Flamewars, guerras de tartas, política microlocal e interlocución en aquello que es impopular

La política en internet tal vez esté menos ritualizada que la política presencial. Los rituales tienen unos aspectos negativos ya que encorsetan y limitan la creatividad, centran la atención y la energía hacia unas formas y así evitan que las propuestas, ideas y debates “se salgan de madre”. Pero esta ritualización también permite traducir los conflictos a pequeñas fintas, a un juego ritualizado donde los contendientes no se muerden nunca. Internet en cambio permite cierta ruptura de estos rituales, que en muchos casos permite que los políticos y los ciudadanos hablen más de tú a tú, expresen sus opiniones particulares, se puedan “mojar” y mostrar sus pensamientos de una forma más directa. El dominio de la propia agenda hace que, por ejemplo, podamos ver la respuesta que en un plenario un rejidor no da porqué no tiene turno a réplica pero sí que la dá en su blog. También rompe Continua llegint