Salario mínimo europeo, una medida populista y dañina

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Hay días que desde la UE nos dan sorpresas. Junkers, el Presidente del Eurogrupo ha saltado con la propuesta de crear un salario mínimo interprofesional en la UE.

Hace unos años hice una serie de artículos sobre el SMI revisando artículos y estudios al respecto. El salario mínimo tiene algunas virtudes positivas:

  • Reduce el poder monopsonista del empleador al forzar al alza los salarios de los trabajadores menos cualificados, no solo el de los que están en el umbral del sueldo mínimo, sino que empuja levemente el resto de escalas salariales.
  • Podría tener un efecto positivo (muy pequeño) de incremento de las tasas de empleo, ya que algunos puestos por los que no se ofrece suficiente (pero no se quiere perder poder negociador por parte de los empresarios) podrían incentivar para que estos pudieran ser cubiertos.
  • Ayuda a compensar la falta de poder sindical en sectores con poca presencia de sindicatos poniendo un suelo a los salarios,  algo que afecta principalmente a los trabajadores más precarios, con menos formación y más expuestos a la dualidad del mercado de trabajo.
  • Evita que haya un dumping salarial entre empresas, fomentando que haya cierto nivel de mejora de productividad en puestos de bajo valor añadido.

En cambio puede tener efectos negativos:

  • Si el SMI es especialmente alto puede destruir empleo. Si un empresario no va a ganar suficiente con un puesto de trabajo potencial porqué ha de pagarle mucho más de lo que ganará a un trabajador a causa de ese SMI no lo creará ese puesto de trabajo.
  • Un SMI muy alto genera distorsiones en las empresas, haciendo que puestos de poco valor añadido y poco productivos tengan que ser subsidiados por los puestos más productivos de la empresa. Aunque es bueno que haya cierto reequilíbrio de rentas entre los trabajadores a pesar de las diferencias de productividad, no es bueno que esto se lleve a puntos muy altos.
  • Puede generar mercados de trabajo más duales entre asalariados bien protegidos con un SMI decente y que se derive mucha actividad a un mercado informal o atípico (falsos autónomos) al ser este SMI muy alto.

Las conclusiones de mi trabajo, pero en general de bastantes estudios es que el SMI mantiene su nivel de efecto positivo agregado cuando se mantiene por debajo del 50% o del 60% del sueldo medio. En el caso español (antes de la crisis) aumentar el salario mínimo tendría efectos positivos agregados, en el caso francés en cambio no, ya está generando desempleo.

Por otro lado, hay niveles de salario mínimo que cuando no afectan a casi ningún trabajador son irrelevantes, ofrecer un salario mínimo de 100€ mensuales sería un absurdo, no tendría efecto, sería como legislar que el agua moja, por tanto los efectos que queremos buscar con el SMI no lo estamos consiguiendo, y entonces mejor es eliminar esa idea.

Por ello la propuesta que hace Junkers es un absurdo. Yo estoy de acuerdo que en la UE hemos de converger en lo social, pero esto no puede hacerse por la vía legal. Los salarios en España tendrán que aumentar cuando podamos crear empleo (antes no, estaríamos incentivando la destrucción de este), recuperar espacio que se ha perdido durante los años 90 y 2000 del peso en el reparto capital/trabajo, pero para ello habrá que vincular más los salarios a la productividad, mejorar nuestra productividad para aproximarla a la media de la UE.

Intentarlo de otro modo, con salarios mínimos equivalentes, es un absurdo que puede provocar muchísimo daño. Poner, por ejemplo, un salario mínimo de 1000€ hoy destruiría cientos de miles de puestos de trabajo, pero incluso fuera de la crisis poner el salario mínimo de esta cuantía sería destructivo para el mercado laboral portugués, español o griego, mientras sería ridículo e innecesario para el mercado laboral danés (que de hecho regula los sueldos mínimos por sectores vía negociación colectiva, ya que el poder monopsonista de los empleadores en Dinamarca es mucho más bajo debido a la fuerte afiliación sindical y la capacidad de estos para regular muchos aspectos de la economía).

Por tanto, la propuesta de Junkers, a parte de populista es muy dañina para la economía. No me imagino los franceses admitiendo rebajar su salario mínimo (aunque fuera bueno para el empleo juvenil, especialmente), y todos teniendo el SMI español, y por tanto la propuesta es elevar el salario mínimo europeo al nivel intermedio actual. Eso nos destruiría cientos de miles de puestos de trabajo en España, por no hablar de Grecia o Portugal. No se si es ya, la puntilla con la que quieren terminar con las economías de la periferia.

El SMI para ser útil ha de ser quirúrgico, incluso las diferencias de rentas y salarios en las CCAA españolas ya genera distorsiones graves, hacerlo a escala de la Unión es posiblemente uno de los principales errores que se están planteando desde la UE.

Un comentari a “Salario mínimo europeo, una medida populista y dañina

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