Volvería a abuchear al rey


Está media España ofendidísima por el abucheo al que sometimos al rey y la presencia de banderas independentistas durante la manifestación de Barcelona contra el terrorismo de este pasado Sábado. Falta de respeto a las víctimas, politización de una manifestación, uso partidista de los atentados. Todo eso hicimos los independentistas según la prensa española.

Una bonita construcción de relato político por parte del nacionalismo banal español. Pero bien alejada de la verdad. Lo cierto es que la politización y uso partidista del atentado comenzó en el minuto uno por el propio nacionalismo banal español:

El País y El Mundo no se cortaron en hacer editoriales en el que relacionaban los atentados con el tener que abandonar la hoja de ruta independentista. Gran parte de los medios hispanos no se cortaron en manipular unas declaraciones de Puigdemont para intentar hacer creer que utilizaba los atentados para promover el independentismo. Ya el primer día se intentó construir un relato desde gran parte de la prensa española alrededor de la idea que el independentismo debería retirar su proyecto por el atentado.

Voces oficiosas y no tan oficiosas de Guardia Civil y Policía Nacional se dedicaron a malmeter contra la labor de los Mossos, mientras la prensa internacional elogió la labor de la policía catalana. Desde la prensa española se dio voz, al más puro estilo “11M y los cassettes de Mondragón” a teorías de lo más variopinto. Los hechos reales es que el cuerpo Mossos ha sido sistemáticamente apartado por parte del estado español de la información de la Interpol y la Europol, pero intentaron hacer pasar los marginados por marginadores.

Otra estrategia se basó en intentar atacar al ayuntamiento de Barcelona acusándoles de no haber aplicado medidas preventivas como los famosos “bolardos” que en realidad eran recomendaciones para aplicar medidas temporales durante los actos multitudinarios durante la última navidad.

Lo más demencial fue intentar unir los terroristas con el movimiento indepedentista por las vías más demenciales. También intetnaron relacionar Colau con los terroristas a través de Jaume Asens, regidor de Barcelona en Comú, por el hecho de haber ejercido de abogado de oficio de uno de los terroristas por un delito de drogas.

También he visto como les molestaba que utilizáramos el catalán. He visto a un rey cuya única labor era hacerse fotos con niños 48 horas después del atentado, he visto a un gobierno de España que vino a Barcelona y se reunión con todas las fuerzas de seguridad excepto con Mossos que eran los que llevaban el “bulk” del trabajo antiterrorista del momento y con Guardia Urbana ni nadie de las policías locales de Ripoll, Cambrils o Alcanar que eran su principal apoyo. Todo por querer hacer una foto intentando construir un relato en el que las fuerzas policiales catalanas eran prescindibles.

El duelo lo he estado haciendo durante toda la semana. Trabajo al lado mismo de las Ramblas, cada día recorro de ida y de vuelta el tramo que recorrió la furgoneta y no puedo dejar de ver los altares espontáneos. El atentado me pasó cerca, por minutos. Podría haber terminado bajo las ruedas de esa furgoneta como miles de barceloneses que recorremos esa ruta a diario. Nadie me va a decir como dar el respeto a las víctimas. Para mi ha sido una cotidianedad estos días, pocos van a decirme como se ha de vivir ese respeto y ese duelo cuando para ellos era algo que había pasado en la tele.

Pero ese duelo no me lo han dejado hacer tranquilo ni un día. Desde el minuto uno hemos tenido que aguantar toda esta mierda. No se han cortado. Los buitres se han lanzado a construir su relato político. Esas personas que se han centrado a construir un relato que favorezca al nacionalismo banal español el duelo, las víctimas y los supervivientes les ha importado un comino.

Pero aún es peor, no tengo miedo, pero generar dudas sobre los cuerpos policiales que se están enfrentando a los atentados es el peor favor que pueden hacer a los que vivimos en Barcelona o Cambrils. Más si es por motivos espúreos. Es en estos momentos donde más necesitamos confiar en las fuerzas de seguridad que velan por nuestra vida y los buitres han trabajado para lo contrario, lo peor son algunos con uniforme de otros cuerpos policiales que se han sumado a este juego de buitres conspiranoicos.

Si realmente les interesaba el duelo, las víctimas, nuestra sensación de seguridad o un ápice la lucha antiterrorista hubieran evitado esta semana de mierda anti-independentista, de construcción de relato nacionalista español, de denostar utilizando el atentado a nuestras instituciones: Mossos, Generalitat, Ajuntament de Barcelona. En lugar de venir a hacerse la foto que favoreciera el interés nacionalista español hubieran venido a reunirse con Mossos y Guardia Urbana. En lugar de buscar fotos preparadas en los hospitales con niños, se hubieran ofrecido a las autoridades catalanas para lo que fuera necesario. En lugar de generar dudas sobre nuestra policía la hubieran alabado.

A la manifestación ya veníamos condicionados con una preparación editorial alrededor que la “unidad de España” era esencial para la lucha antiterrorista, el intento de apropiación de la manifestación de Barcelona por parte del nacionalismo español era obvio. La figura del rey, que nunca había participado en manifestación alguna, el reparto de banderas españolas (que en Catalunya son tan políticas como pueda serlo la estelada) de forma institucional. La manifestación pretendía ser instrumentalizada políticamente para dar un mensaje de unidad, pero no de unidad contra el terrorismo, sino de unidad nacional.

Por eso me alegro de haber abucheado al rey, lo volvería a hacer. El rey ha sido la figura que ha utilizado el nacionalismo español para intentar construir ese relato. Pretendían que después de una semana de machacarnos, de no dejarnos hacer el duelo, de intentar que desconfiáramos de nuestra policía, de asociar el terrorismo a nuestra ideología, nos quedáramos callados y con la cabeza gacha.

Pero no. Nos hemos cansado de la instrumentalización del terrorismo que hace el nacionalismo español, primero con ETA y ahora con el terrorismo yihadista. Nos hemos cansado de ver como en temas de seguridad antiterrorista prevalecen los intereses del nacionalismo español al de nuestra propia seguridad. Nos hemos cansado de que nos quieran meter el miedo. Nos hemos cansado que nos digan desde las editoriales de los principales medios españoles que trapo o no llevar a las manifestaciones. Nos hemos cansado que “lo normal” es ser español y llevar la bandera española y el resto es politizar. Nos hemos cansado de que nos manden callar, que aprovechen algo que hemos sufrido los catalanes más que nadie para que dejemos a un lado nuestras aspiraciones nacionales.

Si no quieren que abucheemos a SUS símbolos, en este caso en la forma del rey de España, que dejen de machacarnos e instrumentalizar nuestro dolor y nos permitan tener un duelo tranquilo. Ya no le pido más a los poderes españoles, ni tan solo que nos respalden, simplemente que nos dejen tranquilos. Y si no lo hacen, si nos atacan ideológicamente, si utilizan el atentado para manchar a Mossos, Generalitat, Ajuntament, si lo utilizan para atacar el catalán o nuestra ideología, entonces que esperen lo que hay: abucheos a sus símbolos.

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