Lo primero que quiero decir es que el candidato a las autonómicas de Madrid es algo que deben decidir la gente del PSM y como buen federalista es una decisión en la que no me meteré y respetaré. Ahora bien, sí que me gustaría perfilar algunas opiniones.

Elegir candidatos en base a la demoscopia únicamente es un error. Seguramente Trinidad Jiménez “en frío” tenga más acogimiento que Tomás Gómez entre los ciudadanos de Madrid, pero eso no quiere decir que la vayan a votar más.

Elegir candidatos en contra de la voluntad de las bases del PSM también es un error, ¿o alguien no se acuerda del sabotaje velado que hizo el PSM a Cristina Almeida cuando vino impuesta desde arriba?. Las elecciones se ganan en la televisión y la fuerza “del partido” a la hora de movilizar el voto es muy pequeña pero cuando tu aparato y tu equipo de campaña no está por la labor tu actuación en la tele será nefasta. Por no hablar lo que te pondrán a parir en la misma red.

Como decía Roger Senserrich, crear un conflicto y generar división es garantía para perder elecciones. Presentar una candidatura cuando no tienes cerrado el acuerdo con el que controla el aparato del partido en el territorio es un poco cafre y suicida.

Los candidatos perseverantes son creibles y generan confianza. Si alguna posibilidad tiene CiU de ganar la alcaldía de Barcelona es por haber presentado al mismo político, bastante poco competente en comparación con anteriores candidatos (como Roca o Culell), una y otra vez, al final la gente se termina creyendo que quiere ser alcalde. Lo mismo ocurre con Madrid. No es creible una candidata que cuando pierde las elecciones no se queda a chupar oposición y decide pirarse a ser superministra de sanidad. No es creible una candidata que no deja de ser ministra pero se presenta a las primarias como candidata para las elecciones autonómicas. Si alguien quiere apostar por ser la persona que gobierne una administración tiene que mojarse y arriesgarse, tiene que saber chupar oposición y ser perseverante. El perfil de Trinidad Jiménez ha sido de la persona que siempre ha sobrevolado, ha decidido siempre por lo más glamouroso de la política y ha dejado atrás una dura vida de oposición en Madrid que pocas glorias le iba a dar.

No conozco a Tomás Gómez, ni tampoco su proyecto, ni programa, no sé si es un buen o mal candidato, pero sí se que en la propuesta de la candidata Trini hay más oscuros de los que me gustaría y para mí es poco creible. Pero vamos, lo que decidan los del PSM ya me parecerá la mejor decisión.