Interpretación de los datos de consumo eléctrico para analizar el seguimiento de la huelga general del 14N

Versión revisada, incluye la corrección por el efecto País Vasco en el anexo III

Tenemos la siguiente gráfica que se consigue de comparar el consumo eléctrico durante las huelgas generales según las dos metodologías analizadas  aquí.

En este caso tenemos un “output” pero que debe interpretarse. Antes de la realización de la huelga general ya sabíamos internamente que la industria no seguiría la huelga con la misma intensidad que en anteriores convocatorias y que el sector servicios respondería algo mejor. 1 Cuando los sindicatos hablaban de una “huelga más social” se referían precisamente a esto. A una mayor implicación de sectores que clásicamente no siguen tanto las huelgas generales ( pequeño comercio, servicios, etc..) ya que el músculo sindical se mostró en la huelga del 29 de marzo y se asumía que los trabajadores que ya se habían movilizado en el 29M costaría más que repitieran.

No somos Grecia y estamos acostumbrados  a hacer huelgas generales cada lustro, no dos en un mismo año, y a poco más de dos años de una tercera anterior.

El sesgo hacia un mayor peso de servicios hace que la caída de consumo por % de seguimiento de huelga sea menor

Un sesgo hacia un mayor peso en el sector servicios es algo  que puede explicar un menor consumo de energía en la huelga del 14N. Una oficina gasta casi lo mismo con el 50% de la plantilla que con el 100%, un trabajador industrial en cambio tiene un mayor coste energético que un oficinista para poder realizar su actividad. Eso es así y aunque no hay forma humana de poder establecer patrones de consumo por trabajador y sector, ni tampoco forma humana de diferenciar el consumo empresa a empresa, tendremos que asumir esta variable con pinzas. No sabemos el “cuanto” atenúa la caída de consumo eléctrico, simplemente sabemos que existe. Tendremos que ser hábiles para detectarlo, y poder ponderarlo.

 

29 M contra 14 N, un resultado claro a favor del seguimiento en marzo

Por tanto era previsible que la caída de consumo eléctrico 14N vs. al 29M fuera inferior. Los cualitativos que se consiguen pisando el terreno  indican que en ambas huelgas el seguimiento del comercio y el sector servicios más visible ha sido más o menos parecido. Al menos en ambos casos superior a la huelga general del 29S donde el comercio no secundó la convocatoria (y se vieron esas fantásticas fotos de piquetes en bares descansando). Por tanto, a pesar de que el 29 M y el 14N tengan una componente de seguimiento industrial distinta (favorable al seguimiento aparente de la huelga del 29M), la diferencia es muy grande y se sostiene (ver anexo I).

Por otro lado aunque exista un sesgo a favor de  un mayor peso del sector servicios y comercio en la huelga del 14 de noviembre, con respecto a la huelga del 29 de marzo, el cualitativo da datos parecidos en la visibilidad de la huelga en servicios y comercio de proximidad, por tanto es muy probable que a pesar de que el sesgo “mayor peso del sector industrial” fuera favorable a la huelga del 29 de marzo, seguramente también fue como mínimo tan seguida como la huelga del 14N en sectores de servicios. Y seguramente más.

Por tanto es indiscutible, la huelga general del 14N ha tenido menos seguimiento que la del 29M

 

29S contra 14N, un sesgo más industrial a la primera, un mayor peso del sector de servicios en la segunda.

Si analizamos el anexo I, podemos deducir que durante las horas que mayor peso tiene el sector industrial (6:30h, 9:30h) el saldo es claramente neto a favor del 29S pero que queda más reducido en los horarios de oficina y llega casi a 0 en las 13:00h punto del máximo de consumo antes del descanso de medio día y donde se alcanza el máximo de consumo del sector servicios vs. el del sector industrial. Esto coincide con el cualitativo en el que claramente el pequeño comercio no hizo huelga el 29S, frente a lo que como mínimo parece un paro parcial de este sector en el 14N, con el cualitativo que nos indicaba que varios polígonos era difícil que pararan. Pero por otro lado es concordante con los datos. La diferencia de caída de consumo cae a medida que el sector servicios crece en peso durante la actividad diaria.

El anexo I demuestra que la componente de servicios es mayor en el 14N que en las huelgas del 29M y 29S, y la única manera de que una huelga con menor peso industrial igual en consumo en algún momento de la mañana (13:00h) es que haya suficientes trabajadores de servicios en huelga en exceso a un menor número de trabajadores industriales.

Pondré un ejemplo, imaginémonos que los trabajadores del sector servicio consumen 100 unidades de energía y los del sector industrial 200, si la caída de consumo es de 1000 unidades y se que todo esto lo consumen trabajadores de servicios para un caso y trabajadores industriales para el otro, tendré que en el primer caso habrán hecho huelga 10, y en el segundo 5.

Lo cuál lleva a una conclusión, ha habido más huelguistas el 14N (al menos durante la mañana) que en el 29S, y que estos han tenido un mayor peso en el sector servicios que respecto a huelgas anteriores.

 

 

Conclusión:

Esta huelga del 14N ha sido una huelga de los sectores menos clásicos y más homogénea entre sectores, con más seguimiento que la del 29S pero menor a la del 29M. Es posiblemente la huelga más homogéneamente repartida entre sectores de la democracia.

Es algo que ya preveían los convocantes, y que al llamarla “huelga social” y enfocarla en este sentido estaban anticipando el menor músculo industrial con respecto al 29M. La caída de consumo respecto a huelgas generales anteriores siempre es bueno cotejarla después con variables cualitativas (el indicador no deja de ser un proxy), sobretodo cuando tiene comportamientos tan interesantes como se contemplan en el anexo I.

 

Anexo I:

La siguiente gráfica compara el diferencial de caída de consumo eléctrico entre huelgas generales. Se puede ver que mientras la huelga general 29M y 29S mantienen una relación parecida (unos 20 puntos favorables de forma constante para la del 29M), tenemos que la huelga general 14N y la del 29M y 29S se reducen paulatinamente en 20 puntos a medida que avanza el día y tiene mayor peso la actividad de servicios.

Este comportamiento solo puede ser explicado si la componente de huelguistas es distinta entre los trabajadores que han hecho huelga el 14N y los que hicieron huelga el 29S y el 29M. Queda claro que la huelga general del 29S y 29M el componente industrial es mayor, mientras que la del 14N es menor.

 

Anexo II, diferencias con otros modelos

 

Existen dos modelos adicionales que se han publicado, el primero de ellos es el de “Economistas frente a la crisis”, sus datos no coinciden con el mío aunque según su descripción metodológica utilizan métodos muy parecidos al modelo 2. Aún así producen outputs distintos. La diferencia es el punto de “consumo base” que utilizamos. En mi caso es el punto más bajo que se haya producido durante la semana, en este caso el domingo, ellos utilizan otra forma de calcular del consumo base que no comparten o describen especialmente. Sus predicciones son 10-15 puntos mejores para una interpretación favorable a la huelga, siendo mi sesgo natural (por trabajar en un sindicato) contra el que intento combatir el hacer análisis favorables a los convocantes. Si un análisis independiente que utiliza una metodología parecida a la mía tiene resultados más favorables a los convocantes de la huelga quiere decir que como mínimo mi sesgo natural lo he mantenido a raya. Por otro lado sí que desearía conocer como calculan el consumo base, ya que para mí (y para quien no sea el que haya hecho los cálculos) ahora mismo eso es una caja negra.

El segundo modelo es el de Politikon, que repreoducen algunos medios, que analizan la caída de consumo “en bruto” con respecto al valor previsto. Este modelo tiene dos problemas. No nos permite normalizar, conseguir una percepción aproximada de “como está yendo la huelga”, y se come todos los efectos de estacionalidad que los hay en el consumo privado (la gente enciende estufas en noviembre, más que en septiembre) que hace que los percentiles de caída de consumo sean mayores en el segundo caso que en el primero. Por otro lado no apantallan los efectos de caída de actividad económica y consumo global. En la huelga general del 14N el consumo eléctrico medio del mes anterior fue un 2% inferior al del mes de octubre del año de la huelga general del 2010. Todo esto conlleva que el modelo haga predicciones que son incompatibles con los cualitativos, como que la huelga general del 29S del 2010 fuera más seguida que la del 29 de marzo del 2012. Es sesgo es inevitable que lo tengan, y creo más potente un modelo que intenta de alguna manera eliminar el efecto del consumo privado de los hogares de alguna manera (desconocida en el caso de economistas contra la crisis, o sencillo en mi modelo).

 

 

 

Anexo III, corrección del País Vasco

Una de las gambadas que he cometido con este modelo es no corregir la no convocatoria en el País Vasco. Aunque CCOO y UGT convocaban en el País Vasco, ELA y LAB tienen la mayoría sindical, en especial en las empresas industriales (las que más consumen electricidad). Además, no solo eso, las huelgas generales que se convocan por una minoría sindical y no están pactadas tienen menos seguimiento de partida. La huelga general que solo secundó CCOO en los 90, la huelga de solo una hora que convocó UGT a Aznar en el 2003, o las dos huelgas generales que convocó el movimiento sindical alternativo a finales del 2010 y el 31 de octubre del 2012. Los trabajadores no quieren participar de las peleas entre sindicatos y de ahí que la unidad sindical sea clave para explicar si una huelga general tiene alguna posibilidad de tener éxito.

Para poder corregir introduzco una pequeña corrección en el modelo basada en una hipótesis, muy poca gente en el País Vasco participo en la vaga general, por tanto la mayor parte de la actividad económica en Euskadi se mantuvo. Euskadi es uno de los territorios que concentra más industria, pero como no puedo desglosar el consumo ni hacer tanto detalle asumo que mi corrección, que la haré por población ocupada en Euskadi vs. población ocupada en España, irá a la baja (pero puede compensar el asumir el 100% de los trabajadores y de las industrias de Euskadi no se sienten interpelados a secundar la huelga general). La corrección que introduzco es la siguiente, yo asumo que hay un gasto X que es el que se produce durante un día laborable que en el modelo 1 asumo que es el del mismo día de la semana anterior y en el modelo 2 el previsto. Este valor le resto el consumo real del día de huelga y lo divido por la resta entre el valor de control X y el de consumo del domingo anterior. Para introducir el factor “los vascos no están en huelga” multiplico el dividendo por un factor de corrección que es  1 – %actividad en Euskadi respecto a España. Ese segundo valor es para cualquier variable que miremos (población activa, población empleada) del orden del 4,5%, o sea 0,045. Como asumo una cosa que es muy salvaje y es que el 100% de los vascos no se sienten interpelados por la convocatoria, lo dejo en un 0,04, que junto al mayor peso de la industria en la economía de Euskadi es un factor suficiente para atenuar las distorsiones que tiene mi hipótesis. En total que me queda un factor de corrección de 0,96. El resultado se puede ver aquí:

Como se puede apreciar el efecto “país vasco” es muy pequeño, no relevante. Aumenta ligeramente el seguimiento en ambos modelos para el 14N pero lo que hace es igualarlo un poco más al del 29S. Es bastante pequeño (es que Euskadi es pequeño con respecto al resto del estado). Aún así, refuerza un poco más el argumento de que el 29S y el 14N son más equivalentes en seguimiento de lo que los datos indican y de hecho el 14N seguramente algo superior ya que a las 13:00h cuando el peso del sector servicios alcanza una de las puntas la desviación con respecto a un día normal se igualan en ambos modelo.s

Lo que sí hay que tener en cuenta es que la variación entre modelos, tiene un comportamiento que hace variar el análisis anterior.

En el anterior gráfico de diferencial de caída había un error en el valor de las 9:30h de diferencia entre 14N y 29M, daba una cifra superior a la que tocaba y producía una percepción de caída que no era real. Con la corrección de Euskadi y sobretodo de mi error, refuerzala hipótesis de la que hablaba: el seguimiento en el sector servicios ha sido mayor en el 14N con respecto al 29S, lo suficiente para compensar el diferencial de consumo energético de a primera hora de la mañana. Se puede ver con bastante claridad en una historia de lo que va ocurriendo. A las 6:30h el consumo prácticamente es del sector industrial y transporte, el diferencial entre 14N y 29S es máximo ya que ahí solo se evidencia el consumo industrial donde el 29S tuvo más seguimiento. A las 9:30h ya hay algunos, muy pocos, servicios abiertos y algunos bares, etc.. como el seguimiento en estos sectores es mayor en el 14N el diferencial baja. Hay más seguimiento industrial en el 29S que se mantendrá a lo largo de todo el día, pero a medida que se incorpora a la actividad los sectores de servicios el diferencial va corrigiéndose. A las 11:00h gran parte del sector servicios está abierto, aún no ha corregido todo el consumo, porqué falta parte del sector de la hostelería y algunos servicios y empresas de logística, prensa escrita, etc… que operan más hacia la tarde, tarde-noche. A las 13:00h con los servicios “a full” el diferencial se cancela. La energía no consumida por el exceso de trabajadores del sector industrial en el 29S en huelga queda compensada por el exceso de energía no consumida por los trabajadores del sector de servicios que no están en huelga en el 14N con respecto al 29S. La hipótesis es aún más concordante, y la conclusión es que hubo más trabajadores en huelga en el 14N que en el 29S ya que el consumo de energía trabajador industrial es mayor que el del trabajador del sector servicios.

 

 Annexo IV Teniendo en cuenta la supuesta estrategia de encender luces

En la anterior huelga general ya ocurrió que algunos ayuntamientos extrañamente encendieron el alumbrado público durante pleno día, me atrevía hacer una estimación de que efecto podía tener, y este rondaba entre 100 y 500MW de consumo. El efecto debería notarse en los puntos de control de las 9:30, 11:00 y 13:00h ya que a las 00:30 y 6:30h el alumbrado público está a pleno rendimiento. Introduciendo el factor de corrección de alumbrado público puedo hacer nuevas comparativas. Ahora bien, para la huelga general del 29M (que aventaja a las otras dos entre varias decenas de puntos) no obtendré ninguna novedad ya que también se produjo ese fenómeno. Lo que haré es comparar con la del 29S que es donde hay más proximidad con la del 14N. Introduciendo el factor “farolas” y asumiendo el valor medio de mi cálculo Fermi, tenemos la siguiente gráfica para el modelo 2.

En la gráfica aparecen el modelo 2 sin corregir y corregido, el efecto es pequeño, sensible pero muy pequeño. Simplemente refuerza el argumento de que hubo más trabajadores que hicieron huelga en el 14N por el efecto “servicios” pero nada más.  Ya indiqué que es imposible hacer creer que la huelga no funciona encendiendo farolas, es más preocupante el casi 1M€ de despilfarro que esto puede provocar. Nota:  Esta gráfica incluye el factor país vasco.

 

 

 

1 Diversos opinadores y expertos de la red recibieron esta información la semana pasada para que pudieran tenerlo en cuenta en sus análisis.

3 comentaris a “Interpretación de los datos de consumo eléctrico para analizar el seguimiento de la huelga general del 14N

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  2. Judit, tu pregunta no tiene que ver con el tema del que he escrito en este post. Tengo otros post donde hablo de este tema y preferiría no mantener el debate en un off-tópic.

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