Mediocracia de partido I: El desencanto del ciudadano con la política
Ser dirigente de un partido debe ser algo muy duro, y llegar a serlo aún más. Creo que fué egócrata quien dijo, con razón, que un candidato a la presidencia ha tenido más rivales internos que externos. Me explico: para llegar a ser candidato de un partido, esta persona ha tenido que enfrentarse a numerosos competidores a todos los diversos niveles de su partido a lo largo de su carrera política y luego tan sólo se tiene que enfrentar a un pequeño puñado de rivales de otros partidos. No estoy entrando a juzgar esa actitud, ni siquiera creo que sea planificada ni haya una estrategia maligna detrás de todo ello, sinó más bien que es una “cultura de partidos” o “cultura política” que empuja en esa dirección. Y es lo más normal si nos paramos a pensar: antes hablaba que un dirigente ha tenido sobretodo muchos más rivales en su Continua llegint