La crítica política ha de disparar hacia arriba

El conflicto dialéctico y la crítica asociada a la actividad política hace que quien quiera actuar en el ámbito político no pase por la vida como una virgen vestal con una inmaculada túnica blanca. Sin querer cometemos falacias dialécticas, fallos argumentales, corremos el riesgo de tener un exceso de celo en la defensa de nuestras ideas o en las críticas hacia nuestros compañeros por el mero hecho de que estamos implicados emocionalmente con una causa. Pero hay un principio ético que creo que no es bueno rebasar y es que nos reservemos las críticas más mordaces para hacerlas hacia arriba. Es bueno que las organizaciones tengan sistemas de sanción, y que las acciones asociales que van a causar daño intencionado sin ningún ánimo constructivo sean sancionables, en el difícil equilibrio con la libertad individual. Tampoco es malo que “entre pares” se realicen críticas a la acción política de cada uno. Continua llegint

La democracia interna de los partidos, la meritocracia y la mediocracia

En la crisis de dos de los principales partidos de izquierda de Catalunya (PSC y ERC) vuelve a hablarse de que los partidos han de fomentar la democracia interna, la toma de decisiones sea más abierta, que las voces discrepantes se puedan oir, etc… Algunas de esas voces discrepantes, curiosamente, hablan en medios de comunicación pero no lo hacen en los órganos de los partidos. Curiosas paradojas de reclamar una visibilidad y un derecho a la discrepancia que luego no ejercen en el (pequeño o grande) espacio que les proporciona la organización política. Aunque discrepo de estos dirigentes y ex-dirigentes que ahora se erigen en adalides de la participación y la democracia interna, sí que hay algo de cierto en el fondo: los partidos son grandes centrifugadoras de talento y generan unas espirales de silencio bastante intratables. Y es que el debate de la democracia y la participación dentro de Continua llegint

Análisis de los mítines como instrumento antropológico de construcción simbólica

Recientemente Albert Medran anunciaba la muerte comunicativa del mítin, en respuesta Enric Llorens respondía que la vibración y vivencia del mítin no es sustituída por las “flamewars” políticas que hay en internet. En matización rápida a Enric Llorens, en mi vida orgánica me ha costado tener algún debate mínimamente interesante y en el que haya discrepancias políticas importantes donde se debatan posturas confrontadas y donde mi pensamiento político haya madurado como las que he tenido en mi exigua, corta y pequeña vida política institucional, en internet o en ámbitos informales fuera de la vida orgánica esta vez, sí, con compañeros de mi organización. La vida orgánica de los partidos es un verdadero suplicio sólo aceptable si tu nivel de frikismo político es muy alto o por motivos antropológicos muy claros (sentido identitario, etc…). Es necesaria porqué los partidos han de tener algún tipo de forma de democracia interna y han Continua llegint