Rufian is the new Tardà

A veces la política se parece a la física en que hay constantes universales. En este caso parece haber una constante universal que no cambia, siempre hay un diputado de ERC que es utilizado por un sector del independentismo de twitt y trabuco digital para ser utilizado como “ase de tots els cops”.

Si antes ese papel se lo adjudicaban a Joan Tardà ahora es Gabriel Rufián al que apuntan las fuerzas más soliviantadas de la burbuja tuitera. Normalmente intento ignorar este fuego de artificios que se organizan en twitter por cualquier declaración de cualquier persona. Durante un tiempo colaboré en el ruido excesivo y el navajeo dialéctico de twitter, pero uno madura, se da cuenta que actuar como un berserker ante cualquier frase o declaración no lleva a ningún lado, y mucho menos ayuda a causa alguna. Sino todo lo contrario. Pero en este caso, el motivo por el que se quiere llevar a Gabriel Rufián a la hoguera es de lo más absurdo. Se le ocurrió decir que él no era nacionalista y que no era independentista sinó que “estaba” independentista. Refiriéndose que los independentistas tienen un objetivo, la libertad del pueblo de Catalunya y la construcción de la República catalana, una vez conseguido, evidentemente ya no son independentistas catalanes. Podrán ser lo que quieran, patriotas catalanes, ciudadanos catalanes, defensores de la República catalana, pero independentista lo dejas de ser cuando tu país es independiente. No hay independentistas islandeses, eslovacos o estonios.

Teniendo en cuenta que el motivo por el que le linchan es una frase que también ha utilizado asiduamente Raúl Romeva al cuál se le aplaudió sin que nadie objetara nada desde el mundo independentista por esas mismas palabras, sigo sin entender el porqué de tal incendio. Bueno, sí que lo entiendo. Para algunos hay que buscar siempre un enemigo interno por un lado y para otros conseguir soliviantar ciertas audiencias en las redes para tener relevancia de forma artificiosa es algo necesario, sea para su ego, sea para su proyecto mediático personal.

En todo caso, entre ser, estar y parecer, hay algunos que nos conformamos con estar independentistas, e intentar dejarlo de estar lo antes posible por el mero hecho que consigamos el objetivo político que nos hemos conjurado más de dos millones de catalanes, y otros que todo y decir ser muy independentistas su único objetivo al final es parecer ser los más independentistas.

En el debate ontológico, el parecer siempre ha sido

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