Los que son ingenieros sociales y hegemonistas antes que soberanistas

Hay dos formas de ver la política, desde el hegemonismo o desde el pluralismo. El primero intenta conseguir la mayoría suficiente para conseguir aplicar su programa de máximos, el segundo intenta, defendiendo su programa particular, hacer que el resultado sea la suma del máximo número de consensos (en los que también hay una correlación de fuerzas) para evitar que las instituciones y leyes estén a la contra de una parte de la sociedad. Para el hegemonismo, las batallas políticas se ganan (a ser posible una única vez) y a partir de ahí se alcanza el Nirvana mientras se impida la victoria del rival, para el pluralismo las batallas políticas son diarias, se negocian y se construyen intentando reflejar consensos sociales. Desde el hegemonismo cuando no existe la mayoría social para conseguir aplicar nuestro programa se recurre a la ingeniería social, pretendemos cambiar las preferencias de arriba a abajo o pretendemos aplicar Continua llegint

Hegemonismo lingüístico de baja intensidad

Este vídeo se explica por él sólo. El hegemonismo lingüístico de baja intensidad, aquél que aparéntemente se rodea del argumento de la “lengua común” o “el idioma es para comunicarnos” para marginar otros idiomas que no son el suyo. Un 10 por el jefe de prensa del Almería y un 10 por el entrenador que antes de renunciar a responder a un medio de euskadi que le pregunta en euskera a responderle en ese idioma, decide no continuar la rueda de prensa. Ni en castellano, ni en Euskera. Y un cero, por supuesto, a todos aquellos que no son capaces de entender lo que aquí ha ocurrido como un acto de intento de hegemonismo lingüístico.