Nieves tardías en el Pirineo

De forma tardía, pero por fín la nieve hace acto de presencia y en ciertas cantidades en el Pirineo oriental catalán. Mientras que el invierno ha sido nefasto, con pocas precipitaciones y en general poco frío que ha dado lugar a muy poca nieve en todo el Pirineo oriental, en plena primavera ha aparecido la nieve con todo su explendor.

Este lunes pasado intentamos atacar Jorge, Isa y el menda el Puigmal… creo que la cima de alta montaña que más veces he subido, incluso en condiciones invernales. Subimos a Núria y desde allí nos lanzamos a remontar la riera del Finestrellas para luego girar por la Coma de l’Embut en la ruta clásica y más evidente para ascender el Puigmal.

Mala idea… todo el fin de semana de precipitaciones había dejado varios palmos de nieve mala, de esa que se mezcla con el terreno haciendo una capa de nieve y barro muy resvaladiza, de esa nieve primavera sin aposentar en la que cuesta progresar en subida y en bajada transforma todo en toboganes. No llegamos ni a la Coma de l’Embut, a partir de 2.200 metros era intransitable y bajar suposo un verdadero esfuerzo; ni plantearnos el remontar la Coma hasta el inicio de la tartera (2.600 m) y menos aún subirla con esas condiciones hasta los 2.900 metros de la cima del Puigmal. De hecho, ese día no había nadie, excepto nosotros intentando subir montañas de forma más o menos coherente en toda la olla de Núria.

Al menos pudimos ver como nunca, Isards, más cerca de lo que jamás he visto ya que la nieve les hacía bajar la cota para buscar pastos y comida, y disfrutar de una torpe ascensión fallida.

La acumulación de estas nieves tardías no han supuesto una noticia muy sonada… Sí, los pantanos se han ido llenando un poco más, lo justo para salir de la alerta 2 y pasar a la alerta 1, pero poco se ha dicho del incremento de las reservas nivales. Y es que sobre la nieve poco interesa cuando ya ha pasado la temporada de esquí. De hecho, incluso los propios montañeros han hecho poco caso a estas nieves… ya que la primavera es una etapa muy rara… la nieve no es exactamente la mejor para las ascensiones invernales, y tampoco es buena época para los que nos gusta más las ascensiones veraniegas sin grampones ni piolets… y menos este fin de semana en el que estábamos inmersos en una constante borrasca que hacía que no parara de nevar.

La nieve en Mayo no es una curiosidad, ni es algo que tenga que ver con el calentamiento global… En alta montaña pirenaica puede nevar hasta en agosto si se dan las condiciones adecuadas y no es de extrañar que podamos ver neveros bien entrado Junio o Julio… las temperaturas pueden bajar de golpe aún en pleno verano y sufrir un tiempo de perros con mucho frío, y como no…, nieve. La curiosidad puede que sea que en estas nevadas últimas haya habido mayor acumulación de nieve que posiblemente en todo el invierno. El calentamiento global hace que nuestros inviernos en nuestra zona geográfica sean algo más secos y menos fríos… de media claro. Hasta el punto de que cuando en Mayo ocurre algo tan normal como es una buena nevada durante un fin de semana, se considere una anomalía y se destaque. A estas alturas esa nieve debería haber caído sobre lo que aún debería quedar de las nevadas del invierno y no crear un nuevo manto nival casi como si fuera noviembre. Símplemente sería una nevada tardía y no “la nevada más importante” de todo el año en el pirineo oriental catalán.

No podemos hablar que este invierno ha sido así de seco y poco frío por el calentamiento global… la importancia no es lo que pase un año y en un lugar determinado, sinó como evoluciona década a década y en el conjunto del planeta, pero sí que podemos decir que a medida que el calentamiento sea más y más evidente la provabilidad de tener inviernos secos y poco fríos se hará mayor. Podremos decir que en esta década ha nevado menos por el calentamiento global… de hecho podemos decirlo ya sobre esta década respecto a la anterior y a la anterior, y es para que reflexionen algunos promotores de proyectos urbanísticos y de turismo que necesiten la nieve para funcionar: hay quien se va a comer con patatas las pistas de esquí que quiere construir. En la costa queremos gastar el agua que no tenemos y en la montaña queremos contar con una nieve que no caerá… hace falta que a algunos liberales se les recuerde que a pesar de las virtudes del mercado aún no somos capaces de poder compensar de forma efectiva y razonable los recursos hídricos y nivales que la naturaleza no proporcione.

Deja un comentario