100 errores del bloguero. Error 13: Sumarte a la ola sin añadir nada nuevo

El llevar un blog actualizado no deja de ser, en algunos momentos, una paliza intelectual. ¿De qué escribo hoy? Además, si eres escritor de un blog, seguramente seas una persona que se informa mucho… lee, mira la televisión, seguramente además busque información en otros blogs, y si encima eres bloguero de política leerás y te informarás en revistas digitales, páginas políticas, webs de partidos, etc…

Es decir, si te interesa la política y tienes un blog, serás una persona que te informes y susceptible de ser víctima de las “olas informativas”. ¿Olas informativas?.. Me refiero al proceso que ocurre cuando una “noticia” o un suceso salta de los mass-media a los blogs y como un regero de pólvora media blogosfera habla sobre ello.

Es verdad que los blogueros que escribimos sobre política no podemos permanecer impasibles ante la actualidad sociopolítica, socioeconómica y sociolaboral. El “bloguero autista” no es lo más recomendable, se ha de ser permeable y poder participar de las blogoconversaciones que se produzcan, incluso replicar sobre temas de pura y dura actualidad mediática.

Ahora bien, cuando aparece una “ola mediática” hay que saber si vale la pena subirnos a ella y “surfear” o bien simplemente dejarla pasar. Aquí jugará un papel los intereses y filias que tenga cada uno. A lo mejor un accidente aéreo nos conmueve a escribir sobre ello, a lamentar las muertes, a sumarnos a las voces que piden más seguridad aérea, a analizar el fenómeno mediático que se ha dado, etc… o a lo mejor no. Si además militamos en organizaciones políticas seguramente nos veremos impelidos a reforzar el mensaje que salga de nuestros dirigentes, a empujar a favor de las tesis de nuestra organización y por tanto podemos sumarnos a una pequeña ola mediática que ha intentado impulsar nuestra organización política.

Pero vayamos a lo que “queremos hacer con el blog”. Si con el blog buscamos incrementar nuestra microaudiencia y ser el blog más guay de todos, entonces debemos sumarnos a toda ola. La ola arrastra detrás blogueros y lectores, y tratar sobre la ola seguramente nos dé más lectores (aunque sean ocasionales de los que buscan información surfeando por la red sobre este tema), que hablar sobre la tradición del macramé en la artesanía tradicional de las islas pitiusas. Aunque el debate sobre las agujas de colores o metálicas pueda parecernos importantísimo, para la mayoría de gente no… Tendrá más lectores hablar del último pitote político o de la última movida mediática.

Si en cambio con el blog queremos hablar de lo que realmente nos interesa, aportar un granito de arena original dejando nuestra humilde y pequeña impronta en los bits de información que circulan en el ciberespacio, sin importarnos excesivamente si va a tener 100 lectores o 10, lo mejor que podemos hacer es valorar un par de cosas antes de sumarnos a la “ola mediática”.

Lo primero de todo, ¿realmente queremos escribir sobre “el tema de la ola mediática”?, si es que no… vamos, ni nos lo planteemos. A nuestro partido u organización o asociación de amigos del macramé puede parecerle importar hablar sobre un tema determinado de actualidad, salir el portavoz y opinar alegremente. A los blogueros que leemos les puede dar por opinar sobre un determinado tema de actualidad. A nuestra tía del pueblo le puede parecer importante que hable todo el mundo sobre un determinado tema de actualidad. Pero a nosotros nos puede parecer aburrido, no gustarnos o simplemente “no seducirnos” lo suficiente para hacer el esfuerzo intelectual de “ir a escribir algo al respecto”.

Bien.. hemos visto que el tema nos puede gustar algo… ¿vale igualmente la pena ponernos a escribir?. Hombre, si te gusta mucho.. mucho.. mucho.. pero no sabes que escribir o aportar, puedes hacer una reseña en tu blog de cosas que hayas leído en otros… pero hay algo importante que deberías plantearte. ¿Puedo añadir algo de mi propia cosecha y original a este tema?.

La gente que lee un blog y dice lo mismo que el de al lado y el de al lado, y el de al lado… pues hombre le desincentivas a seguir leyendo. Puedes estar atrayendo público a tu blog de forma temporal (aquellos que buscan leer todo lo que se diga sobre “el tema de actualidad”) pero desincentivarás a lectores más a largo plazo.

Si encima la “ola mediática” es sobre algo que a tu organización le interesa y lo que haces es repetir el argumento oficialista… hombre pues será bastante obvio que no paga la pena seguir leyéndote, si voy a leer en tu post lo mismo que he podido ver en la televisión sin que me des nada nuevo… pues casi que lo dejamos.

Por tanto, piensa si puedes añadir algo nuevo. Algo nuevo no significa necesariamente “un dato superesclarecedor”, un “análisis innovador y definitivo”… Puede ser una visión más personal de determinado tema, puedes acercarlo a tu realidad inmediata. Puede ser una opinión personal más elaborada y que muestre algo original de tí mismo. Puede ser una minúscula en la que hagas énfasi y que no esté tan elaborada en la noticia publicada en los mass-media. Pero evita el tópico, los lugares comunes, lo que ya se ha dicho hasta el aburrimiento, el argumento clonado del dirigente de tu organización.

Hay un dicho que dice “Si no puedes mejorar el silencio mejor no hablar”… aplicarlo a las olas mediáticas y los blogs podría decir “si no tienes nada nuevo que añadir mejor opina de otra cosa”. Yo mismo, a diferencia de otros “blogoerrores”, sigo este consejo a rajatabla. Hay temas que dejo pasar porqué “para qué voy a opinar sin puedo añadir nada que valga la pena”, o porqué simplemente no me gustan, a pesar de que escribir sobre ello te garantizaba un pequeño repunte de las visitas. Cuando me he ido a un tema de la “política del escándalo” o a la serpiente informativa del momento o a la ola mediática, ha sido intentando aportar algo que creo que puede ser original o que vale la pena y porqué el tema me interesaba lo suficiente como para escribir al respecto.

Con esto vengo a defender la idea de que porqué algo para “la sociedad” pueda parecer importante no necesariamente ha de condicionar nuestra actividad bloguera. Es fácil dejarse arrastrar por la ola, nuestra parte emocional (importantísima para poder escribir ya que sin motivación no picamos una sola tecla) se ve impelida, pero hemos de valorar un poco si realmente hablar de este tema nos interesa y si tenemos algo que decir. Para reiterar lo que ya dicen los mass-media o los líderes de opinión no hace falta… podemos dedicar nuestro tiempo bloguero a algo mucho mejor (por ejemplo dejando comentarios en los blogs que hablan de ese tema pero que añaden algo original).

Modestamente he iniciado una saga de posts que tratarán sobre los 100 errores de los escritores de blogs. Consejos en negativo de lo que no deberiamos hacer los blogueros. Seguramente cada uno tiene su decálogo personal, y seguramente algunos de los que yo explique sean puras obviedades, otros no estaréis de acuerdo, y otros no aportarán nada.

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