Sobre las predicciones del IPCC: van a la par que los resultados observados y no se han ido corrigiendo a la baja

Recientemente el controvertido y peculiar Vizconde Monckton ha escrito un artículo periodístico intentando refutar (nuevamente) las hipótesis del IPCC del calentamiento global. El extrafalario personaje viene a decir que el calentamiento global predicho por el IPCC es incorrecto, que la previsión real del IPCC de entre 2 y 4ºC por siglo no se está produciendo, sinó, que valorando el calentamiento global entre 1980 y el 2008 este ha sido de 0,44ºC, es de 1,5ºC por siglo (de hecho este “sólo” es el doble que ha aumentado durante el siglo XX, es decir no debería alegrarnos por mucho que el IPCC se equivocara que en los últimos casi 30 años se haya duplicado el ritmo de calentamiento que ha habido durante el siglo XX).

La conclusión puede parecer demoledora: los peores escenarios del IPCC son descartables y el IPCC realiza un análisis alarmista del calentamiento global. Los últimos datos de los últimos 28 años dan un calentamiento un 25% inferior al más bajo de los pronósticos del IPCC.


La falacia de Monckton al interpretar libremente lo que el IPCC predice para el corto plazo

Que el modelo con el que trabaja el IPCC en su publicación del 2007 no concuerde con el de los últimos 27+1 años es un absurdo.. En el 2007 (y en el 1995, momento en que comienzan los modelos más sólidos) las predicciones del IPCC ya incluían los datos de los 15 (1995), 21 (2001) y 27 (2007) años anteriores. Es un absurdo y los del IPCC serían del género tonto haber creado un modelo predictivo que ya ni tan siquiera fuera tautológico y explicara el calentamiento observado en las últimas décadas. Los científicos pueden ser muy despistados pero no a tal extremo.

Las predicciones del IPCC de hecho contemplan una serie de modelos que mantienen ciertas horquillas (entre un crecimiento a lo largo del siglo XXI de 2ºC a 4ºC como el ámbito más probable) que dependen mucho de los ritmos a los que aumentemos nuestras emisiones de gases invernadero (CO2, CH4, etc..). Pero este crecimiento de entre 2 y 4 º C en el siglo no es homogéneo, es más lento al principio y más rápido pasada la década del 2030. Hay varios motivos que se incluyen en el modelo, uno de los más importantes es que el océano actúa como un termostato del planeta y hace que los forzamientos radiativos actúen con cierto retraso (para entendernos, el océano actúa como si en verano tuviéramos un iceberg en el salón que hasta que no se consigue derretir mantiene a ralla el calentamiento de la habitación), ya que hasta que el calor de la superficie termina llegando al fondo marino y alcanzando la situación de equilibrio hay un “lag” de unas pocas décadas.

Monckton aplica una predicción como si el clima fuera de un estado de equilibrio (un estado donde no hubiera forzamiento radiativo debido a los gases invernadero) a otro estado de equilibrio casi de forma instantánea, cuando la termodinámica de todo esto no es así, lo que lleva a que el ritmo de calentamiento a un ritmo constante de emisiones de CO2 o incluso a un nivel de estabilización de CO2 y otros gases invernadero no es homogéneo, es a partir de que el forzamiento radiativo logra calentar el termostato oceánico que el incremento llega con toda su fuerza. Por eso Monckton al carecer de formación científica básica (algo de Física, no mucho, es necesario para entender esto), aplica sus propias predicciones interpretando las del IPCC para el calentamiento global de las últimas décadas.

Lo que logra refutar Monckton es sólo que sus interpretaciones no se corresponden con los datos reales, no que el IPCC esté equivocado sinó que Monckton es quien está equivocado.

Craso error, lo primero que hay que hacer es ver las fuentes originales, en este caso el IPCC para saber que predicciones hace, antes de decir que se han equivocado:

http://ipcc-wg1.ucar.edu/wg1/Report/AR4WG1_Print_Ch10.pdf

Una interpretación más divulgativa la podemos ver en Realclimate.

Con esta bonita gráfica que recopila los diversos escenarios, y con la línea negra como la media de todos los escenarios que utiliza el IPCC aplicados a los últimos 28 años, junto a las líneas reales de medición de temperaturas en la superficie terrestre.

ipccprediction

Es obvio que las predicciones del IPCC, como no puede ser de otra manera se ajustan bastante bien a los datos observados ya que el modelo es sólido y consistente y no lo que Monckton intenta mostrar. No es de extrañar porqué Monckton es un coleccionista de fraudes argumentativos contra el calentamiento global.

Pero, ¿el IPCC no había revisado a la baja sus previsiones de incremento de temperaturas?

Este es un refinamiento del argumento anterior… se intenta mostrar que los datos van desacreditando al IPCC y que cada edición (1990, 1995, 2001, 2007) obliga a corregir las predicciones a la baja porqué realmente se están equivocando. Es normal que los modelos del IPCC – AR4 del 2007 coincidan con los datos reales, han “maquillado” predicciones anteriores tirándolas a la baja.

Esto no es cierto… vayamos a los últimos saltos.

Desde el TAR (2001) al AR4 (2007)

Entre el informe científico del TAR y el del AR4, (2001 y 2007) se continúan manteniendo las predicciones centrales entre los 2 y los 4ºC . Hay que leer lo que en el 2001 el IPCC pronosticaba.

http://www.ipcc.ch/ipccreports/tar/wg1/fig9-15.htm

La diferencia precísamente entre el AR4 y el TAR es que descartan la medida más baja del TAR, es decir la de 1,5ºC y lanzan diréctamente la proyección de 2ºC para el siglo XXI. Es decir, el AR4 (2007) modifica al alza, la previsión mínima del IPCC del 2001.

Entre el SAR (1995) y el TAR (2001)

La previsión central del SAR era de una subida de la temperatura global entre 1990 y 2100 de entre 1,5 y 3,5 ºC, más optimistas que las del TAR (y por tanto que las del AR4). La predicción (resumida):

http://www.ipcc.ch/pdf/climate-changes-1995/spm-science-of-climate-changes.pdf

El TAR modifica al alza el límite superior de la predicción más probable del IPCC.

Todo esto lleva a pensar que en los valores centrales el IPCC sigue hablando de aumentos de temperatura entre 2, 3 y 4 ºC, y que si ha habido modificaciones de estas predicciones ha sido al alza (de 1,5ºC a 2ºC y de 3,5 a 4ºC) de sus previsiones centrales. Se mantienen aún las posibilidades de escenarios de incrementos de temperatura más dramáticos como escenarios más improbables, pero que no son totalmente descartables.

Es cierto eso sí, que el primer informe (1990) contenía un exceso de alarmismo que en el segundo informe (1995) se corta de raiz, entre otras porqué no contemplaba los efectos de forzamiento radiativo negativo que acciones humanas (como la emisión de partículas en suspensión) provocamos. Esta corrección introducida en 1995 es el único momento en que las previsiones del IPCC se han corregido a la baja y DESDE 1995 EN ADELANTE, toda predicción del IPCC ha sido aproximadamente la misma con ligeras correcciones al alza. Refutando el argumento de que el calentamiento global del que habla el IPCC es alarmista.

Las predicciones en las que se fundamentó el protocolo de Kyoto (firmado en 1997) y otros acuerdos posteriores no sólo han demostrado no ser alarmista, sinó más bien, quedarse algo cortas.

Desde 1995 hasta hoy, y desde que se han comenzado a impulsar medidas para paliar las emisiones de gases invernadero, el IPCC no ha corregido a la baja las predicciones, todo lo contrario, ha ido recortando las predicciones más optimistas y ampliando las más pesimistas.

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