El nou govern de la Generalitat, repiten los responsables de las retallades


La semana pasada Artur Mas presentó el nuevo ejecutivo. El PSC hizo tres valoraciones separadas, una de su portavoz de partido (aprovechando el discurso institucional del President), la del primer secretario y presidente del grupo parlamentario (que no está nada mal), y el ya acostumbrado desliz dialéctico del portavoz del grupo parlamentario (sic!).

Mi valoración coincide bastante (algo raro) con la de Navarro. Aparentemente Mas, teóricamente condicionado por el acuerdo con ERC, ha hecho un govern donde han entrado perfiles más soberanistas y supuestamente más progresistas. La entrada de Neus Munté como consellera de benestar i familia, me gusta en lo personal y confío en ella, pero temo que va a tener que tomar decisiones muy alejadas a sus posicionamientos políticos. Los presupuestos mandan, y el gobierno no deja de ser de talante conservador. Así que más que me pese por ella va a tener que comerse bastantes marrones y seguramente se va a enfrentar a algún recorte, en partidas que afectan precisamente a la gente que más está sufriendo. Espero que no sea recordada como la consellera que recortó el PIRMI.

Pero en general el talante progresista de los nuevos fichajes no deja de ser una cortina de humo en lo que para mi me parece lo más importante: los consellers de los recortes se quedan, Boi Ruiz en sanidad o Rigau en ensenyament, o como no Mas Colell en economía. Por mucho que a Lucena (portavoz del PSC) le encante este conseller, a muchos no. Es el conseller de los recortes, el que decidió que el impuesto de sucesiones era eliminable, o el que se ha negado a hacer recortes en la administración VIP. Aunque, ahora, condicionado por el acuerdo de ERC vaya a aplicar algunas de las medidas para evitar recortes que se le lleva pidiendo desde la oposición, no dejan de ser el equipo que ha degradado el estado del bienestar en Catalunya. Solo por las apariencias ninguno de los tres tendría que haber repetido.

Por otro lado está Felip Puig, que es movido de Interior a Empresa. Supongo que no tratará a los sindicatos y las patronales como a los manifestantes del 15M de Pl. Catalunya… al menos ya no está al mando de los Mossos. A pesar de ello, por mucho que ser conseller de Interior es muy complicado y casi todos los que pasan por esa cartera terminan quemados (¿alguien se acuerda de Saura?), su gestión ha sido lo suficiente polémica y llena de muchas manchas y dudas que lo mejor sería que no hubiera repetido. En este sentido Mas hace un guiño al ala dura de su partido.

Mas realmente sabe que ha de contentar al sector negocis de su electorado que tiene cierta alarma por el acuerdo con ERC y de ahí que mantenga los consellers de los recortes, y por otro lado dejando a Puig en el govern también envía un mensaje de cierto continuismo en la línea de mantener el orden en las calles que tranquiliza a parte del electorado convergente. De ahí que la entrada de los consellers “más progresistas” quede bastante apantallada.

Por otro lado, se lanza directamente a una apuesta soberanista casi sin fisuras, a pesar de que su electorado no está tan claramente escorado. En ese aspecto el President Mas, arriesga demasiado.. le convendría tener una carta al lado y haber mantenido al último conseller roquista. Y es que la ambigüedad de CiU, y especialmente la tibieza de Unió, siempre le ha servido a CiU para poder mantener el equilibrio que necesita para ser creíble a su electorado.

Solo les deseo que no lo hagan tan mal como en la anterior legislatura…  que logren renegociar con el estado que el recorte de gasto público sea lo más bajo posible y que las pinceladas socialdemócratas que ERC ha conseguido meter en política fiscal realmente sirvan.

Deja un comentario