Algunos federalistas de postín

camaleon

Cuando en el 2010 la sentencia del TC sobre el Estatut nos cayó como un jarro de agua fría, los federalistas (y una gran parte de los catalanistas) nos manifestamos junto al President Montilla o expresamos nuestro rechazo a la sentencia.

Hoy, una parte importante de los que en el 2010 creíamos en el federalismo hemos ido pensando que es mejor la opción soberanista, otra parte sigue apostando por el federalismo. Hoy sigue habiendo federalistas que lo defienden de forma legítima y como una opción política. Les deseo que lo hagan lo mejor posible, porqué si su vía tiene salida seguramente nos irá mejor a todos aunque temo que no tienen ninguna oportunidad. Esta es una opinión que puedo más o menos fundamentar, pero respeto su trabajo y esfuerzo.

Lo que me causa cierta desazón es una nueva clase de federalista que lo hace por conveniencia y como mecanismo anti-independentista. Algún ideólogo de este neofederalismo con columna en diarios es un caso paradigmático (no único) de este tipo de personajes.

Mientras los federalistas salíamos a la calle en el 2010, nos doraba la píldora diciéndonos que la sentencia no era para tanto, que caíamos en la trampa del nacionalismo catalán (argumento que hoy utiliza para alertarnos a los que fuimos a la via catalana) y criticaba a Montilla y con más ganas a Maragall por el “giro nacionalista” del partido. Cuando se reclamaba un pacto fiscal, mantener la ordinalidad o que el gobierno pagara lo acordado en el Estatut, se reía como una demanda absurda de los nacionalistas. Cuando alguien hablaba que a lo mejor habría que reformar el TC y la Constitución para dar cabida a la demanda de mayor autogobierno de Catalunya y poder construir un estado federal, indicaba que la actual Constitución y el Estatut (recortado) ya daba cabida a esa demanda.

Hoy nos explican lo magnífico de un acuerdo como el de Granada que es inferior al Estatut que se votó en el Congreso, o lo importante que es olvidar la consulta para centrarse en la reforma Constituciónal, que hoy sí, es esencial para poder conseguir un pacto fiscal y dar cabida a un Estatut anterior a los recortes del TC.

Siguen habiendo federalistas que creen realmente en el federalismo, y no lo hacen por un oportunismo político basado en desacreditar la opción contraria, ni un gesto de desesperación buscando un mal menor. También hay gente que su pensamiento ha evolucionado (yo soy un claro ejemplo), pero reconocemos que nuestra postura no es la misma de hace unos años. Puedo aceptar incluso que hay quien cree que el actual sistema autonómico es bueno, que cualquier avance es una complicación innecesaria. Ahora bien, para las tesis federalistas estos camaleones de la profesión, estos personajes que medran dedicando su pluma al poder que les da de comer y les pone el plato caliente y que adoptan hoy el federalismo (tal vez mañana sean soberanistas, ¡quien sabe!) no son ningún aliado para los que legítimamente optan por intentar una reforma federalista de España.

Que en Federalistes d’Esquerres uno de sus ideólogos sea un tipo que creía en el 2010 que la sentencia no era tan mala, en el 2012 que el pacto fiscal era un bluf y que hoy defienda precisamente lo contrario para poder decir que es federalista me produce urticaria. Yo y otros muchos éramos federalistas, fuimos a la mani del 2010 contra la sentencia del Estatut, junto a Montilla, cuando él nos doraba la píldora. Hoy sigue habiendo federalistas que lo defineden de forma legítima y como una opción política, otros como este tipejo al que mi partido le pone el plato cada día y le coloca en un atril, son federalistas por conveniencia, por frenar al independentismo, no por convicción. Estos tipejos entrañables son precisamente los que desacreditan el federalismo y lo hacen poco creíble.

2 comentaris a “Algunos federalistas de postín

  1. Estoy de acuerdo en todo, la opción federalista en España es minoritaria, muy pocos están por abrir el melón federalista por no tener que debatir sobre una nueva constitución que hace una falta que no veas.

    Pero muchos de esos no federalistas viendo que el proceso soberanista en Catalunya avanza a pasos de gigante hacia el objetivo final, intentando aprovechar que en Catalunya SI que siempre ha existido ese sentimiento Federal, se propone como alternativa a la independencia no por convencimiento sino como mal menor.

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