(Pen)última llamada neomalthusiana, o el apocalipsis postmoderno

Ha salido publicado un manifiesto bastante apocalíptico sobre el futuro del planeta y la civilización humana. Puedo compartir que el sistema económico y las instituciones occidentales han de afrontar una de las crisis ambientales serias en el siglo XXI, el calentamiento global, y la menor dependencia de combustibles fósiles. Puedo compartir que la reducción de la pobreza está siendo muy lenta (NO, no ha aumentado… el capitalismo está reduciéndola, a un ritmo agónicamente lento, pero al menos seamos rigurosos en los análisis). El análisis que realizan es totalmente erróneo. El IPCC predice aumentos de temperatura bastante altos y escenarios donde la sociedad humana afrontará retos serios. Pero el conjunto de escenarios con los que trabajan y las recomendaciones que hacen no hablan de decrecimiento. El decrecimiento es tan compatible o tan poco compatible con la mitigación de los efectos del calentamiento global. Si quemamos carbón en lugar de Uranio es más barato Continua llegint

La moral socioeconómica neoconvergente

Los neoconvergentes (las nuevas hornadas de militantes activistas convergentes que no vivieron tan activamente la etapa de glorias del “avi” Pujol) están mostrando, igual que los del JMJ papal, un furor moralista que tira de espaldas. En este caso, a diferencia de los JMJ que su propósito es inmiscuirse en como follamos y como decidimos mantener nuestra vida reproductiva y también en que valores espirituales tenemos que tener, ellos lo hacen en el plano socioeconómico. La moral como justificación de la desigualdad socioeconómica y coacción al movimiento obrero en el siglo XIX. Desde antiguo la moral como instrumento de justificación de las desigualdades sociales ha sido una herramienta al servicio del poder. Se consideraba al pobre como causante de su desgracia por sus desviaciones morales y personales. Los padres y madres de familia que tenían a sus familias en la pobreza lo hacían por su falta de ganas de trabajar, Continua llegint