El sindicalismo radical de los privilegiados

Todos sabéis mi beligerancia por la causa sindical. Considero los sindicatos esenciales para cualquier democracia avanzada como mecanismo que compense la desigualdad a la hora de negociar que tenemos los trabajadores (además de unas organizaciones esenciales en la democracia y la última línea de defensa del estado del bienestar). De ello he escrito varios artículos y economistas como Krugman comparten a rasgos generales mi visión. Pero los sindicatos, como los partidos políticos, asociaciones, etc… también pueden tener su cara negativa. Entre otras, a nivel del mercado laboral un sindicalismo de los privilegiados termina perjudicando a todos. Me explico, imaginémonos un sistema laboral que tuviera trabajadores (del sector privado mayoritariamente) que se encuentran en situación de monopsonio, y otros, cuyo sector está hipersindicalizado y por sus características compensan el monopsonio o tienen una capacidad de presionar a sus empleadores que supera la capacidad de los empresarios de negociación (por ejemplo, porqué Continua llegint

Artur Mas se pasa al fundamentalismo de mercado

Este pasado Martes, Artur Mas presentó una serie de medidas para combatir la crisis. 3 de ellas no muy sorprendentes: Reducir los costes del despido a través de una nueva figura de contrato laboral indefinido de indemnización de 30 días. Reducir la carga fiscal del país. Apostar por la sanidad privada. Artur Mas apuesta por el programa de máximos de la patronal en contratación La primera medida no deja de ser una medida vacía, por varios motivos: Hoy en día ya existen figuras laborales que contemplan el contrato indefinido con indemnización de 33 días por despido improcedente, y que no son muy utilizados, representan tan sólo el 15% del total de contratos realizados. Además en tiempo de crisis, pero sobretodo debido a la incertidumbre, lo que se tiende no es a una contratación indefinida, sea esta con indemnizaciones de 20, 30 o 45 días, sino a contrataciones temporales. Los empresarios Continua llegint

Respondiendo a las objecciones de izquierdas a la oposición a las 65 horas de jornada laboral

En un excelente artículo de Citoyen, que luego profundiza y aclara, plantea ciertas objecciones a la oposición a la directiva de las 60 horas. Intentaré en este artículo refutar algunas de sus objecciones, aceptarle unas cuantas y profundizar en algo por lo que el sindicalismo ha estado luchando durante ya siglos: la conciliación de la vida personal y laboral. Sobre el responsable de la directiva Citoyen muestra en su artículo una serie de objecciones a la oposición a las 60 horas. La primera y es de forma, se la he de aceptar sin ambalajes: no es la “UE” ambiguamente quien aprueba esta directiva sinó el consejo de ministros de trabajo de los estados miembros de la UE. Esto no quita nada de peso a la oposición a la directiva, porqué en contenido y en consecuencias es lo mismo, excepto en una cosa: le dá la posibilidad de que la acción Continua llegint