Política

Ciclismo urbano III: decálogo de una circulación amable

Los que creemos en formas de mobilidad más sostenible y no sólo basada en el vehículo privado a motor tenemos mala prensa. Ayer la entrada sur de Barcelona estrenaba el polémico sistema de velocidad variable (por cierto Donaire tiene un excelente artículo sobre el tema), y hace poco el ayuntamiento de Barcelona ha extendido el área verde en zonas donde algunos vecinos la reclamaban (pero, como no, siempre hay los que no la quieren). Además los carriles bici, con todos sus problemas de diseño, terminarán extendiéndose por la ciudad de Barcelona y el Bícing, con todos sus problemas de funcionamiento, se ha consolidado.

biciamable
Todo ello ha introducido una gran presión sobre el conductor de vehículo privado, sobretodo el que viene de fuera de la ciudad, hasta que se acostumbre a los nuevos sistemas de circulación y se consiga que la movilidad se aumente más en transporte público que en privado. Como no, algunos conductores se han aliado en plataformas NIMBY (claras y definidas como tales), y han encontrado en FaceBook su forma de expresarse (entre otras).

Aunque hay varios grupos, me centraré en uno que carga contra el ciclismo urbano de forma clara “kill bicing”. En general el tono de estos grupos es muy racional pero poco razonable. Argumentan sus necesidades y su visión de la movilidad de forma racional pero no se plantean escuchar de forma razonable la visión de la movilidad de otros. En parte es un choque cultural del que hasta ahora era el actor hegemónico de la movilidad (el coche privado) y que deja de serlo, en parte una forma de no aceptar que para que otros podamos movernos con la misma facilidad que ellos (peatones, usuarios del transporte público y ciclistas) la hegemonía del coche ha de dejar de serlo, y en una pequeña parte argumentos bastante fundados. Dejando de lado el trato casi xenófobo que se le da a los “giris” jóvenes que vienen a vivir, trabajar o estudiar a la ciudad (y que a todas-todas tienen los mismos derechos y deberes cívicos y sociales que ellos, porqué no dejan de ser ciudadanos por mucho que no puedan votar o vayan a vivir unos cuantos meses), que comienza a ser espeluznante.

Es a estos argumentos a los que quiero dirigirme, ya que si me quejo de que los participantes de estos NIMBY (que actúan con un tono bastante destructivo, por cierto) no son razonables, tampoco podemos dejar de serlo los que sea de forma ocasional o sistemática utilizamos la bici para movernos por la ciudad. Por mucho que haya partidos y gobiernos que apuesten por medidas para hacer que la movilidad no sea tan costosa para la salud y la viabilidad del medio ambiente (y a largo plazo permita la viabilidad de nuestra civilización), y que fomenten otras formas de movilidad como el transporte público y la bicicleta, no podemos quedarnos con ello. Si no tratamos las quejas razonables de otros que comparten otra forma de entender la movilidad no estaremos actuando como ciudadanos libres y responsables que consideramos que lo público es algo que compartimos con otros. Lo que pedimos a los conductores de vehículos privados en la vía pública nos es exigible también a nosotros.

Por eso dejo aquí un pequeño decálogo de medidas para una circulación ciclista razonable y amable que respete los derechos de terceros:

  1. Lo primero la seguridad. Parece redundante, pero cuando circulamos lo primero que tenemos que mirar es de evitar sufrir daños y reducir las probabilidades de estos al mínimo. Algunos usuarios de bicicleta (y en especial del bicing) esto no se lo toman muy en serio. La ley no nos obliga a llevar casco, pero es recomendable utilizarlo. Su coste no es muy alto (entre 20 y 30€), y hay que renovarlo cada 2-3 años así que supone un gasto de unos 10€ anuales. A parte, no es especialmente molesto, no estorba a nuestra conducción y no ocupa demasiado, ni pesa. Puede que si cogemos la bicicleta del bicing para recorrer ocasionalmente un par de calles no lo llevemos y no nos lo pongamos, pero si es algo que hacemos de habitual o salimos de casa con nuestra bicicleta, no hay excusa, planifiquemos el llevar el casco.
  2. Las normas de circulación no son opcionales. Algo que molesta a conductores, peatones, otros ciclistas y encima nos pone en situación de riesgo es no respetar las normas de circulación. Es fácil equivocarse por la propia circulación de la bicicleta por zonas pacificadas, por ejemplo encontrarnos yendo en contra dirección en una zona sin tránsito. Hay señales de tránsito igualmente, y tenemos que fijarnos en ellas, ceñirnos en lo posible a ellas, por mucho que sea muy tentador hacer un giro que nos acorte el trayecto. Si por un casual nos encontramos por error o tenemos que coger una calle en contradirección, entonces debemos convertirnos en peatón, bajarnos de la bicicleta e ir por la acera para no estorbar a nadie, recorrer el tramo en contradirección como peatones y luego incorporarnos nuevamente a la circulación. Por último si hay carril bici en esa vía intenta priorizar el tránsito por él y no por la calzada, están para algo.
  3. Los semáforos no son opcionales. Ir en bicicleta y saltarse la mayoría de semáforos es la mayor imprudencia que se puede cometer, en especial los que no son peatonales. Ponemos en riesgo a nosotros y a terceros. Hay que considerar dos cosas: que cuando actuamos como vehículos nos debemos someter a las mismas reglas de circulación y que si nos saltamos un semáforo no lo vamos a hacer a la velocidad que lo hace, en general, la circulación y asumismo un riesgo mayor al de un motorista. Por otro lado, los semáforos peatonales, que son muy tentadores de cruzar, por mucho que lo hagamos sin riesgo a los peatones, son de obligado cumplimiento. Si no queremos pararnos y la acera y el tránsito de peatones por ella nos lo permite mejor es pasar a actuar como peatón y circulemos por la acera con sus normas. Además, si vamos a adelantar a una serie de vehículos que luego nos van a tener que adelantar de aquí 2 minutos estaremos generando molestias no justificadas a los conductores.
  4. Ocupa tu carril pero se amable. En las vías que son permitidas el tráfico de bicicletas (casi todas las de una ciudad excepto túneles, rondas, etc.) tú tienes derecho a ocupar un carril como si fueras una moto o cualquier otro vehículo. No atiendas a demandas de apartarte si estas suponen un riesgo o te condicionan a ti tu propia circulación, has de seguir la norma del que pueda te adelante, simplemente tú no se lo pongas difícil, y en semáforos quédate detrás del vehículo, no hagas como muchas motos de ponerte al lado para salir ¿más rápido?, lo que harás es molestarle. Otra cosa es que en la medida de lo posible, y siempre que tu seguridad y circulación te lo permita, facilita las cosas. Cuando creas que estás en una situación para dejarte adelantar por tu propio carril, manten una velocidad constante, muévete del centro de tu carril a la derecha y haz señal a los vehículos que tienes detrás para que te adelanten algunos. Hazlo donde el tráfico lo permita y te sientas seguro, eso es lo más importante, el conductor de vehículo tiene el mismo derecho, no más, de circular que tú. Pónselo fácil en la medida que no te suponga una gran merma para ti. Otra cosa es no responder a los incívicos, habrá quien te quiera meter presión pitándote, te increpará, en general son muy pocos, la mayoría de los conductores te respetaran si te haces respetar y te comportas de forma normal y tranquila, a los primeros no les hagas caso y si es necesario recurre a la guardia urbana o desvíate temporalmente de tu ruta pasando a la acera y dejando pasar a ese personaje que se está pegando demasiado a tu rueda, toma nota de la matrícula y si es necesario realiza una denuncia. Es mejor perder 2 minutos de tu tiempo que terminar llegando a las manos con tipos así.
  5. Indica tus movimientos y actúa de forma que sea fácil predecir tu circulación. Si estás en la calzada eres un vehículo y como tal tienes que respetar las reglas de tráfico. Pero más allá de estas hay un buen uso de la vía. Piensa que los vehículos intentarán adelantarte de forma que para que a suponga un menor riesgo pero también para evitar que estos contínuos adelantamientos supongan un problema para tu circulación, ten trayectorias predictivas, anuncia los giros y hazte ver. La circulación despreocupada con una bicicleta como si pasearas tiende a hacer pequeñas eses, si no mantienes el manillar firme o una velocidad más o menos regular tu trayectoria será menos predictiva y a parte de que eso te puede llevar a tener tú solo un accidente o no frenarte a tiempo en paso de peatones con una persona que lo cruza, hace que los conductores tengan más problemas a la hora de adelantarte y generas inseguridad a tu alrededor. Si además haces giros sin indicar, los vehículos no van a saber que te han de dejar espacio para pasar, los peatones no podrán predecir tu trayectoria y en general estarás poniéndote en situación de riesgo.
  6. Elimina las conductas imprudentes. Estás conduciendo, por tanto tu obligación es ir por la vía respetando las normas y con los cinco sentidos en la conducción. Aunque vayas por la acera, en el momento que te subes a la bici tienes normas adicionales que cumplir. Está prohibido ir con auriculares conduciendo una bicicleta. Con ellos no podrás oír las señales acústicas que realizan otros vehículos, ni los oirás aproximarse para adelantarte u otras señales auditivas que has de escuchar para poder conducir con seguridad. Tampoco hables por el móvil cuando vayas en bicicleta. Lo mismo que se aplica a vehículos mucho más a un ciclista. El que contesta el móvil o lleva auriculares cuando va en bicicleta a parte de un suicida está poniendo en peligro al resto.
  7. Entiende y respeta los límites de velocidad. Puede parecer absurdo pedirle a un ciclista que respete los límites de velocidad, porqué en general, vamos más lentos que la circulación general. Ahora bien, hay zonas de la ciudad donde podemos ir más rápidos que el límite legal. Por ejemplo en zonas de prioridad invertida o en zonas 30, con ciertas pendientes, es fácil coger más de 30km/h o bien ir a más de los 10km/h que es el límite para las bicis en zonas donde el peatón es el que reina. A parte que pueden multarte, los límites de velocidad en estas zonas están puestos para un actor de la movilidad que es más débil que nosotros: el peatón.
  8. Respeta al peatón. Entre los actores de la movilidad hay uno que es más débil que nosotros, el peatón. Si a los anteriores hay que respetarles y entenderles, a este hay que protegerlo. Los pasos de peatones se han de respetar, si nos incorporamos a la circulación por la acera lo hemos de hacer de forma que no moleste a ningún peatón, no han de notarnos allí donde ellos tienen prioridad, y hemos de facilitarles las cosas. Si paramos un momento a charlar o a hablar por el móvil no lo hagamos bloqueando el paso de los peatones, ni en el acceso a un paso de peatones.
  9. La acera tiene su propia ley. Como corolario del anterior es asumir que la acera tiene unas reglas que están hechas para proteger al peatón. Para poder circular por la acera esta ha de tener ciertas condiciones, al menos en Barcelona, ha de tener 5 metros de ancho y además el tránsito de peatones no ha de ser tan denso que suponga un riesgo circular con bicicletas. Esto es la “norma”, lo educado, además, es que hemos de circular con varias prioridades en mente, jamás poner en situación de riesgo a ningún peatón, no molestarles y asumir que ellos tienen prioridad. Si no podemos adelantar a un grupo de peatones, no tenemos derecho a pitarles para exigirles que se aparten. Limitemos el uso del timbre a lo necesario (avisos de peligro, o cuando estén invadiendo el carril bici o se nos echen encima por no vernos), somos nosotros los “okupas” de la acera y no ellos. Además, la acera, tiene un límite de velocidad para las bicicletas de 10km/h (más o menos el doble de velocidad que la gente cuando se desplaza caminando sin pararse), eso hace que tengamos que hacer adelantamientos muy lentos y con mucho cuidado, respétalo, si aceleras demasiado pondrás en riesgo a los peatones que no tienen la culpa de que tú estés ahí. También respeta el hecho de no circular por aceras estrechas o por donde haya tante gente que tu circulación sea una molestia para terceros, bájate y camina empujando tu bicicleta. Por otro lado has de tener especial vigilancia cuando haya niños o perros, los primeros se pueden mover de forma errática por no estar mirando los riesgos, los segundos, simplemente no tienen consciencia y se pueden meter por debajo de tus ruedas, perseguirte o simplemente no apartarse.
  10. La bicicleta ha de estar a punto. Es una norma básica, a pesar de que la bicicleta no ha de pasar una ITV, siempre que salgas haz comprobaciones básicas, el hinchado de la rueda, el llevar una o dos cámaras de recambio, que la potencia del manillar esté alineada, que vayan bien las marchas, que tengas los elementos de señalización listos, etc. En especial deberías mirar que te funcionen las luces, ya no sólo para ver tú, sino para que te vean los demás. Es obligado para circular llevar una serie de reflectores y luces (frontal delante y de posición en la parte de atrás), y que estas funcionen y tengan batería. Además, hay una serie de “gadgets” para circular que debes tener de forma obligada: el timbre, pero también otros que son interesantes, como espejos retrovisores, que aunque no son obligados pueden facilitar tu circulación y hacerla más segura. Ten a punto tu bicicleta antes de salir, tal vez perder 5 minutos antes de salir te permita evitar un problema grave.

Este pequeño decálogo y una actitud calmada y relajada en la conducción y de cierta generosidad cuando andemos subidos en la bicicleta podrá hacernos cumplir con las necesidades razonables de otros actores de la movilidad y permitir que ellos también escuchen, con buenos oídos nuestras demandas razonables. Porqué a largo plazo, lo que hará de la bicicleta un elemento más de la movilidad urbana es la aceptación por parte del resto de actores de la movilidad.

Soc coordinador de la revista electrònica i xarxa de bloggers www.socialdemocracia.org, webmaster de la UGT de Catalunya i militant del PSC.

2 thoughts on “Ciclismo urbano III: decálogo de una circulación amable

  1. La convivencia entre bicis amb cotxes i peatons és molt “jove”, encara quedan anys d’aprenentage entre ciclistes i peatons. I els més joves en aquets sentit, són les bicis!! Per el moment, aquets decaleg de normes cíviques i racionals em sembla d’allò més raonable. I per els que som peatons…paciencia!!!

    salutacions,

    cristina

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