El comportamiento de los hielos árticos en el mes de marzo, la meteorología se ha impuesto a la climatología

El mes de marzo parecía que iba a ser un mes como los anteriores meses de marzo de esta década al tratar de hielos marinos árticos y antárticos, a inicio de marzo se suele alcanzar el máximo de hielos árticos y el mínimo de hielos antárticos, y durante el mes de marzo comienza la recuperación de los hielos antárticos y el retroceso de los hielos marinos árticos.

En cambio no ha sido así, tanto los hielos árticos han avanzado ligeramente al final de mes de marzo y se han mantenido estables durante todo el mes siendo su extensión máxima a finales de marzo y no a inicios como había afirmado, y los hielos antárticos habían comenzado a recuperarse del verano austral pero a un ritmo tan bajo que la media del mes de marzo en hielos marinos antárticos es inferior a la media de finales del siglo XX (la Antártida mantiene una tendencia a tener una extensión de hielos marinos mayor que a finales del s. XX debido a que el calentamiento global inyecta más humedad en la Antártida y permite una mejor formación de hielos marinos a pesar del incremento de temperaturas global).

No entraré a explicar la anomalía en la Antártida del comportamiento esperado en esta década (de hecho los hielos marinos antárticos dejaran de incrementar su extensión respecto a finales del s.XX en este primer cuarto de siglo, debido al calentamiento global así que es algo que se irá dando poco a poco como “normalidad”), ya que la disponibilidad de datos meteorológicos en línea y mi habilidad para interpretar la meteo del polo sur es inferior a la disponible para el hemisferio norte, y el interés es más hablar de los hielos marinos árticos. El interés nace en que yo no considero que este mes de marzo inferior en extensión de hielos antárticos a la media del siglo XX sea indicativo de que los hielos antárticos estén peor de lo que los modelos climatológicos afiman, mientras que hay quien cree que el dato del mes de marzo es un indicador de recuperación de los hielos árticos.

El problema viene en que considerar una variable climatológica que se elabora a lo largo de quinquenios o décadas, y que indica la evolución a medio plazo de una variable meteorológica, se analiza como si fuera una variable meteorológica. Y el problema viene de que después de analizar una variable climatológica con el margen temporal de la meteorología creer que se llega a una conclusión climatológicamente relevante sin considerar los aspectos meteorológicos. Y es que este mes de marzo, aunque las variables climatológicas indicaban que el hielo ártico tendría que comenzar a retroceder (otros años había comenzado el retroceso a inicios de marzo) y que su extensión debería ser baja (yo indiqué que sería el segundo o tercer mes de marzo con menor extensión de hielos marinos árticos), aspectos meteorológicos tuvieron mayor influencia.

Para explicar porqué en el mes de marzo los hielos árticos marinos no retrocedieron sinó que además aumentaron ligeramente a final de mes he de analizar la evolución de la fase final de un fenómeno que ha habido este invierno: la anomalía de la oscilación ártica. Esta anomalía que se produce de forma cíclica (se le llama anomalía no porqué sea algo no esperado sinó porqué es la fase que suele darse con menor frecuencia) hace que en el ártico haya menor presión atmosférica, haciendo que aire cálido del norte del atlántico suba y caliente el ártico. Lo que era de esperar es que si la anomalía hubiera continuado la extensión de hielos marinos fuera pequeña. Pero la fase de menor presión en el ártico pasó a lo largo de marzo a una fase de altas presiones, la oscilación ártica pasó a ser positiva. La foto, pero, nos indica que el retorno de las altas presiones no fué homogénea en todo el ártico ni en todas las latitudes dentro del círculo polar.

Si vemos la secuencia de acontecimientos meteorológicos:

Estado de la presión superficial el 10 de marzo

Estado de la presión superficial el 15 de marzo

Estado de la presión superficial el 20 de marzo

Estado de la presión superficial el 25 de marzo

Estado de la presión superficial el 30 de marzo

Podemos ver que la anomalía ártica (una presencia de bajas presiones en el ártico) se está disipando para formarse la “típica” situación normal del ártico con una masa de altas presiones, pero a la vez que esto ocurre se aloja una baja en el pacífico norte que se propaga al mar de Bering. Esa situación de una baja muy al norte en el mar de Bering y de alta en el centro del océano ártico hace que aire frío del centro del ártico se vaya trasladando hacia el mar de Bering enfriándolo (algo parecido ocurre en la baja siberiana que se forma a final del mes de marzo). Si la anomalía ártica hubiera continuado los hielos árticos hubieran comenzado a retroceder en su extensión este marzo, si no se hubiera alojado una baja tan potente en el mar de Bering los hielos marinos del ártico no se hubieran extendido por el sur del estrecho de Bering. Ha sido necesario que hubiera habido una fase negativa de la oscilación ártica muy intensa, que esta se acabara justo al final de la temporada invernal boreal, y que se alojara una baja tan intensa justo en el mar de Bering. A veces la meteorología hace estos juegos, por eso para considerar las variables climatológicas se han de valorar como mínimo a medio plazo.

A la contra, el centro del ártico y groenlandia (donde hay alojadas las altas presiones), debido a este desalojo de aire frío y debido también a la anomalía ártica de los últimos dos meses del invierno boreal, ha hecho que esté excepcionalmente caliente. El centro del ártico “estar más caliente” no significa no tener hielos árticos, hace el suficiente frío, incluso en verano, como para que el hielo ártico se forme y permanezca, significa que estos son más delgados (aunque no tanto como el año pasado):

Como se puede ver, el hielo ártico de marzo es más extenso que el de septiembre (lo normal, vamos, hace más frío en invierno que en verano), pero en cambio, es más delgado y joven (esos vientos del centro del ártico que han enviado ese hielo “viejo” al mar de Bering haciendo más delgada la banquisa ártica).

Si analizamos la anomalía térmica en el aire de superficie del hemisferio norte:

El centro del ártico, norteamérica y groenlandia de hecho han estado a temperaturas más altas de lo “normal”, en parte también por la meteorología, esa anomalía ártica con presiones bajas durante tanto tiempo ha ido calentando el ártico y la mayor parte del cuadrante norte. El hecho es que la mayor parte del calentamiento del ártico ha caído en una zona oceánica que es muy fría (el centro del ártico) o en zonas continentales donde no existen hielos marinos, pero sí se nota en un incremento menor de los hielos continentales en el apogeo de la temporada invernal, especialmente en Groenlandia, lo cuál sí es un problema algo más grave (la dilatación térmica del océano y el deshielo continental es lo que provoca el aumento del nivel del mar, especialmente de Groenlandia y la Antártida).

Esta fase final del invierno ha sido anómala, dos meses de anomalía ártica con muy bajas presiones que ha desalojado el aire frío en direcciones no habituales, haciendo caer frío ártico en toda Europa y llevando aire cálido y más húmedo del atlántico al ártico (calentándolo).

Por otro lado, a pesar del conjunto de anomalías, el mes de Marzon no es especialmente atípico para la primera década del milenio (está dentro de la media del último decenio) y es el 6º mes de marzo con menor extensión de hielos marinos árticos del registro histórico (desde 1979), lo cuál indica, que a pesar que se ha aproximado a la media de finales del siglo XX sigue estando más bien dentro de la normalidad de esta década (con menor extensión que las dos anteriores) que del conjunto de datos históricos.

Y aún hay quien cree que el problema con los hielos árticos se ha solucionado. Yo me la vuelvo a jugar, este verano la extensión de hielos marinos árticos en su mínimo (alrededor de mediados de septiembre) será la segunda o tercera menor del registro histórico, el ciclo ENSO está en fase positiva (el fondo del océano pacífico está retornando calor a la atmósfera y no absorviéndolo), el hielo marino ártico, al igual que el año pasado, es de bastante menor grosor y por tanto más fácil de derretir, en el ártico se ha alojado una alta con aire para esa latitud relativamente cálido (aunque lo suficientemente frío como para producir hielo marino) que será más fácil que se caliente durante el verano y evidentemente el calentamiento global suma.

5 comentaris a “El comportamiento de los hielos árticos en el mes de marzo, la meteorología se ha impuesto a la climatología

  1. Y el problema viene de que después de analizar una variable climatológica con el margen temporal de la meteorología creer que se llega a una conclusión climatológicamente relevante sin considerar los aspectos meteorológicos.

    Muy sensato. ¿Protestaste por los alarmistas que, en 2007, decían que para 2013 podía desaparecer el hielo del Ártico?

    Nota del autor: Sí lo hice http://www.joserodriguez.info/bloc/?p=1332 ¿criticaste tú lo que decíais (tú mismo también) este invierno pasado de la gran recuperación del hielo ártico?

  2. Increíble.

    Nota del autor: Sí lo hice http://www.joserodriguez.info/bloc/?p=1332 ¿criticaste tú lo que decíais (tú mismo también) este invierno pasado de la gran recuperación del hielo ártico?

    No, lo que hacías es una llamada titulada, literalmente” Porqué no saltar al inmediatismo de las noticias científicas”. No habla de toda la matraca que hemos tenido que soportar a cuenta del mínimo de 2007, que es lo que yo te preguntaba.

    Nota del autor: Ya sé que los negacionistas sóis unos artistas de la dialéctica y poco de la lógica, pero hasta para tí es sencillo que si me meto con CUALQUIER uso de la meteorología para justificar noticias climáticas también entro en lo que se decía el 2007 con el hielo ártico, el pasado verano con tanto calor, o este invierno con el frío. Cuesta pero si te paras a pensar mi post me compromete en todos estos sentidos.

    Recuperación del hielo. Como cualquiera sabe, o puede pensar, el término recuperación, o decir que “el Ártico sigue retrocediendo”, solo tiene sentido si se especifican los puntos entre los que se mide tal cosa. Y el Ártico, de momento, se sigue recuperando desde 2007. Y si lo medimos en términos de albedo, la madre del cordero alarmista, ni te cuento.

    ¿Qué significado tiene eso? Ni idea. Lo que sí sé es que estamos hartos de oír hablar de “espiral de muerte” del Ártico, de su próxima navegabilidad con barcos de papiro, y cosas así. Y que tú mismo lo planteas así: “Enero: el tercer peor año. Se confirma la pérdida de hielos en el norte al tener uno de los registros más bajos de la historia” ¿Si eh? ¿De verdad? ¿Y por qué no cuentas que “la historia” solo tiene 30 años (los satélites), y que precisamente estamos midiendo desde un valle a un pico del ciclo de temperatura global y Ártica? Y que por lo tanto, lo que planteas en tono de drama no es más que lo que cabía esperar del ciclo. Descenso hasta el mínimo, y ascenso a partir de él.

    Se confirmará, o no se confirmará; pero es la hipótesis más tranquila, normal y razonable de las posibles. Pero eso son características que todo buen alarmista descarta de antemano. En eso se basa el alarmismo. Pero ya se le ha visto el plumero.

    El juego de siempre. España se ha calentado no se cuanto en los últimos 25 años. ¡Jó!, ¿y por qué no me dice cuánto se ha calentado en los últimos 60 años, o de pico a pico? Puedes pensar que engañar es bueno si es por una buena causa. Es la filosofía de quien se cree superior, y toma a los demás por niños. Pero no todo el mundo está de acuerdo con ese plan, afortunadamente

    Nota del autor del blog: Es que las temperaturas del globo (y del ártico en la medida que se tienen datos históricos) en el último siglo también han aumentado:

    http://geology.com/news/images/global-warming-map.jpg

    ¿Ahora dejas de seguir diciendo tonterías?

  3. Este Plazam es un aficionado a la elección sesgada de datos, el cherrypicking tan típico de los negacionistas (éste sí, éste no). En su página se ha dedicado a elegir las estaciones del Ártico que más le gustan (sacadas del GISS) para demostrar que hay una tendencia al enfriamiento. Considera que eso es una respuesta científica seria a un estudio que incluye TODAS las estaciones. Bueno, a lo que iba, si miras las gráficas que saca, en la mayoría lo que se ve es una tendencia clara al calentamiento.
    Hasta para el cherrypicking hace falta inteligencia

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