La semana pasada escribí un post en el que me preguntaba “¿de donde sacamos el tiempo los blogueros para escribir y leer blogs?”, se me ocurrió además crear un grupo en Facebook para plantear la misma pregunta. Y al final unas 25 personas han respondido de donde lo sacan ellos, suficiente para que las respuestas se puedan valorar (aunque el resultado cuantitativo no es más que un dato cualitativo ya que el error estadístico es muy alto, al ser una muestra tan pequeña).
Parece ser que principalmente escamoteamos el tiempo del trabajo o los estudios, dejamos de ver la tele y como no, también del sueño. Un 40% aprovechamos ratos en el trabajo para escribir o leer blogs, un 35% se lo roba a la televisión y un 30% duerme menos para escribir su blog.
Un 9% logra aprovechar los desplazamientos diarios, el mismo porcentaje que le quita el tiempo a la vida personal (pareja, amigos, familia), un 13% consigue fabricarse su tiempo con suficiente motivación y hay quien hasta se lo quita a las labores del hogar. Una acusación, falsa e infundada, de Citoyen a mi persona indica en que no soy humano, pero que ha sido incluída también como respuesta.
El resultado en la gráfica.
Grácias a los que habéis participado
Le robo el tiempo al sueño, le robo el tiempo a la tele,… le robo el tiempo a la lectura.
Pero me agrada cada vez más ejercitar la escritura.
Saludotes.
Goyo
19-nov-08
Yo también le robo tiempo a todo lo que no sea trabajo: a la tv, cine, lectura…. y sobre todo sueño. Por cierto estoy ya que me duermo tecleando :-)
{seesmic_video:{“url_thumbnail”:{“value”:”http://t.seesmic.com/thumbnail/WsYeX8eUNG_th1.jpg”}”title”:{“value”:” “}”videoUri”:{“value”:”http://www.seesmic.com/video/vEmESXr2zR”}}}
Así es… pero tiene su cosa…
Pingback: Los blogueros y el tiempo | fenrique dice...
Yo sigo manteniendo que tienes un programa de inteligencia artificial o un cerebro multitarea. ;)
Yo sólo se lo “robo” a mis ratos diarios de navegar por internet.
De cerebro multitarea nada; si lo sabré yo que cada vez que tengo que decirle algo tan simple como “a ver cuándo cambiamos la bombilla” o “hay que comprar leche” tengo que esperarme a que aparte la mirada del monitor porque si no no es capaz ni de atender ni de articular nada coherente.