Eficiencia versus eficacia en los servicios públicos: el caso de los que se cuelan en el Metro

La reciente campaña de Xavier Trias sobre las personas que se cuelan en el Metro, que (curiosamente), coincide en el tiempo con la campaña de civismo que realiza TMB contra el saltarse la barrera del metro, me da pié a analizar lo fácil que es caer en el mensaje de la eficacia en la política.

Un mensaje infantilista es que los problemas complejos se pueden solucionar con voluntad para combatirlo, y que si no se solucionan es por falta de imaginación, ganas o capacidad. Que un político con voluntad lo puede solucionar y resolver.

Problemas que generan cierta alarma social como puede ser la pequeña delincuencia, las actividades incívicas, etc… suelen dar a pensar que “con voluntad y recursos” se soluciona.

Poniendo “pasta” a patadas para solucionar un problema puede ser muy eficaz, pero ser un gasto muy ineficiente socialmente. Si en vez de revisores hubiera un cuerpo de Stormtroopers o battlebots no se colaría el tato, pero ¿valdría la pena la inversión?

Según los datos de CiU, en Barcelona se pierden unos 13M€ por las personas que se cuelan en el metro. Según datos de la propia CiU, representan un 1,11% de las personas que accedemos al metro. Esos 13M€ pueden parecernos una cifra alarmante, y lo es, todo € que no se paga de los billetes lo pagamos todos con nuestros impuestos ya que el transporte público es deficitario. Por ello, TMB hace esfuerzos por reducir esta cantidad, por un lado está cambiando de forma sistemática los accesos en muchas estaciones (en especial aquellas que sufren más incivismo) por unas pantallas que cuesta más de saltar, por otro lado, se han incrementado el número de inspectores y se invierte más en seguridad privada que vigile las estaciones.  Todo ello, junto a las campañas de civismo por un coste superior a los 10M€, cifra que supera los 20M€ si incluimos los costes en seguridad y vigilancia en las estaciones. Es decir estamos gastando tanto en prevenir que la gente se cuele en el Metro como las pérdidas actuales que se están teniendo por colarse.

Es evidente que si se prioriza en eficacia se puede reducir el que la gente se cuele en el metro aún más. Si en lugar de seguridad privada (que son personas que pueden quedar desbordadas, pueden ser intimidadas o esquivadas) ponemos battlebots en todas las estaciones con miras electrónicas, armamento pesado y capacidad de actuación inmediata para aniquilar a cualquier infractor, nadie se colaría en el metro. Más allá de la broma, es evidente que puedes doblar el ritmo de sustitución de accesos, puedes doblar las campañas de civismo e información, doblar el número de cámaras, doblar el personal de vigilancia y doblar el número de insperctores.

Y aún así, habría listillos que sabrían como eludir las nuevas medidas, o como no pagar las sanciones.  Y todo esto con un coste de 20M€, para reducir las infracciones a 5, 4 o 2M€ en lugar de 13M€.

Pensemos en un momento. Eficacia, poner Battlebots infalibles hace el sistema muy eficaz: no se cuela ni el tato, y el que lo hace recibe su dosis de plasma correctora. Pero ¿vale la pena invertir 100M€ en desarrollar los battlebots urbanos tamaño pequeño y otros 150M€ en construirlos y mantenerlos para vigilar las estaciones de Metro?. No, evidentemente, gastar en una caja fuerte 150M€ para guardar 13M€ es un absurdo absoluto. Lo mismo invertir 10M€ más para doblar la actual seguridad para reducir en 8 M€ las pérdidas por infracciones en el Metro.

Demos por buenos los números de CiU, ya que presuponen que los que se cuelan se ahorran una T10, que es mucho suponer, ya que alguien que se cuela no tiene porqué ser un usuario habitual del Metro, o bien son personas que si no accedieran de esta manera no estarían dispuestas a pagar una T10 ni ningún abono de transporte y se moverían andando (hay bastantes incidencias de este tipo para moverse un par o tres de estaciones ya que se reduce bastante el riesgo a ser atrapado). Pero siendo 13, 10 u 8 M€ las pérdidas que se producen, también hay que añadir el “problema social y cívico” que supone este comportamiento.

Pero cuando Trias dice que “hay que invertir más”, “hacer que las cámaras sirvan para algo más que mirar”, “cambiar más rápidamente los accesos a las estaciones” o “poner voluntad política para solucionar el problema”, no tiene en cuenta que no se puede conseguir un nivel de eficacia mayor sin comprometer la eficiencia. No paga la pena socialmente seguir invirtiendo en algo que tiene un retorno social y económico inferior.

Me explico, y aunque suene muy duro, cada € público destinado a una función social se quitan de otra, y hay que ver el retorno que esto produce. Por ejemplo, si TMB destinara 10 M€ más a reducir las infracciones en el Metro, tendríamos que tal vez se recaudan 5 M€ más en billetes y se reducen los infractores (recordemos que no todos los que son infractores utilizarían el metro si se vieran obligados a pagarlo [hay que recordar el drama del servicio “gratuito”]) hasta poder cuantificar las pérdidas en 3M€ sería ineficiente. Casi mejor regalemos billetes a los infractores, nos saldría más barato.

Esos 5M€ que se “pierden” pueden servir para comprar unos pocos convoyes nuevos, en arreglar un par de estaciones, renovar catenaria, etc… no es gratuito que TMB invierta más en seguridad, se hace a costa de nuestros impuestos (que podrían estar destinados a mejorar la atención social, por ejemplo), o a costa de no mejorar la señalización del propio metro. Si Xavier Trias hace la propuesta de mejorar la seguridad del metro con el objetivo de reducir los que se cuelan tendría que decir CUANTO invertiría, a que ritmo y cuanto prevee que puede ahorrar al Metro en billetes no vendidos.

Hacer el grito hacia la hipereficacia, sin poner números no es plantear alternativas de govierno, es caer en el discurso fácil que se desentiende de la eficiencia del gasto público.

Por cierto, el mensaje de incrementar las multas por colarse en el metro (que van de los 30 a los 600€) no tienen el resultado que uno espera, muchos de los que se cuelan y les atrapan NO pagan efectivamente las multas (y no hay donde el ayuntamiento pueda tirar para embargarles ), ni tampoco se puede incrementar de forma absurda las multas por el sentido de la proporcionalidad ¿o es que ha de pagar más quien se cuela en el Metro que quien deja el coche obstaculizando el acceso a un paso de peatones o el que quema mobiliario urbano, o se mea en la calle?.

Un comentari a “Eficiencia versus eficacia en los servicios públicos: el caso de los que se cuelan en el Metro

  1. Pingback: Observatori de ciberpolítica » Blog Archive » Populismos varios: Las patrullas de guardia urbana en el metro de Trias

Deja un comentario