Los glaciares pirenaicos retroceden en este verano a pesar del excepcional invierno nivológico

Este invierno, debido al ciclo de la Niña, hizo bastante más frío que años inmediatamente anteriores. Además, el frío se juntó con un año en el que las precipitaciones han sido algo más generosas y por lo tanto el Pirineo gozó de un nivel de innivación excepcional.

glaciar-taillonGlaciar de Taillón, cubierto de la nieve caída a inicio de esta temporada. Es uno de los que más ha retrocedido en las últimas décadas, de un puñado de decenas de hectareas en la década de los 80 a una extensión inferior a 1 hectárea actual.

Recordemos lo que decían los negacionistas este invierno

De ello dieron cuenta todos los negacionistas de turno. Antón Uriarte por ejemplo citó la excepcionalidad de la innivación para justificar que los glaciares pirenaicos no estaban en recesión en los últimos años y que todo era fruto del ciclo normal de expansión y contracción de los glaciares en el mundo, cosa que literalmente era falsa. Por otro lado, el blog negacionista “Desde el Exilio”, también citaba al segundo por la fuerte innivación y denostaba el artículo (este bajo Peer-Review) que indicaba que los glaciares pirenaicos estaban en franco retroceso.

Un año de fuertes nieves, invierno frío, toneladas de nieve encima de los glaciares pirenaicos, todo enlaza muy bien con las tesis del negacionismo: la variación anual sirve para refutar el calentamiento global.

llardanaGlaciar de Llardana, en el Posets a inicios de Septiembre, se puede apreciar el estado de hielo vivo sin nieve de la temporada en su cubeta.

Volvemos a insistir en el tema: el calentamiento global se nota en una perspectiva de décadas, no de año a año.

El calentamiento global no se nota de un año para otro, la influencia de los gases invernadero imponen una modificación de las temperaturas globales, al ritmo actual, de una décima de grado por década. La variabilidad interanual se ve afectada por más fenómenos, desde la variación de radiación solar que sigue ciclos completos de 11 años (hay unos 5,5 años entre máximo y mínimo), a los flujos de intercambio de energía térmica entre la superficie y el fondo oceánico regido por ciclos como el Niño-Niña. Si un año nieva más que el anterior o menos que el anterior, se deberá en una parte ínfima por el calentamiento global, en cambio si en una década las nieves llegan menos lejos que en la década anterior sí que es debido al calentamiento global.

El error de intentar justificar o refutar el calentamiento global por un mal año o por un día muy frío es como confundir climatología con metereología, esto va por la prensa que se suma a cualquier récord de temperaturas en Cuenca como para los negacionistas que hacen lo propio, pero a la inversa, para indicarnos que ha hecho mucho frío en Vitoria. El problema de esta estrategia es que al igual que hay años o meses especialmente fríos también los hay especialmente cálidos. Este año climatológico ha tenido ambas cosas: un invierno muy frío y con mucha innivación y un verano muy cálido. Regidos básicamente por el cambio de ciclo Niño-Niña. Por tanto las “alegres” conclusiones de los negacionistas que veían en las cimas pirenaicas llenas de nieve una refutación al calentamiento global se pueden invertir en este verano.

Glaciares pirenaicos en retroceso a pesar de la gran cantidad de nieve caída este invierno

Medir el tamaño de los glaciares pirenaicos es algo más complicado que el de los hielos marinos del ártico. Primero de todo, porqué la cobertura de glaciares no coincide necesariamente con la cobertura nivológica. Un año en concreto la nieve puede estar sin derretirse en la temporada estival en una congesta y formar un ventisquero y no por ello formar un glaciar. El glaciar se forma al acumularse año tras año, nieve que no se derrite en la temporada estival y esta se compacta, forma una masa de hielo que fluye formando una cuenca glaciar y eventualmente lenguas glaciares. El glaciar además es algo dinámico, está formándose (normalmente durante el invierno) con la nieve que se compacta y se acumula en la cuenca glaciar y deshaciéndose en verano mediante la licuación del frente glaciar y la sublimación de la superficie del glaciar. Los glaciares pirenaicos son muy pequeños, prácticamente todos excepto uno, el de Vignemale, no se puede decir que tengan lengua glaciar y son glaciares de cubeta (es decir que la ablación (licuación y sublimación), se dan casi en el mismo lugar que se genera la acumulación de nieve de año en año). Una forma de medir el tamaño de un glaciar es con mediciones in situ, que sondeen la nieve y encuentren los puntos donde el glaciar está ya formado y donde estamos hablando de nieve del mismo año acumulada, otra forma es esperar un verano excepcionalmente cálido que liquide toda la nieve de la superficie y nos deje el glaciar “abierto y en hielo vivo”, entonces lo que vemos es todo la superficie del glaciar.

La dificultad de medir los glaciares pirenaicos hace que no podamos tener gráficas de evolución al estilo de las que elabora el NSDIC sobre los hielos árticos. Los glaciares se miden cada septiembre, y estos indican que los glaciares pirenaicos están, como los de casi todo el mundo, en pleno retroceso.

Si durante el verano no se derrite toda la nieve que cubre el glaciar, esta se termina acumulando y formando parte de él haciéndolo crecer, pero esta puede compensar o no la licuación que ha habido en las zonas más bajas del glaciar (el glaciar puede estar cubierto por una gruesa capa de nieve, pero en su frente unas decenas de metros por debajo estar licuándose). Lo que sí está claro cuando el glaciar está completamente abierto y en hielo vivo, es que ese año no ha habido acumulación y que el glaciar sólo ha podido retroceder. No queda nieve de esa temporada que se acumule y que haga recuperar la cantidad de hielo derretido, y además esa nieve no protege al glaciar de la sublimación (evaporación del hielo sin pasar por estado líquido). Ese año el glaciar ha perdido masa, y de toda la nieve acumulada en invierno no queda nada al final del verano que le ayude a compensar las pérdidas.

Glaciares abiertos y en hielo vivo durante la temporada estival

Y eso es lo que ha ocurrido este año en el Pirineo, siendo un año excepcionalmente nivológico, toda esa nieve no ha tardado nada en deshacerse (rellenando eso sí, los pantanos), y no ha quedado nada que alimente los glaciares. Todos los principales glaciares pirenaicos han terminado abiertos y en hielo vivo. Hasta el punto que el glaciar del Aneto, por citar uno, han vuelto a aparecer las grietas tan abiertas como no se veían de tal forma desde el 2003. El listado de glaciares que han quedado completamente abiertos incluye los principales del Pirineo: Posets, Maladeta, Tempestades, Vignemale (Ossue), etc… Otros prácticamente ya están desaparecidos y no sobrevivirán a mediados de la próxima década: el día (que es bastante probable que se dé en los próximos dos o tres años) que el pequeño grupo de seracs del glaciar de Gaube se desprenda no volverá a formarse, el “glaciar” del Bachimala ya no pasa de ser un pequeño ventisquero (un glaciar activo y vivo tan sólo en 1998) y los glaciares de los Gabietos y Taillón tienen los años (no ya las décadas) contados. No hablo de glaciares que existían en el siglo XIX cuando comenzaron a medirse, sinó de glaciares que eran relativamente sólidos en los años 80 y de los que ahora nos queda más que un ventisquero semipermanente o ni eso. Hablo de la desaparición de glaciares que existían y tenían bastante extensión para ser significativos cuando yo ya había nacido y que ahora, 32 años después ya no existen, en estos años se ha perdido más de la mitad de masa de hielo pirenaico. Hablo de glaciares que desaparecerán antes de que me jubile, muchos antes de que yo entre en la cuarentena. No que simplemente retrocederán, sinó que no quedará de ellos más que una cubeta pelada, con algún ventisquero que aguantará hasta casi el final del verano. Hablo de glaciares que, como el de Gauve, se podrá visualizar su desaparición final en una caída catastrófica de sus últimos seracs en un lapsus que no superará el quinquenio.

No hablemos ya de que este año han quedado expeditos y libres de nieve todos los pasos que clásicamente han tenido ventisqueros permanentes o semipermanentes: la escupidera del Perdido ha estado limpia desde Julio hasta hace unos pocos días, cuando lo normal es que mantenga nieve durante 11 de los 12 meses, la canal fonda del Posets era practicable sin pisar nieve durante toda la temporada estival, por tan solo citar algunas de las vías que suelen acumular nieve hasta bien entrada la temporada estival.

La nieve acumulada en invierno en el Pirineo (prácticamente el doble de la que había caído años anteriores) no ha sobrevivido, si un año de excepcional innivación los hielos pirenaicos retroceden es un indicador de que las temperaturas ese verano han sido bastante altas (de hecho son las segundas más cálidas del registro histórico y la predicción es que esta tendencia siga al ir madurando el fenómeno del Niño).

De ello, los negacionistas no dicen ni pío

Ahora que comienza la temporada de innivación es bueno recordar, antes de que los negacionistas salten a la palestra porqué ha habido un récord local de nieves en Soria, o porqué en un pueblo del Pallars han alcanzado el récord histórico de temperaturas más bajas, que la influencia del calentamiento global se nota década tras década y no, como prentenden hacernos creer los negacionistas de un año para otro. Y que su análisis de temperaturas puntuales (sin considerar la evolución década tras década) está plagada de contraejemplos y contradicciones. Al final, lo que queda son glaciares en retroceso, que década tras década son más pequeños y desaparecen, que los récords de innivación excepcionales no ayudan a recuperar, y que si has mirado como ha nevado en invierno es bueno mirar como queda todo al final de la temporada estival. No sólo utilizar los datos para arrimar el ascua a tu propia hoguera. No hacerlo, es como he dicho siempre, falta de honestidad intelectual.

En la lógica de lo que escriben los negacionistas, si lo que ocurre en un verano o un invierno refuta o confirma al IPCC y el calentamiento global, debería ocurrir que si un invierno es excepcionalmente frío es indicador que el calentamiento global se ha parado, un verano más cálido debería ser indicador que el calentamiento global se ha vuelto a poner en marcha. Vuelvo a decir que esa postura es un absurdo, modificaciones del orden de décimas de grado en una década no se hacen notar con intensidad en la variación interanual y debemos centrarnos en cómo evoluciona la media de temperaturas de la década para poder hablar de refutaciones o confirmaciones de los modelos climatológicos que contemplan el calentamiento global provocado por las emisiones de gases invernadero.

Pero los negacionistas no, insisten en los análisis interanuales. El problema está, es que ni siquiera son leales a sus propio sistema de análisis, ahora que este análisis les quitaría la razón no lo realizan. ¿Han visto algún artículo al respecto en el blog de Antón Uriarte o en alguna web anglosajona negacionista?

Obviamente No.

Su estrategia no es la de acercarse a la verdad científica, o de intentar comprender un fenómeno. Yo ya hablé en mi blog del excepcional invierno, en cambio ellos no hablan de que toda esa nieve no ha permitido el crecimiento de ningún glaciar pirenaico y que estos este verano han retrocedido. Puede ser porqué Antón ya no está para patearse muchas montañas o porqué Desde el Exilio escribe desde Alemania y por tanto no puede pararse a mirar como están los glaciares pirenaicos.

No voy a pedirles, como ellos mismos hacen con los climatólogos que publican artículos en la línea del IPCC, que para opinar de los glaciares pirenaicos vayan ellos mismos a medirlos u observar in situ su evolución. Pero sí que les agradecería, tal y como yo hago cuando analicé el pasado invierno frío, que si escogen una línea de análisis ellos sean coherentes con esta.

Sinó, sólo puedo llegar a la conclusión que su interés, es justificar una posición ideológica, por ello los datos negativos son literalmente obviados de sus análisis.

4 comentaris a “Los glaciares pirenaicos retroceden en este verano a pesar del excepcional invierno nivológico

  1. Dado que en los telediarios con cada ola de calor, gota fría o huracan se hace referencia al cambio climático, es normal que los negacionistas aprovechen cada incremento del volumen de nieve en invierno para arrimar al ascua a su sardina de la misma forma que cuando el glaciar retrocede en verano tu la arrimes a la tuya.

    Utilizar de “negacionista” para referirte a un tio con este curriculum de publicaciones:

    http://www-eaps.mit.edu/faculty/lindzen/PublicationsRSL.html

    es un buen comienzo para justificar que los otros aprovechen cada nevada para atizaros con ella.

    ¿Crees que el nivel argumental de los negacionistas es peor que el de “El País”?

  2. También critico la mala praxis de los medios para achacarle todo al calentamiento global. Este verano hace más calor que el verano pasado y NO es por el calentamiento global, es por el inicio del ciclo del Niño, y este invierno será bastante más cálido que el anterior y no es por el calentamiento global sinó porqué el año pasado estaba en apogeo el ciclo de la Niña.

    Lo he criticado, por ejemplo aquí:

    http://www.joserodriguez.info/bloc/?p=1332

    Y sí que he de ser más exigente con un Uriarte a la hora de hacer “divulgación” científica o de quienes intentan mostrarse como valedores de una verdad científica oculta por los medios. El Pais tiene ya sus cruces por las que pagar y se le supone una línea editorial. En cambio personas como Uriarte que van con patina de científicos o como Desde el Exilio que se escudan en ser valedores de esa verdad científica oculta, deberían tener un mayor grado de honestidad intelectual y científica.

    Pero sobre Lindzen, sí un currículum impresionante, como el de Spencer, lamentablemente ninguno de sus papers refuta las tesis del IPCC, y como no.. lo que haga un tipo en su actividad opinativa puede ser distinto a su actividad como científico. En la segunda, yo no puedo entrar a denostarla o refutarla, la acepto porqué la comunidad científica la acepta (es la delegación en el experto) y he de dar como válidos sus papers mientras no haya otros posteriores que lo refuten. En la primera en cambio sí que puedo entrar a atacarla, y considerarlo negacionismo, cuando, como en el caso de Spencer se demuestra que su “web” está completita de falacias (incluyendo de rebote al amigo Lindzen)

    http://www.joserodriguez.info/bloc/?p=2210

  3. Existe calentamiento, lo que no está demostrado es que sea por culpa de la actividad humana.

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