La crítica política ha de disparar hacia arriba

El conflicto dialéctico y la crítica asociada a la actividad política hace que quien quiera actuar en el ámbito político no pase por la vida como una virgen vestal con una inmaculada túnica blanca. Sin querer cometemos falacias dialécticas, fallos argumentales, corremos el riesgo de tener un exceso de celo en la defensa de nuestras ideas o en las críticas hacia nuestros compañeros por el mero hecho de que estamos implicados emocionalmente con una causa. Pero hay un principio ético que creo que no es bueno rebasar y es que nos reservemos las críticas más mordaces para hacerlas hacia arriba. Es bueno que las organizaciones tengan sistemas de sanción, y que las acciones asociales que van a causar daño intencionado sin ningún ánimo constructivo sean sancionables, en el difícil equilibrio con la libertad individual. Tampoco es malo que “entre pares” se realicen críticas a la acción política de cada uno. Continua llegint