“Las culturas fracasadas” y los valores económicos imperantes en esta crisis


Jose Antonio Marina, uno de nuestros mejores filósofos analiza en el libro “Las culturas fracasadas” que existe una “inteligencia social” o conocimientos, costumbres, leyes, valores morales compartidos que hacen de una sociedad más exitosa a la hora de ayudar a alcanzar la felicidad a sus miembros o más catastrófica. Entre los numerosos aspectos que trata, me quedo con uno, una sociedad no necesariamente evoluciona a un sistema mejor, el ejemplo que pone es la deriva actual ultraliberal, que niega incluso el concepto de sociedad. Ante esa evolución, el propio Marina alerta:

Me parece especialmente urgente desmontar el mito de la “mano invisible” que pretende convertir los vicios privados en virtudes públicas, y según el cual la búsqueda del propio interés es el modo más eficaz de solucionar los problemas económicos y sociales. Los partidarios del individualismo ultraliberal juegan con cartas marcadas. Olvidan que para realizar sus proyectos privados de feicidad necesitan apelar a nociones sociales como la propiedad, el derecho o el respeto a la ley. Adam Smith, un hombre extraordinariamente perspicaz, se percató de la fractura intelectual existente entre la razón que busca su interés y la razón que justifica valores morales. Para salvarla, tuvo una ocurrencia genial: pidió a la razón que se pusiera en una actitud universal, que se olvidara de sus intereses y se convirtiese en un “observador imparcial” capaz de juzgar ojbetivamente sobre lo bueno y sobre lo malo. (…) Pero no nos engañemos, lo único que ha hecho Adam Smith es recuperar el viejo tema de “la voz de la consciencia”, es decir, aceptar en su interior la presencia de la inteligencia social.

Realmente muy adecuado para analizar los valores morales y sociales que se han convertido en imperantes en los dirigentes económicos y políticos en esta crisis. Una reflexión que quiero introducir en mi pequeña campaña electoral para salir como regidor en estas municipales.

Un comentari a ““Las culturas fracasadas” y los valores económicos imperantes en esta crisis

  1. Se me ocurre que de la “mano invisible” del mercado (un actor en pro del bien común a quien nadie ve) hemos pasado a su inversión, el “holograma de una mano” del capitalismo moderno: muchos actores que aparecen, se hacen visibles, mostrando la imagen de la persecución de un bien común sin, en realidad, cambiar en el fondo las cosas. Observatorios, cumbres, foros, manifiestos, anuncios, campañas en las que gustosamente participan, de la mano, empresas y sector público, pagándolas a medias, hablándonos a la masa, predicando una sociedad sostenible y el bienestar social, sin que haya cambios más allá del mensaje.

    Los apagones por el planeta duran un rato; después se vuelve a encender la luz cegadora del espectáculo.

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