Islas de legalidad y democracia (Eurovegas-reloaded)


Uno de los debates que hay detrás de Eurovegas no está solo las externalidades negativas que esa actividad nos puede generar, o si es el “modelo industrial” que queremos. Para mí ese debate es secundario, en democracia nos puede parecer atroz que alguien gane dinero matando cerdos y haciendo chorizos con ellos, pero mientras sea legal, lo haga bajo las leyes que regulan el trato a animales de abastos y además cumpla con las normativas y pague sus impuestos no podemos más que aceptarlo o bien intentar cambiar las leyes que esto lo regulan.

Nuestra moral privada no puede regular la actividad económica que hay en nuestro país, ya que “la moral social” esta se expresa en normativas y legislaciones y en menor medida jurisprudencia y costumbres. Desde Rawls que tenemos herramientas intelectuales para analizar como las democracias liberales elaboran sus normas y estas se justifican. No hace falta ahondar mucho.

Pero el tema no es exactamente si queremos “Furcias y juego” como dice Bender, es si queremos hacer X en una isla de legalidad. Llámase X a cualquier actividad. Y es lo que significa Eurovegas. Ya lo escribí hace unos meses, pero al parecer es algo que se olvida rapidamente.

Cuando juego, todavía prefiero online slots UK porque oculta mi identidad y evita cualquier escándalo que pueda ocurrir en el casino. Eurovegas NO me gusta basicamente, no porqué mi idea fantástica de como se ha de ganar la vida la gente sea en cosas más productivas o me moleste que paseen señoritas en ropa interior y que los ludópatas arruinen las cuentas familiares ante una ruleta. Me molesta porqué su promotor exige una isla de legalidad: suspensión de la ley del tabaco, de horarios comerciales, de la ley del menor, de las leyes laborales y de las leyes fiscales. Incluso de las leyes de control de capitales por las que seguro que la UE nos haría caer varias multas.

Hay quien puede ver que permitir que haya prostitución bajo techo, cierto mamoneo legal con cantidades limitadas de pasta, permitir fumar en centros de concurrencia pública o que los menores puedan pasear por el casino con la tutela de un adulto no lo vean mal. Cada uno tiene su moral privada, la mía seguro que tiene cosas que escandalizarían a más de uno, pero mi bara de medir lo que está permitido en democracia no está en mi moral privada, sino en lo que hemos construido entre todos: una legislación y unos principios del derecho que compartimos.

Si no fuera así, los carcas que ven que una pareja gay se bese en la calle como algo maligno podrían imponer su moral al resto.. y yo la mía. Y os aseguro que en ese mundo no os gustaría vivir.

Y es que las islas legales tienen muchos problemas. El primero es que estas no se contruyen en base a lo que las leyes en la democracia. No se basa en principios compartidos, ni en mecanismos democráticos de toma de decisiones, ni en el interés general. No puedo participar en la construcción de esa isla legal de la misma manera que hago en democracia. Si tengo pasta y puedo convencer a un político (idiota, corrupto o las dos cosas) que me permita tener esa isla legal, haré aquello que yo crea que puedo llegar a imponer.

Hay argumentos a favor de permitir todas las exenciones legales que pide Eurovegas. Que hay mucho paro, que hay gente sin trabajo, que traerá riqueza, etc.. Sí, es posible que Eurovegas traiga muchas cosas buenas… igual que lo hacen los empresarios del juego en Catalunya que cumpliendo las leyes hacen eso, generan empleo en el mismo sector y yo puedo incidir en su actividad a través de leyes democráticas.

Ese argumento llevado al extremo podría permitir islas legales de todo tipo. Por ejemplo, imaginémonos que yo tengo una idea de negocio pujante, unir a tipos que no tienen dinero y dos riñones sanos, con tipos que no tienen ni uno sano pero tienen dinero. En mi isla legal pido al gobierno que me permita la compra venda de órganos y en ella hago las operaciones de transplante donde un señor le compra el riñón a otro. Es un intercambio voluntario entre dos adultos, ¿no? y además hay mercado. Yo solo hago de mediador, e incluso pagaría impuestos y generaría puestos de trabajo.

Otra idea de negocio que tengo es juntar personas que desean jugarse su vida por dinero y otros que desean cazar humanos a cambio de pagar una morterada. Un pobre de solemnidad podría tener la oportunidad de su vida de salir con un fajo de billetes, y si no es él, su familia si no sobrevive y otros divertirse disparando contra un tipo que huye de ellos. Hasta lo haría con cierto arte y daría suficientes oportunidades para que el que es presa voluntaria tuviera posibilidades de escapar de verdad. Sería deportivo… pagaría mis impuestos y todo.

Puedo inventarme muchos ejemplos de islas de legalidad: espectáculo de luchas a muerte entre dos personas que voluntariamente deciden participar, campos de entrenamiento de lucha armada e insurgencia, la capacidad de generar modelos de negocio saltando las legislaciones es infinita. Y creando riqueza “hoygan”.

Excepto a los anarco-capitalistas más cenutrios del mundo ( y haberlos, los hay) estos ejemplos seguro que le despiertan un “algo” intuitivo de que no es el mundo donde desean vivir. Ese es el problema que veo en Eurovegas, no un lugar de juego, lenocionio, vicio y poco valor añadido, sino una isla de legalidad donde podemos permitir que los menores jueguen y mañana bajo las mismas excusas podemos permitir que estos se prostituyan. Y es que una vez que abres una isla de legalidad en tu territorio, no hay excusas para aplicar la ley y los principios democráticos y del derecho de la que emanan en el resto.

4 comentaris a “Islas de legalidad y democracia (Eurovegas-reloaded)

  1. Abre una isla de esas y vendrán más, es de lógica y además que los beneficios (aparcando también mi moral en cualquier lugar lejano) seguramente no son tantos, los que quedan en el territorio, quiero decir, aunque de eso se ha hablado de sobras.
    Interesante y necesario post. Un saludo

  2. Abre una isla de esas y vendrán más, es de lógica y además que los beneficios (aparcando también mi moral en cualquier lugar lejano) seguramente no son tantos, los que quedan en el territorio, quiero decir, aunque de eso se ha hablado de sobras.
    Interesante y necesario post. Un saludo

  3. No son sólo las leyes. Yo no estoy a favor de que un complejo como Eurovegas esté prohibido por ley, por ejemplo. Hay casinos, y entiendo que los haya; en Port Barcarès (Rosselló) hicieron uno en un barco varado ( http://histoireduroussillon.free.fr/Thematiques/Batiments/Histoire/Lydia.php ), el de Peralada tiene caché y buena imagen ( http://www.casino-peralada.com/cast/index.asp )… A mí no me molesta que haya casinos y gente que juegue. Lo que me molesta es perder la zona natural y de uso agrícola interior del Prat de Llobregat. ¿Es ilegal un aeropuerto? No, pero no quisiera que se construyese uno en el Delta de l’Ebre. ¿Es ilegal una discoteca? No, pero prefiero no tener una debajo de mi casa. ¿Es ilegal un complejo de ocio? No, ni debería serlo, pero las cosas no sólo se deberían hacer porque se puede. Un empresario privado puede pensar sólo en el negocio si así lo desea, pero el gobierno tiene que dar permiso para el uso de su suelo teniendo en cuenta el interés general. ¿Dónde está el análisis de ventajas e inconvenientes, y no sólo económicos?) Eso es lo que a mí me ha fallado con el tema de Eurovegas. De forma automática, y casi por inercia, se ha asumido que el proyecto tiene que ser “por supuesto” positivo. Es esa inercia mercantil, de lógica automatizada hacia la consecución de más dinero, lo que me molesta que mi gobierno aplique sin más; y la que yo como ciudadano replico. No tengo nada que decirle a Adelson, a los jugadores usuarios de casinos, ni siquiera a las prostitutas; pero sí tengo que decirle al gobierno de Cataluña que me parece lamentable esta sumisión incondicional a la mercancía. Es lo que intenté expresar en su día (http://horitzons.blogspot.nl/2012/04/eurovegas-i-lholograma-duna-ma.html, http://surcalatierra.blogspot.nl/2012/04/eurovegas-y-el-vestido-nuevo-de-la.html ).

  4. Pingback: Eurovegas go home!

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