¿Es rentable o no rentable invertir en contra del calentamiento global?, el informe Stern versus el Nordhaus

Existen dos estudios económicos que calculan los costes más probables que provocará el calentamiento global si no actuamos de forma clara y decidida. Ambos coinciden aproximadamente en el resultado general si no hacemos nada… Pero ambos tienen diferencias en la rentabilidad de las actuaciones que tomemos ahora mismo.

Siguiendo el artículo publicado este mes en America Science titulado “Etica del cambio climático” (John Broome), entro a analizar cuales de los dos estudios utiliza argumentos éticos económicos más próximos con una visión izquierdista. El informe Stern que impulsó el gobierno británico, calcula que es muy rentable invertir el 1% del PIB mundial anual para paliar los efectos del calentamiento global y para evitar emisiones. Un segundo informe, realizado por William Nordhaus indica que esto no es rentable, que tan sólo justificaría menos de una décima del PIB mundial para paliar los efectos.

Nadie en su sano juicio discute hoy de las consecuencias físicas del calentamiento global y parece que ambos informes dan por buena las pérdidas económicas y sociales que en el futuro provocará el calentamiento global.

¿Porqué hay dos conclusiones distintas entre Stern y Nordhaus?, porqué el debate ha dejado de ser científico (en ciencas experimentales) a ser económico. El primero establece un criterio de devaluación de los costes futuros del 1,4% anual y el segundo del 6% anual. ¿Que es eso del descuento de los costes futuros?. Bien.. es una herramienta de cálculo económico que nos permite calcular que valor damos a un posible dinero en el futuro. Cuanto más lejos en el futuro, menos lo valoramos… Para entendernos, si de aquí a 10 años nos dieran 1.000.000 de €, esto está bien, lo único es que tenemos que esperar 10 años, preferiríamos tenerlo ahora… Imaginémonos que nos quieren comprar ese dinero futuro por dinero de ahora… seguramente lo venderíamos por un valor inferior, por el mero hecho de disfrutarlo ahora (y poder realizar inversiones). La ratio por la cuál descontamos el dinero futuro con respecto al dinero de ahora es algo enrevesado y que forma parte de los modelos económicos.

Para entenderlo de forma más sencilla, yo como casi todo hijo de vecino tengo una hipoteca sobre mi vivienda y esta sigue un tipo de interés muy parecido al de todo hijo de vecino, ahora mismo sobre el 5,70% (sí, ya sé.. no soy muy buen negociador). Por tanto si hoy me dieran 10.000 € seguramente para invertir seguramente lo haría liquidando deuda hipotecaria. Bien, siguiendo esta lógica, esos 10.000 € de hoy me valdrían lo mismo que 10.570 € de aquí un año… También puedo hacer la cuenta al revés, si el dinero que me dieran lo utilizara siempre para amortizar deuda, 10.000 € que me dieran de aquí un año equivaldría a 9.460€ hoy…

Esto se puede propagar al futuro todos los años que queramos.

El informe Stern calculaba que en 100 años el calentamiento global iba a restar un 20% del PIB mundial, billones de €… Cálculo que no difiere del que hace Nordhaus.

¿Donde radica la diferencia?, en el factor de devaluación. Antes hemos visto que mi “factor” de descuento anual es del 5,70%, pero es un factor personal que depende de mi habilidad financiera. Para otros puede ser diferente, y además de cara a costes que se aplican a toda la economía mundial siempre influirán aspectos como el pensamiento económico que se tenga.

El factor de descuento de Stern es del 1,4% y el de Nordhaus del 6%. Para Stern, 1 billón de € del futuro de aquí a 100 años equivale a 247.000 M€, para Nordhaus tan sólo 2.500 M€, por esa variación del factor de descuento.

¿Porqué Stern tiene un factor de descuento tan bajo y Nordhaus tan alto?. Por dos motivos, hay dos formas de ver el gasto económico: el utilitarismo y el prioritarismo. Para entendernos, a los primeros el gasto que haga un rico de 1.000 € más siempre obtendrá el mismo beneficio social que el gasto que haga un pobre de 1.000 € más. Viene a pensar que el gasto que haga cualquier persona siempre es igual en satisfacción y cobertura de necesidades sea cual sea su nivel de gasto anterior. En cambio el prioritarista dice que un gasto de x euros cubrirá más necesidades y tendrá mayor valor social si lo hace un pobre que un rico. Para los primeros hay que maximizar el dinero disponible independientemente de quien lo tenga, para los segundos hay, además que redistribuir.

Stern es utilitarista y Nordhaus prioritarista. Es curioso porqué los negacionistas del calentamiento global son utilitaristas pero a la hora de afrontar los gastos de hoy para evitar pérdidas en un futuro son claramente prioritaristas. Por eso Stern le dá un valor más bajo al descuento. Considera Stern que aunque en un futuro se vaya a ser más rico, no por ello la pérdida de 1.000€ va a sentirse menos que hoy. Nordhaus es prioritarista y piensa que si hoy nos tenemos que eliminar el comer carne una vez por semana, eso no está justificado porqué si no lo hacemos no se podrá pagar en un futuro el segundo coche. Parece ser que “ser de izquierdas” y defender la redistribución de ricos a pobres llevaría a defender un factor de descuento más alto… a diferencia de lo que parece ocurrir ideológicamente (que las personas progresistas tienden a defender una postura más beligerante contra las emisiones, tanto en Europa como en EEUU).

También hay otro factor filosófico que apunta si el factor de descuento es más alto o menos. ¿Cuanto nos importa un enfermo o un niño que muere hoy con respecto a que enferme o muera otro niño de aquí a 100 años?. Hay dos filosofías, la primera es que nos ha de afectar más que muera un niño de aquí un año que de aquí a 100 años. Por ejemplo, si para evitar que mueran 50.000 niños de aquí 100 años en una determinada región del mundo tenemos que no crear una empresa en ese lugar y condenar a la pobreza a una población y eso provocará la muerte de 100 niños hoy, tal vez tengan más “valor” social para nosotros los niños del presente que los del futuro. Esta visión algo cruda, es la que utiliza la OMS para valorar catástrofes futuras. En términos más entendibles, ¿está justificado el uso abusivo de antibióticos para salvar la vida a personas de hoy a pesar que provocará la muerte de más gente en un futuro porqué se desarrollarán cepas resistentes y hará que los antibióticos sean ineficacies incluso para los casos más graves?.

Para Stern la vida de un niño de aquí a 100 años vale tanto como la de un niño hoy. Para Nordhaus no. Y de ahí radica la segunda diferencia en el cálculo del valor de descuento. Por ello para Stern es rentable económica y socialmente invertir en contra del calentamiento global un 1% del PIB mundial y para Nordhaus no.

Bien, aquí hay un dilema para los que entendemos la economía del gasto individual como prioritaristas. Si se supone que en un futuro van a ser más ricos que hoy, nos tendría que preocupar más los más pobres (es decir los de hoy en día).

Hay una trampa en este prioritarismo. Y es que en un futuro los que más van a pagar las consecuencias del calentamiento global no son los ricos del futuro sinó los más pobres del futuro. Y los que hoy deberíamos hacer más recortes para paliar los efectos del calentamiento global somos los ricos de hoy en día. Personas que somos más ricos que los pobres del futuro que más sufrirán esas consecuencias. Desde la perspectiva prioritarista deberíamos calcular los costes también con un factor de descuento bajo.

Por otro lado, hay dos aspetos más. Las consecuencias del calentamiento global no sólo van a ser de aquí a 100 años, seguirán propagándose en el siguiente siglo, y los costes que hemos de hacer también han de contemplar el siguiente siglo y las siguientes generaciones. Aunque el coste en un principio pueda suponer el 20% del PIB mundial de aquí a 100 años, lastrará el crecimiento y desarrollo económico del siglo siguiente. Es una hipoteca adicional al coste económico futuro.

En el aspecto sobre la imparcialidad o no temporal, yo estoy filosóficamente en la postura de que los daños sociales del futuro son tan importantes como los de hoy. Es un sentido de equidad intergeneracional, no soy mejor que los ciudadanos que vivirán de aquí un siglo.. ni los ciudadanos que hoy viven tienen más derechos que los que nacerán de aquí un siglo (y no, no tiene que ver con los “derechos del feto”, sinó con los ciudadanos que hayan nacido de aquí a un siglo). Se que es una postura moral (igual que el prioritarismo)… Pero en este caso a mí me hace calcular un factor de descuento en la gama más cercana a la de Stern.

Por último interviene el factor riesgo. El IPCC y los informes científicos no hablan de certezas, sinó de escenarios posibles. Tan provable es que el efecto sea menor del que se calcula como que sea tan catastrófico que se vaya nuestra civilización diréctamente por el retrete y ponga en riesgo nuestra especie. Ambas provabilidades son del 5%, mientras que el 90% es el escenario en el que se calcula todo. Pero jugar al azar al 5% de que si no hacemos nada como especie desapareceremos es un riesgo muy alto. Tan sólo como “seguro” para el futuro de nuestra especie ya justifica invertir el 1% del PIB mundial.

Es decir, que a pesar de que hay motivos éticos para decidir un factor de descuento u otro, los prioritaristas tenemos razones de peso para justificar también, desde la perspectiva prioritarista un factor de descuento bajo, y los riesgos de que se produzca un calentamiento global mucho más catastrófico dan una justificación adicional a la pequeña inversión del 1% del PIB.

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