El parque natural de los Bocamolls de l’Empordà

Ahora que estamos en época de vacaciones y podemos disfrutar de algunos parajes de nuestra geografía os haré una recomendación. Uno de los parques naturales que podemos gozar en nuestro país es el del “Parc Natural dels Bocamolls de l’Empordà”. Recientemente antropólogos y naturalistas han logrado su reconocimiento y protección para albergar una especie que ha tenido mucha relevancia durante estos meses y que todo y no estar en peligro de extinción (estamos viendo que se reproduce con fuerza) se ha querido crear este parque para poder disfrutarlos en su entorno natural sin la amenaza de sus depredadores naturales.

Los Bocamolls todo y creerse que es una especie de homínido nueva, la antropología actual lo considera parte de los humanos anatómicamente moderno. Es muy difícil diferenciarlos del resto de los humanos excepto si les abres una cuenta en twitter o les colocas un micro delante. Tienen grandes habilidades sociales, al menos en apariencia, porqué están conectados con todos los personajes importantes de la política catalana. O eso dicen. También una capacidad creativa superior a lo normal y sufren de amnesia selectiva que les hace olvidar la coherencia de lo que han dicho o su concordancia con los hechos que han ido sucediendo. Algunos psiquiatras han confundido la habilidad con patologías como la amnesia clínica o ciertos transtornos alucinatorios, pero al darse sólamente con elementos relacionados con el “procés” hoy en día se considera que es una habilidad que la selección natural ha ido favoreciendo. Otra de sus características es la necesidad de un suministro llamado “egolatrina” que solo consiguen a través de la admiración del resto de humanos.

A nivel más superficial se les puede identificar especialmente porqué en su comunicación suelen incluir frases como “ya lo sabía”, “lo había dicho”, “no puedo decir más”, “pasarán cosas”, “lo tenemos a tocar”, “hay contactos seguros con algunos países importantes” o “jugada maestra”. Su etología es muy parecida a la de los humanos anatómicamente modernos de los que son una subespecie muy concreta. No hay que confundirlos con el “homo cuñadiensis” que es una variante del homo heilderbengensis que pululaba hace 300.000 años por Europa. Las poblaciones de cuñadiensis remanentes se cruzaron con los humanos anatómicamente modernos y los neardenthales creando los primeros problemas de convivencia en las largas noches de invierno frente a la hoguera comunitaria.

En nuestro caso los Bocamolls son una subespecie prácticamente indiferenciada en su aspecto, etología y forma de comunicación de los humanos modernos, lo cuál les hace especialmente hábiles a la hora de crear lo que realmente los diferencia: “los invents”, o como se decía antaño “trolas como cacerolas”. Estos invents suelen hacerlos de tres formas y diferencia las tres variantes de Bocamolls, o bien crean hilos de tuitter con extrañas conclusiones, o bien en actos en los que atraen la atención de otros humanos anatómicamente modernos, de los que necesitan su admiración para poder sobrevir, o bien hacen grandes aspavientos y dicen que harán grandes gestas de las que luego nunca dan muestra real de realizarlas.

Los “invents” suelen comenzar con una aseveración de este tipo “tengo información, pero no os puedo decir toda”, “van a pasar cosas sorprendentes los próximos meses” o “En Europa están observando la deuda española”. En ellos desgranan una historia ambigua pero inspiradora en la que, con mayor habilidad que la del “homo cuñadiensis” explican una serie de posibilidades de sucesos sorprendentes. Los Bocamolls tienen una habilidad para activar ciertos circuitos neuronales de compensación y gratificación en su audiencia que limitan la capacidad del hipocampo de recurrir a la memoria y recordar como anteriores “invent” nunca se cumplieron, de ahí su éxito y como las mismas víctimas que fueron depredadas por Bocamolls con anterioridad puedan nuevamente caer ante otros invents.

Entre los Bocamolls hay tres subespecies, el “Bocamoll tuitfilensis” que expresa sus invents en hilos de tuiter, el “Bocamoll milhomensis” que tanto en entrevistas como en tuiter dice que haría cosas que después no acaba de hacer y el “Bocamoll santividalensis” que suele expresar sus invents en actos presenciales donde depreda a otros humanos.

En todo caso el nuevo parque natural dels Bocamolls de l’Empordà, y su versión digital en tuitter, es una iniciativa que permitirá conocer esta nueva subespecie que pulula por nuestra geografía sin interferencias de sus principales amenazas el “Hemerotecasaurus Digitaliensis” un remanente digital de la época en que leíamos en papel y el “Críticum Objetivis” o más conocido como “torracollons meridional”, una ave de la familia de los passeniformes que se dedica a dar picotazos a los Bocamolls cada vez que intentan hacer un invent.

Una buena noticia para aquellos antropólogos y aficionados a la diversidad humana que amamos al ser humano con todas sus glorias y defectos.

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