Si algo nos acompaña en la red es nuestro pasado. Nuestra huella digital a veces puede ser más profunda y duradera que las huellas fosilizadas de los dinosaurios. Si haces el cafre en la red, eso quedará. Es un error pretender crear blogs, que estos se transformen en un blog de peleas y guerras y pretender cerrarlos para luego abrir otro con nueva imagne. Lo mismo ocurre al cambiar o destruir tu perfil de Facebook o Twitter y pretender que aquí no ha pasado nada. Tu rastro digital es largo. Si cierras tu blog siempre queda la caché de google para decirnos que habías escrito. Si cambias tu nombre en Facebook o en Twitter siempre queda el mismo sistema que marca tu huella, es fácil rastrearte. Lo peor es que no podrás alterar las citas que hagan de tí en otros blogs, no podrás alterar las capturas de pantalla ni Continua llegint →