios de comunicación y replicas con un Blog tienes un problema.

    Me refiero a que la gente frente a la que (dices) se quiere hundir el sindicato *no* lee blogs, almenos no blogs políticos. De modo que la réplica pasa desapercibida para aquella gente a la que va dirigida. Y la solución no es sencilla!

    Esto te complica todo el capítulo de la “Ofensiva neoliberal antisindical”, pues las réplicas que puedas elaborar no son al mismo nivel que los ataques. Sino fíjate, lo que pones en negrita es lo que la gente, en la calle, piensa de los sindicatos. Por tanto, las réplicas no llegan.

    Como puedes ver en el tema emocional no me meto demasiado, no está entre mis temas favoritos (a mi me va lo racional!), así que te fastidio con comentarios racionales en lugar de emocionales y entonces ya no comento el último capítulo! Almenos de momento que es tarde.

  5. Buen artículo. No estoy tan seguro, sin embargo, que los relatos emocionales sean el camino a seguir, y menos ahora. Con lo difíciles que están las cosas y lo exigentes y complicadas que serán las reformas, creo que un mensaje de responsabilidad es necesario.

    Sí, aceptar pasar por el aro haría daño a los sindicatos a medio plazo, pero estamos en un contexto en que no hay otra salida. Estos mensajes de reconstruir el sindicalismo son necesarios (y comparto contigo, los sindicatos son imprescindibles) pero ahora mismo no deberían ser prioritarios – salvar la economía sí lo es.

  6. Roger:

    Se pueden hacer dos cosas a la vez. Y de hecho se deberían hacer. Van a haber cosas que se tocarán y terminarán afectando gravemente la imagen de las instituciones laborales (gobiernos, patronales, sindicatos), entre otras la reducción real de sueldos.

    A la vez, no podemos permitirnos, los sindicatos, es comerse esa pérdida de credibilidad y no hacer nada para conectar con el trabajador, dejando un escenario en el 2015 con reformas pendientes (quedarán, sí, quedarán) y a la vez con los sindicatos destrozados. ¿Qué tipo de mercado laboral va a quedar? Simplemente, recuerdo que la revolución neocon que destrozó el sindicalismo anglosajón se produjo 5 años después de una crisis profunda que dejó desarbolado el sindicalismo.

    Marc:

    Evidentemente un blog no puede compensar lo que haga intereconomía, pero dejándolo al escenario catalán. CCOO y UGT tienen entre ambos 45.000 delegados sindicales, de ellos un puñado son liberados y dirigentes sindicales, casi todos sin horas sindicales o con muy pocas. Sólo si cada delegado tiene la pasión y la motivación de conectar (y la tienen estoy convencido de ello) con 20 personas de su entorno estarán afectando y condicionando emocionalmente a favor del sindicalismo a 1.000.000 de personas. Si los sindicatos catalanes logran mantener una mejor relación emocional con sus bases de afiliados conectarían con más de 300.000 trabajadores, si estos estuvieran motivados al menos dos o tres personas de su entorno tendrían una visión más positiva de los sindicatos. ¿Cómo cambiaría el tema si 1.500.000 trabajadores y autónomos catalanes tuvieran una relación emocional diferente con los sindicatos en positivo? Mucho.

    El post es el resumen de una ponencia, no un recetarío de propuestas contra la crisis, sinó una ponencia destinada a motivar a cuadros sindicales jóvenes, gente que está en empresas negociando convenios o peleándose y que tienen menos de 30 años, capaces de utilizar las nuevas tecnologías y con una alta motivación. La intención era mostrarles el mundo que venía, la estrategia neocon de destrucción de los sindicatos, y cómo poder confrontarlas con sus armas, las que tienen ellos como agentes comunicativos.

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