Ideas rápidas sobre los resultados de VOX en las elecciones andaluzas


España, lamentablemente se normaliza con respecto a Europa y la extrema derecha tiene representación

Primero, España se normaliza y no es bueno, un partido de extrema derecha ya tiene representación en un parlamento regional. Solemos hablar que PP y Cs son partidos muy retrógados, pero aún así no representan el mismo espacio que VOX, el FN francés y el resto de partidos autenticamente reaccionarios y antiliberales que hay en Europa. Siendo el PP y C’s partidos que cuesta asemejarlos a los partidos que provienen de los principios de las democracias liberales, no representan exáctamente lo mismo que VOX. Este es claramente un partido de extrema derecha y fascista. Cierto es que los tres son partidos reaccionarios y con tintes antiliberales, demagógicos, racistas, antifeministas, nacionalistas españoles.

 

Centrar la campaña en el anticatalanismo favorece a los más anticatalanistas

Segundo, el error del PP y PSOE de hacer del anticatalanismo un eje de la campaña, ha beneficiado a los partidos que en el imaginario andaluz representan más la lucha contra los independentistas catalanes: VOX y Cs. Casado parece que va a ser un lastre para el PP ya que su discurso retrógrado (incluso para los estándares del PP) le va a impedir generar un espacio de derecha democrática y liberal. Si intentas ser VOX o Cs al final beneficias VOX o a Cs.

El voto a partidos de extrema derecha suele centrarse en clases populares empobrecidas

Tercero, en espera de un filtrado de los resultados por circunscripción y las encuestas postelectorales para hacer la afirmación con toda contundencia, pero el votante típico en Europa de partidos como VOX son clases populares. Estas los votan por diversos motivos, el principal es que el ascensor social no lo ven y consideran roto el contrato social porqué o bien hace mucho que no tienen trabajo o este es una mierda. Además se sienten amenazados en el acceso a los escasos recursos públicos por personas que están en situación de mayor vulnerabilidad que ellos, los inmigrantes. La política de recortes, pero especialmente el mensaje que los servicios públicos son limitados y un bien muy escaso lleva a la competencia social entre ellos de los grupos sociales más empobrecidos.

Sumemos estos motivos a la amenaza a su identidad española tienen por el proceso independentista. Esta gente vota reacción, los gritos de “A por ellos” se han transformado en votos a VOX y en parte a C’s. En Andalucía el nacionalismo español reaccionario vota a VOX y en Catalunya votan a Cs.

 

Como derrotar al fascismo volviendo a reconectar con la base que ahora le vota

En Europa la única forma de derrotar efectivamente el fascismo es reconquistar sus bases electorales creando un contrato social europeo nuevo. El fracaso de la socialdemocracia y del modelo del estado del bienestar, la victoria del neoliberalismo y la crisis política, económica y sistémica europea ha llevado al auge de los fascismos y de la reacción. Es un proceso cíclico y siempre han sido clases populares empobrecidas las que han alzado a populistas y fascistas. Para combatir el fascismo, en Andalucía deberían haber trabajado hace tiempo en facilitar la creación de empleo y un mercado empresarial y laboral de más calidad. El estado del bienestar andaluz está bien desarrollado en comparación a otras regiones, y más en comparación a la riqueza que genera, pero el problema está más en la pre-distribución del mercado laboral y la capacidad de generar espectativas de futuro. En Catalunya una parte del voto reaccionario (en este caso a C’s) se ha de centrar en hacer funcionar el ascensor social y en devolver la credibilidad en el estado del bienestar.

La épica de barrio sin empoderamiento lleva a blanquear valores reaccionarios

Otro de los elementos que hay que hacer crítica es la exaltación que hace cierta izquierda de la épica del barrio y de los valores del lumpen proletariat frente a los valores liberales de clase media. Esa épica si no va acompañada de elementos de empoderamiento de estas clases, como un discurso sindical o de lucha vecinal, y se hace desde o bien cierto paternalismo o bien cierta folklorización de esos valores lo único que provoca es el enquistamiento de una identidad reaccionaria. Realmente los valores del lumpen proletariat (del que yo mismo procedo) cuando carecen de aspectos de empoderamiento y se hace épica de barrio y a veces incluso de la miseria tienen más de reacción que de revolución, suelen tener elementos antiliberales y son una base clara para que crezca la extrema derecha. El rechazo de los valores de las clases medias, que son valores liberales, como reacción del lumpen proletariat no suele dar buenos resultados. La extraña añoranza que tiene cierta izquierda barcelonesa de los años 80, cuando los barrios eran “auténticos”, no deja de ser un caldo de cultivo peligroso de una serie de valores que como sociedad no nos favorecen.

La identidad española, frágil y amenazada.

Por último. Es muy fragil la identidad nacional española cuando solo se siente segura si las naciones que tiene sometidas siguen calladas. Que el tema catalán estuviera en la campaña andaluza no es por motivos económicos, o de valores democráticos. Es simplemente nacionalismo español, y nada banal, sino explícito. El nacionalismo español y la identidad nacional española parece que mayoritariamente se concibe desde la negación de otras naciones e identidades. Un nacionalismo más sano, menos neurotizado, no necesita negar otras identidades, ni negar que estas naciones puedan hacer su proyecto político si lo desean. Igual que el nacionalismo reactivo español en Catalunya se siente amenazado por unos lazos amarillos, el nacionalismo español en el resto del estado tiembla ante la posible independencia de Catalunya. Todo y tenerlo muy difícil los independentistas, al parecer al menos para el imaginario del nacionalismo español, la independencia de Catalunya es una posibilidad real a la que temen.

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