Iceta o como Maquiavelo gana la batalla pero pierde la guerra

Miquel Iceta quería ser Califa en el lugar del Califa cuando Montilla decidió dejar la dirección del partido en el período de vacío de poder político más largo que ha tenido el PSC. No pudo… las artes de guante de seda y conspiraciones florentinas no pudieron contra las más contundentes lógicas de los que al estilo matón imponen sus votos como un club cerrado, o los que con una “brillante” estrategia como Carles Martí creen que gobernar un partido era colocar gente en la ejecutiva. Iceta era menos controlable por parte de los sargentos (llamar a algunos capitanes es elevarles a un nivel que no han tenido en la vida), demasiado listo. Vieron como Iceta había decapitado a Maragall y como había conspirado para poner a Montilla y luego defenestrarlo. Si algo sabe un buen suboficial es que tal vez puede controlar a un oficial inepto, pero no a un Continua llegint