A veces los errores más tontos los cometen los más veteranos, es como el fallo típico en el que un conductor veterano tiene más posibilidades de tener un accidente cerca de casa que lejos porqué se confía. En este caso hasta yo cometo blogoerrores.

Durante estas semanas he ido poniendo muchos posts, algunos días publicaba dos o tres al día y la velocidad de posteo es inversamente proporcional a la atención a los detalles. Algunos de estos son corregibles y no tan importantes (un enlace roto, etc…) pero otros son graves.

En este caso, en tres ocasiones me olvidé de poner el título al post. No es que sea un delito pero un post sin título lo transforma en un post casi invisible para el feed.

Los agregadores, herramientas de publicación automática en Facebook o Twitter, etc… se alimentan de algo llamado “feed” del blog, y el feed se alimenta de varios aspectos del post, el más importante de ellos el título. No poner un título en un post hace que salga publicado en los agregadores sólo con las primeras palabras del post sin quedar claro de que va el artículo, hace que en el Facebook o en el Twitter tu post tenga menos visibilidad y sobretodo el que entra a leerte en el blog no sabe si no se lee unos primeros párrafos de tu post de que va el artículo y lo desestimará.

Por tanto amigos.. poned siempre un título al post.