Carta abierta de un activista que despierta el fascismo a Pablo Iglesias

Estimado Pablo, soy uno de esos indepes que ha ayudado a despertar al fascismo de su oscura caverna. Quería pedirte disculpas. Sé que era más bonito cuando el fascismo vivía enquistado en el poder y en las instituciones sin que tuviéramos que sentirlo de forma tan clara. Yo creía que cuando tú hablabas de la crisis del modelo del 78 también hablabas de los restos de franquismo sociológico que estaba enquistado, esos mecanismos que tiene el sistema español de acabar con toda disidencia cuando esta se vuelve incómoda. Pero estaba totalmente equivocado.

Resulta paradójico estimado Pablo, pues yo nunca me he considerado revolucionario, nunca he intentado asaltar los cielos. He sido militante socialdemócrata durante toda mi vida. La paradoja está en que el que ha despertado la bestia en diversas formas he sido más veces yo que tú. Por ello te pido disculpas, supongo que eso era una prerrogativa del revolucionario de academia que los “centroizquierdistas” o los “pequeños burgueses” nunca deberíamos haber provocado.

Quiero pedirte disculpas por haber ayudado a despertar el fascismo en forma de antisindicalismo y persecución de huelguistas al participar de forma muy activa en las huelgas generales del 2010 y 2012. Siento que esto te dejara una España mucho más restrictiva, con un artículo del código penal creado adhoc para criminalizar a huelguistas.

Quiero pedirte disculpas también por utilizar el humor y el sarcasmo para criticar al poder. También de haber ido a algunas de las concentraciones del 15M. Con esto despertamos al fascismo en forma de Ley Mordaza. Hicimos saltar la reacción en contra de la libertad de expresión y la más mínima disidencia expresada en la esfera pública.

Quiero pedirte disculpas por luchar por el Estatut del 2006 y hacer despertar el fascismo en forma de recentralización y españolismo rancio. Volverlo a hacer a partir del 2012 pidiendo un estado propio. Siento levantar al fascismo en forma de porras policiales, de prisiones preventivas injustificadas, de persecución policial o de presos y exiliados políticos. Siento levantar el fascismo en forma de manifestaciones españolistas en la que se infiltran grupos ultras.

Siento provocarte tantas molestias y que no tengas el camino limpio y expedito para tu revolución. Siento haber enturbiado tu ruta blanca, inmaculada y sin levantar pasiones en la contra de tu asalto a los cielos. Siento ser un obstáculo por luchar en cada ocasión y hacer que el poder reaccione. Supongo que tu lucha homeopática llena de retórica es el camino de verdad, el que no levanta ampollas pero produce todos los cambios.

Solo te pido que te pares unos minutos a pensar. Cuando tu lucha no levanta ninguna reacción. Cuando tu lucha hace que los aspectos más oscuros del poder se queden cómodamente mirándote desde la tribuna. Cuando el fascismo enquistado en las instituciones se siente tranquilo con tu lucha. Puede ser porqué en el fondo tu lucha es del todo inocua y puramente retórica.

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