Ahora, ¿os habéis enterado que lo del Estatut no sólo interesa a unos cuantos “políticos” y “periodistas”? y algunas elucubraciones más

Más allá de los de la empresa Lynce que viven en una realidad alternativa*, todo el mundo se dió cuenta que ayer se manifestaron un mogollón-que-te-pasas de catalanes. No sólo militantes de las organizaciones convocantes, sinó la mayoría, ciudadanos normales, de esos de los que tanto intentan hablar algunos opinadores de fuera de Catalunya.

A ver si queda ahora clarito:

a) Lo del Estatut y el encaje de Catalunya en España no es una cosa que nos interese a cuatro politizados, es algo clave para una parte importante de la sociedad catalana. Al menos no es algo ultraminoritario que no le interese a cuatro.

b) Lo del recorte del TC no sólo ha molestado a los que votamos a favor del Estatut, sinó que a aglutinado a algunos de los que votaron que NO por no ser ambicioso y otros que no lo votaron porqué lo veían corto.

c) A ver si se dan cuenta que el Estatut era un acuerdo de mínimos para los federalistas, un mal menor para los soberanistas y algo cercano a lo aceptable y óptimo para los autonomistas. Que el Estatut es un mínimo para muchos catalanes, incluso para muchos que no somos independentistas.

d) Que el recorte y la respuesta de gran parte de catalanes lo que indica es que si algo precisamente no queremos retroceder es en autogobierno y en descentralización, y en que si algo nos identificamos es con una nación (para algunos compatible con otra nación, la española), y no estamos dispuestos a que esto nos lo cuestionen.

Así que una vez entendido lo que pensamos una gran parte de catalanes a ver si se dejan de decir afirmaciones gratuitas de este estilo:

a) A los catalanes no nos interesa el “fet nacional” o el Estatut y el autogovern, tenemos otros problemas. Sí, tenemos otros problemas, pero esto también nos interesa. Y normalmente es escrito por alguien que ayer por la noche se electrizó con los éxitos de “La Roja” y vibró por el hecho nacional español.

b) Elucubraciones sobre como han de ser los partidos catalanes o peor como ha de organizarse la sociedad civil catalana. Desde la gilitontería repetida por algunos de que hay que refundar el PSOE-C ya que el PSC es “nacionalista”, pasando por las ansias de algunos de condicionar o eliminar a los partidos nacionalistas e independentistas. Oigan, los catalanes montamos los partidos que nos de la santa gana dentro de la legalidad vigente y no se nos ocurre decirle a los cántabros que funden el partido nacionalista cántabro para que su realidad partidista se parezca a la nuestra. Un detalle, que los sindicatos UGT y CCOO de Catalunya estén en el mainstream social del país es bueno, aquí los sindicatos “soberanistas” se comen un colín porqué los otros dos son inclusivos e integran muchas sensibilidades. Que aquí tengamos un sistema educativo y no tres como en Euskadi es bueno, todos los niños, igual que los andaluces, saldrán con las mismas capacidades lingüísticas y no con tres diferentes competencias lingüísticas. A parte de no generar fracturas sociales ya desde la misma escuela.

c) El Estatut era una carta de máximos. A ver si se enteran, la carta de máximos para algunos es reformar la Constitución y contruir un estado confederal o federal real, para otros es un estado independiente (y no son un grupo marginal), para otros es algo más de autogobierno del que deja el Estatut recortado 2 veces (una por el Congreso y otra por el TC). El Estatut que generaba más consenso era el Estatut emanado del Parlament y este era un Estatut que consensuaba a la vía autonomista, la federal y la soberanista. Este sería el Estatut de “punto de enmedio” de la convivencia entre estas visiones que son las mayoritarias en Catalunya. El que se votó era un Estatut que avanzaba para todos pero que se quedaba corto para los federalistas y muy pobre para los soberanistas, y algo descafeinado para los autonomistas. El que ahora venga a recortarlo no es ya por los artículos recortados, sinó por el hecho de que los pequeños avances hacia tener una “carta estatutaria” que nos sea útil a los catalanes y esté en el consenso social del país vengan siempre recortados en segundas lecturas y por motivos bastante espúreos (la verdad es que el TC no está salvaguardando ningún derecho básico constitucional de ningún individuo con estos recortes).

*Entre los fallos que cometió Lynce es el

Medir las manis cuando ya se han disuelto (sería como mirar la audiencia de la final del Mundial esta noche a las 2 de la madrugada, que sólo lo está viendo el pulpo Paul). La superficie real en “la hora punta” era desde Diagonal/Passeig de Gràcia hasta Tetuan, además de las calles adyacentes. Quiero recordar que es una superficie superior comparable a la de la mani de “No a la Guerra” y superior a la de la mani contra el asesinato de Miguel Angel Blanco, manis que marcan topes superiores en los últimos 30 años.

No es lo mismo una manifestación “estática” donde todo el que quiere ir se suma como la de más de 56.000 que consiguieron los sindicatos hace poco holgadamente y era llenando la Vía Laietana llena y algo más, que una mani dinámica tan grande que la gente llega y se va porqué esta no puede avanzar y están así hora y pico.

No me atrevería a decir que si un millón y medio o 250.000 porqué a partir de 100.000 manifestantes yo me pierdo (Lynce se pierde con más de 15.000), pero lo que sí es cierto es que esta es una de las 3 manis más grandes de la democracia y la transición en Catalunya. Y eso que se hacía en Julio.

9 comentaris a “Ahora, ¿os habéis enterado que lo del Estatut no sólo interesa a unos cuantos “políticos” y “periodistas”? y algunas elucubraciones más

  1. Estando de acuerdo con tu escrito, creo que la reacción está siendo equivocada, y, sobre todo, dirigida contra el destinatario equivocado.

    Quien ha bloqueado el Estatut no es el malvado centralismo español, sino un Tribunal Constitucional ilegítimo, bloqueado por el PP desde hace años, y que está haciendo muchísimo daño a todo el estado, como ya se vio con el caso de Garzón.

    Lo irónico es que esta sentencia encima va a favorecer al PP, ayudándoles a llegar al gobierno de España, y a bloquear aún más cualquier desarrollo federalista.

  2. “el Estatut era un acuerdo de mínimos”

    O de máximos, yo creo que el estatut es casi casi lo máximo que se puede proporcionar por parte del estado a Cataluña, pero en lugar de ver que se ha hecho un esfuerzo en dar todo lo posible hay quien quiere verlo como que se ha dado lo mínimo pedido.

    d) “no queremos retroceder es en autogobierno y en descentralización”

    Se me escapa algo, porque el único recorte serio (el tema de la justicia) no creo que sea un recorte tan releante en autogobierno, además de que ese tema ya está en la mesa hacerlo fuera del estatut. Quitando la prosa del TC (que es innecesaria) el “recorte” es más simbólico que real.

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  4. No hay mas ciego que quien no quiere ver…
    Hay un tema previo al de mínimos y máximos. Es un tema de democracia en toda su expresión. Lo que deciden el conjunto de los catalanes (o de los madrileños) debe ser respetado. Como bien se dice en el artículo, yo soy uno de los que votó no en éste ESTATUT. Pero soy demócrata, y nadie, ningún tribunal ni ninguna norma debe ser mayor que la voluntad democrática de la suma de los ciudadanos.
    Y espero que a nadie se le ocurra decir que el ESTATUT es un tema de todos los españoles… porque seria tanto como decir que la Constitución debe refrendarse en la Asamblea General de Naciones Unidas…
    Creo que todos los demócratas respetan las decisiones soberanas del pueblo… Algunos deben repasar lo que significa democracia. Mi posición no gano el referéndum, ni ninguna de las elecciones de la democracia. Y sin embargo asumo que las decisiones mayoritarias son las que se deben llevar a cabo. Respetando a las minorías, pero en ningún caso sometiéndose a ellas.
    Al final si alguien se sintiere tan sumamente incomodo en una sociedad tan abierta, tolerante y universalista como la catalana, siempre se puede ir a otra parte. Aquí cabemos tod@s siempre que queramos caber.
    ¿Cuando saldrá a la luz esa ciudadanía española que quiere a Catalunya y a los catalanes? Espero que pronto sustituya a esa que no nos quiere pero nos somete y obliga por interés…
    Cuando sigo oyendo a gente invocar la Unidad de la Patria por el Título Octavo de la Carta Magna, me dan ganas de pedir ayuda a los cascos azules…

  5. Cada vez estoy más convencido de que el mayor error del Estatut fué convertirlo en “El éxito de la legislatura”. En España no se puede conseguir autogobierno a bombo y platillo.

    Es de tontos verlo, si se intenta aumentar nuestro autogobierno a golpe de micrófono como se hizo con el Estatut el PP ha de saltar *por cojones* o pierde votos fuera.

    El autogobierno se ha de trabajar poco a poco, con leyes independientes para ir logrando cada una de las competencias que ansiemos y, sobretodo, con el mínimo ruido posible.

    En retrospectiva, cuantas competencias se han logrado trabajando con paciencia? Sanidad? Policia autonómica? y ¿cuantas competencias se han obtenido con el Estatut después de cinco años?

    Personalmente creo que fué un error gravísimo de estrategia/gestión hacer el Estatut (como se hizo) y aún mayor fué llevarlo al Congreso cuando ya sabíamos que nos lo iban a pasar por la trituradora.

    Buen post por cierto ;)

  6. Me ha gustado este post, José. Hay algo fundamental. Los federalistas como dices quieren más, los indeopendententistas todavía más, eso era de mínimos y parece que no se ha entendido.

    Lo de una sola escuela y el papel de los sindicatos me parece tambien muy bien apuntado.

    Me parece un buen diagnóstico y un buen mensaje.

    Pero ahora necesitamos el paso siguiente. Y ahí creo (llámame ingénuo) que ya slo queda una vía, no vamos a renegociar cada articulo durant los proximos 20 años para recuperar nada porqué de eso ya estamos aburridos. Sería bueno que los federalistas (has leído el último texto de Ferran Mascarell?) dieran el paso. Sin ellos va ser muchos más dificil. En realidad, muchos federalistas “de a pie” hace algunos años que vamos repitiendo que esa era la última apuesta. Ahora, a lo otro.

  7. La verdad, me parece absurdo e irracional el pollo que estáis montando. La sentencia del TC es un espaldarazo al Estatuto y un rechazo a los argumentos del PP. Hace un esfuerzo enorme por salvar todo lo posible del Estatuto, forzando la interpretación al máximo para no anular nada. Tampoco consigo ver ningún recorte al autogobierno (salvo que entiendas por autogobierno que el pueblo catalán está por encima de la Constitución, claro). Desde luego que el Estatut no está por encima de la Constitución, que es la norma suprema del ordenamiento jurídico. Lo apruebe el pueblo catalán, el español o el Papa.

    Esto no tiene ningún sentido:
    “en que si algo nos identificamos es con una nación (para algunos compatible con otra nación, la española)”.
    Como dice el TC, política, social o culturalmente, así puede ser. Pero en derecho la caracterísitica distintiva de una nación es que tiene soberanía absoluta. Y, por definición, sobre un mismo territorio no puede haber dos sujetos distintos con soberanía absoluta. No puede tener la soberanía absoluta el pueblo catalán y, al mismo tiempo, el pueblo español. Lo uno excluye lo otro por pura definición. El TC ya había dicho en todo caso trescientas veces anteriormente que el preámbulo de las normas no tiene valor jurídico.

    Por otro lado, como curiosidad, Cataluña tiene un nivel de autogobierno mayor que el de estados federales como el alemán.

  8. Varias cosas:

    – El TC no es un tribunal político, sino jurídico. Eso quiere decir que ante una constiución abiertamente ambigua, precisamente para dar opción a diferentes interpretaciones, su trabajo consiste en ver si una ley cabe en dicha constitución, interpretándola como convenga. La constitución es como un traje elástico. Se trata de mirar si cabe o no la ley, no de ajustar el traje para que no quepa.

    – Hablar de espíritu de la constitución es prostituir la política, así de claro. Las leyes no tienen espíritu, sino códigos legales. Es decir, que no se pude juzgar el uso o abuso de una ley en función de cómo la queramos interpretar, por muy TC que seamos. A saber cuál era el espíritu de los padres de la constitución. Seguramente, había 1 espíritu por ponente, y otro por cada diputado que la votó, y otro por cada ciudadanos que la refrendó. Lo que importa es la ley escrita. Y en esa ley, por ejemplo, NO dice en ningún sitio que el catalán no pueda equipararse al castellano en Cataluña, aunque según el “espíritu” que han visto los iluminados del TC así sea.

    Por otro lado, la sentencia del TC sobre el estatut tiene un alcance DEVASTADOR, que aún no somos capaces de asumir. Toda la sentencia se puede resumir en unos pocos preceptos: Primero, Cataluña, y por extensión los catalanes y sus instituciones de gobierno, no es un sujeto de derecho. SOLO España lo es. Segundo, las instituciones autonómicas NO son estado, sino que están supeditadas a éste. Es decir, que las instituciones nacionales estan por encima, en TODA situación, de las autonómicas. Esto tiene una serie de consecuencias brutales para los catalanes, y en general para el modelo autonómico. Veamos:

    – Entiene el estado de autonomías como una mera descentralización, dejando todo criterio final al gobierno central.

    – Cualquier conflicto entre una autonomía y el estado se resuelve a favor del estado, por ser una entidad de rango superior. Esto supone que una ley de educación estatal, por ejemplo, puede cargarse sin discusión leyes autonómicas sobre el mismo tema, invalidando la separación de competencias que la misma constitución contempla. Y se carga completamente el concepto de autonomía entendido más allá de lo que deje hacer el estado. Se puede dar la paradoja que una ley convencional de rango estatal esté por encima de una ley orgánica como es el Estatut.

    – Cualquier negociación “bilateral” entre las instituciones catalana s y las estatales es irrelevante, puesto que la interpretación del Estatut indica que No existe esa bilateralidad. Eso quiere decir que no tenemos fuerza para negociar como Catalanes ante España.

    – Se invalida el blindaje de competencias, por lo mismos motivos ya expuestos.

    – Se invalida todo lo referente a financiación que no parta de la legislación estatal. No se puede exigir ningún critero respecto a los fondos, dado que las deciciones son estatales. Ni siquiera podemos exigir la misma presión fiscal como criterio para un reparto equitativo, como decía el Estatut.

    – Se invalidan los símbolos nacionales (no existe la nación catalana, legalmente). Se permite el nombre, pero se vacía el contenido.

    – La “indisoluble unidad de España”, cosa que en teoría tendría que darse por hecha, aparece 14 veces en la sentencia del TC, lo que deja claro lo paranoico y alejado de criterios legalistas que está ésta.

    – El conocimiento de catalán no puede equipararse al de castellano, ni siquiera en Cataluña. Es una interpretación curiosa que se hace de la “igualdad” de todos los españoles que nos iguala en “derechos” pero no en deberes, puesto que un catalán tiene el deber de aprender una lengua oficial pero no la otra (en Cataluña). Demencial.

    – No se puede blindar el uso preferente del catalán en las instituciones, medios de comunicación y enseñanza catalana. Sólo el uso “normal” (faltaría más, ¿no?). Dependerá de las leyes propias y del Estado que así sea.

    En definitiva, supone no sólo una negación absoluta de cualquier visión federalista del estado, sino un profundo retroceso en el sistema autonómico vigente.

    La única conclusión que podemos sacar es que España no da más de sí. Y nos aboca a ir mercadeando el autogobierno mediante el abuso de circunstancias coyunturales (condicionamiento de las fuerzas parlamentarias en Madrid) y a que una de las partes, la estatal, no tenga obligación alguna en mantener su palabra y pueda legislar a favor o en contra de nuestros intereses según le convenga a cada gobierno.

    ¿Se puede reconstruir lo que “nos han quitado en el Estatut” por medio de estas estratagemos de peix al cove? La respuesta es rotundamente NO, porque lo que nos han quitado no es una competencia u otra, sino la mayoría de edad, la capacidad de decidir por nosotros mismos. Ahora mismo, los catalanes somos menores de edad en España. Y aunque podamos conseguir, chantageando a los partidos estatales según el peso de las fuerzas políticas, algunas competencia u otras, estamos totalmente a su merced. Como pasó con la segunda legislatura de Aznar, si tienen fuerza y no nos necesitan, nos joderán vivos.

    Yo personalmente estoy cansado de esto. No podemos perder la mayor parte de nuestro esfuerzo político en ir negociando y renegociando hasta la eternidad las cosas, conforme se nos den o se nos quiten. Tampoco podemos esperar que España cambie, dado que el conjunto del país está más de acuerdo que en contra de lo que ha dicho el TC. Ya sabemos qué salida nos queda: la independencia. Que no será fácil… nada ha sido fácil nunca, para nosotros, pero al menos existe la posibilidad de cerrar este capítulo y decidir realmente por nosotros mismos, como adultos.

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